¿Olvidaste la contraseña?

Faltan aún 25 días para el arranque de la temporada NBA, y los Boston Celtics ya han sido capaces de que la narrativa antes de comenzar la misma pase de ser algo ilusionante a un completo desastre. Si el verano arrancaba con la baja por lesión para la temporada completa de su firma más importante de la offseason, la de Danilo Gallinari, a comienzos de esta misma semana conocíamos que el center que deslumbró la pasada campaña pese a acabar la misma con una sola pierna funcional, Robert Willliams III, se sometería a una artroscopia en su ya operada rodilla, perdiéndose la totalidad del training camp y la pretemporada de los Celtics – y quedando en el aire su participación en el primer partido de la temporada.

Pero lo peor estaba aún por llegar.

Ayer conocíamos, a unas horas totalmente intempestivas para lo que es habitual en el mundo NBA – las 4:32 am CEST – que Ime Udoka, entrenador de los Boston Celtics, podría ser sancionado por toda la temporada a causa de lo que el periodista en cuestión, Adrian Wojnarowski, citaba como «una relación consentida pero inapropiada en el entorno laboral«.

La brevedad del mensaje, sustentado por aún menos información, levantó un reguero de especulaciones entre periodistas y aficionados que aún sigue vigente un día después. Hasta ahora, toda la información aportada por la franquicia ha sido un comunicado en el que hacen oficial la sanción por un año, así como un comunicado del propio entrenador en el que acepta la sanción, asume la culpa de lo que sea que la ha provocado y pide perdón a la organización, jugadores, aficionados y su propia familia.

Siendo estos los únicos comunicados oficiales sobre su sanción, a lo largo de la pasada madrugada, Shams Charania, publicaba un artículo en The Athletic, en el que aportaba algo más de información sobre el incidente, o incidentes – que han llevado a la franquicia a adoptar esta medida.

En dicho artículo, el periodista comenta que los Celtics tenían conocimiento de esta relación desde el pasado mes de junio, pero que, al hacer entender al equipo que esta era consensuada, no se habían adoptado ningún tipo de medida. Sin embargo, a lo largo de los últimos días, la segunda persona involucrada en dicha relación había realizado una denuncia interna en la que aseguraba que el entrenador, Ime Udoka, había realizado una serie de comentarios inadecuados y no solicitados.

Fue esta denuncia lo que habría llevado a la organización a realizar una investigación interna en la que se realizaron entrevistas a distintos empleados del equipo, y que ha acabado con la sanción por una temporada completa del entrenador.

Por último, tanto Shams Charania como Adrian Wojnarowski han publicado que el asistente de Udoka, Joe Mazzulla, será quien ocupe el cargo de entrenador de manera interina. Los Celtics, sin embargo, no han anunciado que esto sea oficial, limitándose a señalar que la decisión final sobre el futuro del que ha sido su entrenador durante una sola temporada, será anunciada más adelante.

Y, hasta aquí, toda esta es la información procurada por el equipo, el entrenador, y por periodistas con cierto historial de credibilidad. Todo lo demás es una especulación que en nada favorece a ninguna de las partes implicadas, ni a Ime Udoka, ni a la otra persona afectada, ni a la organización.

Algo que cabe señalar porque desde que se filtrase la noticia durante el día de ayer, se ha abierto una corriente especulativa que ha podido crear un gran daño a numerosas personas que nada tienen que ver con la organización. La mala praxis del periodista que soltó la exclusiva, tanto en el tratamiento de la información como en la elección de las palabras, ha hecho que muchos aficionados se hayan lanzado a señalar quién podría ser o no la persona involucrada en esta historia – llegando hasta extremos francamente execrables como la publicación de fotos y nombres completos de miembros del cuerpo técnico del equipo.

Además, el haber publicado la noticia cuando aún solo se tenía el titular, ha desatado también un lamentable caudal de teorías sobre qué podría o no haber pasado. Todo ello mientras se cuestionaba la decisión tomada por el equipo cuando ni siquiera se conoce por qué se ha tomado.

Para finalizar, un apunte. No conocemos cuales son las políticas que tienen los Boston Celtics para con las relaciones entre sus empleados, pero no es poco común en el mundo corporativo la existencia de normativas que prohíben expresamente las relaciones entre ellos. Especialmente cuando existe una relación laboral en la que una parte tenga poder sobre la otra. Por lo tanto, en un entorno como el de los Boston Celtics, donde además la presencia de mujeres es además notablemente reducida, por muy consensuada que sea la relación, su mera existencia sería sancionable por parte de la organización.

Si, como dice el artículo de Shams Charania, además hay una denuncia por parte de la otra empleada del equipo involucrada en la relación, sea esta del tipo que sea, la sanción no solo puede ser mayor, sino definitiva.