Los Boston Celtics llevan una temporada muy irregular azotada por las rachas positivas y negativas y los cambios de humor constantes, pero si alguien ha sufrido más que otros ha sido Al Horford. Con el desplazamiento de Aron Baynes a la segunda unidad y tras la lesión propia y la de “All Australia” las cosas no mejoraron. La vuelta a la pista del hombre del moño en la cabeza parece revitalizar los poderes del dominicano y acá les traeremos un análisis de esta pareja tan particular.
Potenciando al potenciador
Al Horford es un jugador todo terreno: defiende, arma juego, abre la cancha, mejora a sus compañeros, no acapara las luces etc. como siempre decimos es un potenciador de virtudes ajenas, relegando en muchos casos su propio beneficio en favor del conjunto.
Aron Baynes cumple con funciones similares al nacido en Puerto Plata, pero a diferencia de Al Horford, el australiano parece tener impacto directo en el nivel del ex Atlanta sobre todo a la hora de compartir cancha y volverse una muralla defensiva más difícil que escalar el muro de Invernalia.
Durante mucho tiempo hemos escuchado como el #42 reclamaba una y otra vez jugar en la posición de power forward, que considera la más adecuada para su desempeño. Esto solo pudo hacerlo cuando Aron Baynes llegó a Massachusetts, ya que hasta ese momento estaba desempeñándose la mayoría del tiempo como center.
Su tiempo en Georgia había trascurrido haciendo los papeles de cinco y durante su primer año en Boston también sus funciones discurrieron por esos lados, claro que, con un rol más organizativo a nivel global de juego, pero ocupando la posición de hombre grande debajo del aro.
Cuando Kyrie Irving arribó a los Celtics lo que esperábamos desde el Despacho es que el dominicano continuara con sus funciones de center (el año anterior el small ball había sido la clave), pero ante la sorpresa de todos realizó un trabajo físico muy fuerte en verano, bajando de peso y ganando en movilidad, esa que requería justamente para jugar en posición de cuatro frente a rivales versátiles y de mayor movilidad.
Lo mejor de Al Horford en su primer año en Boston se había visto en el costado ofensivo: con la baja de peso y la inserción de Baynes su nivel competitivo defensivo se disparó por los aires, llevando a la defensa de los orgullosos verdes a la cima de la NBA.
La combinación del Australiano y el dominicano fue fundamental para llevar a un grupo de inexpertos hasta finales de conferencia. La utilización de Aron Baynes como ancla en la pintura y Al Horford como una especie de finalizador defensivo, le dieron la identidad necesaria a un conjunto completamente nuevo (solo tres jugadores habían sobrevivido del último año) para luchar por el dominio de la conferencia.
Si Al Horford había elevado a sus compañeros, esta vez fue el mismo Baynes quién posibilitó el salto cualitativo del #42.
La importancia de Aron Baynes
Cuando el australiano firmó su continuidad este verano, fue un alivio para muchos de los que seguimos de cerca al conjunto de Massachusetts. A lo largo de todo el año había demostrado que los pergaminos estadísticos que traía de su paso por Detroit y San Antonio no eran un espejismo.
Dentro de su rol limitado, el nacido en Gisborne traía consigo la fama de buen defensor y ésta la replicó bajo los mandos de Brad Stevens, sumándole una faceta ofensiva hasta el momento desconocida en su repertorio, como fue el tiro de 7.25 mts (fundamental en tiempos de playoffs).
El “Vikingo” es un jugador de equipo en toda su expresión, ninguna decisión que tome el #46 tiene el signo del egoísmo. Siempre va a ponderar el bien global por sobre el de su propio bienestar y en esto incluimos su físico, el cual expone continuamente con tal de resguardar su aro, abrirle caminos en ofensiva a un compañero u ordenar la defensa desde el fondo marcándole a sus compañeros la jugada correcta.
El hecho de que Baynes sacrifique su físico sin remordimientos ha servido como un alivio para Al Horford, quien pudo desarrollar un rol más fino, encargándose de jugadores más móviles como Giannis Antetokounmpo, Kristap Porzingis, Ben Simmons, Kevin Love, etc.
Con el #46 en cancha los Celtics están teniendo 96.6 de defensive ratio mientras que cuando este no está en el parquet, los números se desploman hasta 105.2, por lejos el mejor diferencial a la hora de medir detenciones del rival.
Juntos son mejores
Como Thelma necesitaba de Louise, estos dos son tan complementarios que el propio entrenador, tras la vuelta de la lesión del australiano, dijo que necesitaba encontrar más tiempo para que estos compartan pista y, si las razones que nombramos con anterioridad no son suficientes, las estadísticas corroboran las sensaciones visuales.
La conjunción de ambos en cancha da un diferencial de +8 para las estadísticas del Dominicano, dentro de las alineaciones de dos jugadores es la mejor de todas. Stevens ha notado esto también y el salto cualitativo de Horford los últimos cuatro partidos dan cuenta de ello.
Tras el retorno de la lesión de Aron Baynes (5 victorias), el ex Atlanta ha elevado su rendimiento al mejor de lo que va de la temporada con 17.8 pts, 7.8 reb, 1.8 bloq, con 66% de campo y 50% en triples, sumado a un 120 de off ratio y 110.7 de defensive rartio dando un diferencial de net rating de +10.
Por el lado del Autraliano la cosa también es positiva. Los cinco encuentros tras su vuelta del problema en la mano lo acompañan de un off ratio de 107.9 y un def ratio de 96.6%, sumado a que su aporte es positivo en 5 pts en global.
Si Al Hoford es el alma del juego de Brad Stevens, Aron Baynes es su pilar defensivo y el punto en donde se edifica la defensa de los orgullosos verdes. Ambos aportan aspectos positivos a sus compañeros, que se ven potenciados por su presencia en cancha, pero lo bueno de todo esto es que también logran complementarse entre ambos siendo igual de positivos para su propio juego.
Encontrar perfiles que se benefician mutuamente es fundamental para lograr las mejoras colectivas, por lo que no se extrañen de cara al resto de la temporada ver a estos dos jugando más tiempo juntos.
Fuentes estadísticas:
Nba Stats
Videos Youtube: Tomek Kordylewski