Los Boston Celtics recibieron a los Dallas Mavericks del sensacional Luka Doncic que, obviamente, hizo su fiesta pero no le alcanzó a los Mavs para desafiar el poderío de Boston que, sigue con el mejor record de la liga, y suma buenas sensaciones de cara a las seis semanas que tendrá que lidiar con la ausencia de Gordon Hayward.


Para iniciar, Boston estuvo acertado encontrando el aro y desde la banca tuvo buenos minutos de Brad Wanamaker, que seguramente cobre más protagonismo con la lesión de Gordon Hayward, mostrando buen nivel en la creación para la segunda unidad de Stevens.

Jaylen Brown lideraba los anotadores al entretiempo con 12 puntos y Marcus Smart nos dejaba varias jugadas de aquellas que nos alegran las noches en ambos costados. Por supuesto, Doncic se hacía un picnic con 12 tantos y 6 asistencias en la primera parte.


Luego de un tercer cuarto que más bien parecía un recital de parte de Luka Doncic, los Celtics tuvieron que jugar su mejor baloncesto para quedarse con un partido que se complicaba a medida que pasaban los minutos.

Eso significa algo tan simple como estas dos palabras: Kemba Walker. El #8 volvió a mostrar su cara intratable en el último cuarto: llegó a los 29 puntos con 5 asistencias y 5 rebotes, con los 25 que sumó Jaylen Brown y una faceta de matador de Marcus Smart al cierre del partido que anotó otros 17 en la causa de los Celtics para quedarse con el partido por 116-106 en el TD Garden.


La próxima cita de los Celtics será el miércoles a las 7:30 pm del este, cuando reciban a los Washington Wizards.

 

Foto: Celtics.com