A ningún aficionado de los Boston Celtics se le olvidará jamás la madrugada del 17 de Junio de 2017. Es incluso posible que en el futuro la acabe recordando con más nitidez incluso que la de aquel lejanísimo 15 de Mayo. La NBA es alucinante, no ha pasado un mes y ya parece que haya transcurrido una vida desde que los Boston Celtics ganasen la lotería del draft… cuando aún no habían empezado las Finales de Conferencia.

Un mes en el que a todo aficionado, desde el más veterano al más casual, se enamoró de un joven base procedente de la Universidad de Washington: Markelle Fultz. Todo el mundo daba por supuesto que el freshman iba a ser el elegido por Danny Ainge el próximo 22 de Junio con el pick-1 del «NBA Draft 2017«, pese a que las primeras palabras del General Manager tras conocerse el resultado de la lotería fueron: «va a ser muy divertido explorar todas las opciones».

Así, tras una intensa noche en la que la santísima trinidad del NBA Twitter, Adrian Wojnarowski, Zach Lowe y Mark Stein, anunciaron que los Boston Celtics estaban manteniendo conversaciones con los Philadelphia 76ers para intercambiar picks en un traspaso más grande, era inevitable que los aficionados de los Orgullosos Verdes no se sintiesen un poco decepcionados. Con el corazón roto. Llevaban un mes, cuando no un año, leyendo, viendo vídeos y cogiendo cariño a Markelle Fultz, y ahora lo veían marchar a un rival no ya de Conferencia, sino de división.

Ahora, con 10 horas de sueño y un móvil estrellado contra la pared a las espaldas, toca analizar con la cabeza más fría el por qué de este trade. Y sí, como dice el título, puede que el traspaso sea la opción correcta. El problema es que aún siéndolo, esto puede acabar como el Rosario de la Aurora para los Boston Celtics

El traspaso sería el Sgt. Peppers and Lonely Hearts club band de Danny Ainge

El album más famoso de la historia no es el mejor disco de The Beatles, el honor es de Revolver, pero es el más conocido y escuchado por sus fans porque es aquel en el que el cuarteto de Liverpool experimentó, tocó y grabó lo que les salió absolutamente de las narices. Es la esencia del grupo. Y este traspaso sería lo mismo en la carrera de un Danny Ainge que cada día parece tener más presente a Red Auerbach en la cabeza.

Si con el famosísimo traspaso con los Brooklyn Nets el mormón consiguió realizar el sueño sin cumplir de Red: ‘sacar algo por Larry Bird y Kevin McHale cuando aún tenían algo de valor’, con este parece querer emular aquel traspaso del pick-1 de los Boston Celtics a cambio del pick-3 de Golden State Warriors (Kevin McHale y Robert Parish). En su día, ese trade salió bien y los Boston Celtics acabaron ganando tres anillos durante la década siguiente, aunque en el lado negativo podríamos apuntar que una franquicia que eligió a un base en primera posición del NBA Draft ganó cinco.

Solo el tiempo dirá cómo recordaremos este movimiento:, si como uno de los mejores de la historia de la franquicia, uno de los peores, o simplemente como uno más con el que todos sobrerreaccionamos dadas las cirncunstancias. Lo que está claro es que las espaldas de Danny Ainge no tienen nada que envidiar las de su ex-compañero Bill Walton, ha tomado la decisión más complicada cuando podría haberse limitado a draftear al que todos pensaban que era la decisión obvia y descansar sobre los resultados. ¿Que el chaval es todo lo que promete? Aplausos ¿Que se queda a mitad de camino? Quién lo podía saber,

Lo único que sabemos es que a Danny Ainge y a todo su equipo, como desveló en la tarde de ayer, les pareció que Markelle Fultz no estaba tan por delante del resto; sino que había hasta otros dos jugadores con un talento igual o superior al del base de Maryland. Porque es eso lo que ha pasado, ¿verdad?

El plan que nos gusta VS El plan que tememos

Porque el trade se puede entender, defender y justificar hasta el hartazgo. Al menos yo, que hace 24 horas no entendía nada, ahora mismo estoy más que contento con cómo se ha desarrollado todo este asunto del pick-1. Como ya sabrá el lector veterano, el pasado mes de Enero desarrollé la llamada teoría de los 2020´s según la cual los Boston Celtics no deben sacrificar ni un solo pick o activo para intentar mejorar la plantilla ahora. ¿Qué hay un agente libre atractivo como Blake Griffin o Gordon Hayward? Se le da un máximo. ¿Qué hay que dar una primera ronda más un joven por un veterano como Serge Ibaka? Cuelgas educadamente ¿Qué crees que hay una estrella disponible a cambio de un traspaso gordo? Revientas el teléfono.

Seguramente el lector que no nos conozca se preguntará a qué se debe esta falta de ambición, y la respuesta se resume en que el mejor equipo del Este en temporada regular solo pudo ganar un partido, y de milagro, a LeBron James y sus amigos; y estos a su vez solo pudieron ganar otro en las finales contra Golden State Warriors y el MVP al que eliminaron el año pasado. Con un núcleo de jugadores en el que todos los integrantes son más jóvenes que Isaiah Thomas, gastar activos en intentar ganar alguno de los siguientes 3/4 anillos es absurdo, por lo que el objetivo debe ser actuar como en Febrero: guardar los picks, guardas los jugadores y contratos jóvenes, e ir incubándolo todo en un ambiente competitivo hasta que la siguiente década se presente más amable.

Por eso, si Danny Ainge decidió que el jugador que más le gustaba de este draft seguramente iba a estar disponible en la ronda tres, estoy encantado de que haya dado el uno a cambio de ese jugador que tanto le gusta y otra primera ronda. Puedo estar molesto por el hecho de que no intentase sacar otro pick más, conociendo a Danny AInge seguramente lo intentase pero la directiva de los Sixers también compartiría la opinió de que la diferencia de talento en el top-4 era muy excasa. Así, tanto este año como el próximo (o en 2019 si la ronda no está en el rango 2-5) los Boston Celtics recibirán talento joven de primera calidad que se una a Jaylen Brown, Marcus Smart, Terry Rozier, Ante Zizic, Gerschon Yabusele y Abdel Nader con la esperanza de asaltar la siguiente década, cuando Skynet deje de enviar energía a LeBron y quizás los niños de la bahía descubran lo que es el orgullo competitivo.

Lo que sería una estupidez colosal es que Danny Ainge y su equipo sobrerreaccionase a la actuación de los Boston Celtics esta temporada y, en especial, esta post-temporada. En este caso, igual sufrieron la tentación de partir la ronda en dos para hacerla más atractiva en un trade por una estrella, o poder ofrecerla en un trade sin quedarte con nada en las manos. Cambiar un pick de primera ronda por un jugador que te va a ayudar a ser un mejor equipo cuando enfrente tienes a un jugador top-5 de la historia y a un equipo Monster top-5  del Universo, es tan insensato como equivocado.

Por el momento, todas las declaraciones de Danny Ainge y su equipo apuntan a que son conscientes de esta realidad en la que solo hay un equipo y medio aspirante al título de la NBA. Ahora solo el tiempo dirá si Danny Aige se equivocó o no, pero una cosa está clara: el trade tiene sentido y hay que tenerlo cuadrados para llevarlo a cabo.