Los Boston Celtics dejaron escapar varias ventajas considerables, tanto al inicio como al final del partido, y pese a los 44 puntos de Kemba Walker, no pudieron culminar con victoria una noche que se complicó con lesiones y problemas de faltas en los momentos más decisivos. 117-122 para los Pacers.
Liderados por un Walker excelso, acompañado del Jaylen Brown más generoso, los de Stevens empezaron el partido muy consistentes, pero no supieron mantener la distancia frente a unos Pacers que solo se fueron perdiendo de dos al final del primer cuarto.
— Boston Celtics (@celtics) December 12, 2019
Con el ritmo del encuentro de su mano, los locales apabullaron al banquillo verde (algo que ya resulta habitual), y con un parcial de 32-14, casi deciden el partido antes del descanso, pero la entrada de Walker volvió a acercar a los Celtics al marcador, y se fueron a vestuarios perdiendo solo de 4.
El protagonista de lo que llevábamos de noche siguió siendo el mismo en el tercer cuarto, el #8 de los Celtics llegó rápidamente a la cifra de 39 puntos, y puso a los de Stevens con 10 de ventaja llegados al tramo final. Pero los suplentes, de nuevo, y con algo de ayuda de un Jayson Tatum totalmente apagado, tiraron por la borda todo lo conseguido, y a falta de poco más de 5 minutos para el final, todo estaba igualado.
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La serie de catastróficas desdichas comenzó tras el empate. Gordon «Bad Luck» Hayward, recibió un golpe directo a la nariz de McDermott, que lo dejó noqueado y tuvo que irse a vestuarios, Jaylen Brown cometió su sexta falta, a Kemba Walker se le acabó la gasolina y Holiday se puso la capa de Superman y finiquitó el partido para los locales.
A la desesperada, y con Brogdon cebando su casillero desde la línea de tiros libres, un triple de Kemba voló hacia el aro buscando el empate, pero se fue muy desviado.
Los Boston Celtics no pudieron con unos Indiana Pacers que supieron castigar la mayor debilidad del equipo de Stevens: el banquillo. Y es que por mucho que los cantos de sirena pidan reforzar el juego interior, este no fue el problema. Tanto Daniel Theis, como Enes Kanter, jugaron buenos minutos, y los Celtics no perdieron la batalla por el rebote y la anotación en la pintura. Malas rotaciones defensivas de los exteriores, las pérdidas de balón y unos suplentes incapaces de anotar, fueron las razones que han puesto el 6 en el casillero.