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Los Boston Celtics recibieron la serie en el TD Garden buscando mantener la ventaja de localía ante los pesados Milwaukee Bucks y no dieron la talla, una segunda mitad lamentable con árbitros desastrosos que dieron un resultado final maquillado por 123-116 con los VEINTIDOS tiros libres lanzados por Giannis Antetokounmpo como reflejo de lo que fue el partido.

La primera parte fue peleada, los Bucks impusieron su ritmo y encontraban la canasta con mucha facilidad. Los locales por su parte, sufrían para comprar canastas pero Jaylen Brown y Jayson Tatum encontraron su ritmo ofensivo para mantener a los orgullosos verdes a flote a lo largo de los veinticuatro minutos cargados de energía en un efervescente Garden que terminó con 13 puntos de Kyrie Irving (y varios de sus tiros incomprensibles con 20 dribles de por medio).

El tercer cuarto fue el que quebró el patido, 40-31 ganaron los visitantes con un montón de fallos arbitrales a su favor que los mandaban a la línea una y otra vez. Cuando el partido entró en esa tónica, Boston no supo responder y anímicamente se fue del juego para no regresar con éxito nunca más. Giannis terminó el partido con la locura de 22 tiros libres intentados y George Hill fue imparable desde la banca con 21 puntos para lo que sería una irremontable ventaja de los de Wisconsin. 

Finalmente, los Bucks ganaron por 123-116 con unos últimos minutos que solo sirvieron para maquillar un poco una noche fatal en la que coincidieron los errores arbitrales con la floja mentalidad de los verdes para hacer respetar su primer juego en condición de local en la serie. Ahora, Boston debe enfocarse en el cuarto juego el lunes en el TD Garden buscando nivelar el duelo para seguir con esperanzas de llegar a las finales de conferencia.

 

Foto: Celtics.com