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En la noche en que Jayson Tatum recibió la gran noticia de su primer año como All-Star en la conferencia del este, los Boston Celtics recibieron a los Golden State Warriors en lo que resultó siendo un partido trabajado por los errores que no permitieron cerrar el juego antes de tiempo, pero terminaron derrotando a los de Steve Kerr por 119-104.

Desde el inicio, luego del sentido y correspondiente homenaje en el TD Garden tras la pérdida de Kobe Bryant, Gordon Hayward fue vital para el arranque positivo de los Celtics, con 15 puntos en el primer cuarto para marcar la tónica y sacar la ventaja de dos dígitos, que iba a ser una constante a lo lago del partido.


Con el complemento de jugadores como Grant Williams y Semi Ojeleye, saliendo desde el banco para contribuir en el costado defensivo en el segundo cuarto, mientras que Kemba Walker y Jayson empezaban a carburar en ataque.


Sin embargo, en cada intento de quebrar el partido por parte de Boston, llegaban las pérdidas tontas que daban vida a los Warriors y mantenían todo en espera hasta el cierre del encuentro.

No obstante, el lado positivo fue que el partido nunca estuvo en riesgo con una sobria actuación de los Orgullosos Verdes que ganaron 119-104.

Gordon terminó el partido con 25 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias, Jayson con 20 tantos y 6 tableros, Marcus Smart fue letal desde la línea de tres puntos y aportó otros 21 tantos en una noche en la que cinco Celtics terminaron en dobles digitos y hasta el bueno de Carsen Edwards pudo tener minutos.


Foto: Celtics.com