En un verano tan ajetreado como el de los Boston Celtics, su firma pasó prácticamente inadvertida. Lógico cuando en un equipo aterrizan figuras como Kyrie Irving o Gordon Hayward. En el momento en que la franquicia de Massachusetts anunció su fichaje, muy pocos —sobretodo en suelo norteamericano— habían oído hablar de él, y otros pocos, ya en Europa, apenas conocíamos su buen hacer. Sí, jugaba en Euroliga. Sí, era una pieza importante de su equipo. Sí, es internacional con Alemania. No; no nos esperábamos esto. Antes era una incógnita, pero ya sabemos muy bien quién es Daniel Theis.

Ya desde la primera investigación sobre su figura se puede observar qué pensó Danny Ainge a la hora de llamar a la puerta del jugador alemán. Defensa, rebotes, y buena mano desde la media-larga distancia. Tres puntos que desde luego necesitaban los Celtics desde hace unas temporadas. El movimiento tenía mucho sentido, aunque su futura adaptación a la NBA, como era de esperar, producía algún interrogante. Nada más lejos de la realidad. Haciendo gala de uno de los principales clichés de su país de origen, Theis ha llevado a Boston la fiabilidad alemana.

El ex de Brose Bamberg ha sabido trasladar sus virtudes desde dicha localidad germana hasta Boston con solo una muestra de su pasaporte. Sin controles de seguridad; sin esperas. El mejor defensor de la pasada edición de la Bundesliga no ha notado el salto en demasía, y se ha convertido por pleno derecho en una de las mejores herramientas que posee Brad Stevens entre sus suplentes. La segunda unidad ha tenido mucho que ver en el éxito de los Celtics en estos primeros compases del curso, y Theis no se ha escondido en la oscuridad del banquillo esperando a su oportunidad. Motor silencioso, pero terriblemente eficaz.

Antes de que el panorama de los Celtics volara completamente por los aires con el megatraspaso que trajo a Irving a cambio de Isaiah Thomas y Jae Crowder (entre otras cosas), el jugador alemán era uno de los principales señalados como posible descarte, pero esos eran otros tiempos. Ahora, Theis es uno de los primeros en saltar a la cancha con las sustituciones de Stevens y su desempeño en defensa ha contribuido a que Boston sea la mejor franquicia de la NBA en este apartado. Su registro en Defensive Rating‘ es de 97.4, lo que lo coloca entre la zona noble de la competición. La marca en su estreno en la mejor liga de baloncesto del mundo impresiona, pero ver a otros siete jugadores de los Celtics con una cifra aún inferior es simplemente alucinante. La mejor defensa del campeonato no es una frase que se dice por decir.

Alabar la labor de Theis alrededor de la canasta de los Celtics no viene solo gracias a los números. El teutón ha lidiado con auténticas bestias, y ha salido airoso en multitud de ocasiones. Embiid, Porzingis e incluso Kyle Kuzma han tenido sus peores noches ante Boston; una ejecución global casi perfecta personificada en agentes como Theis y por supuesto Aron Baynes, que también da para hablar de él largo y tendido. Parece que el miedo a las alturas ha disminuido en el TD Garden, y eso, además de a la defensa, se debe a la fulgurante mejoría en el apartado de los rebotes. Y sí, el internacional alemán también tiene mucho que decir aquí.

Su presencia en el tablero rival ha dado un soplo de aire fresco a esos Celtics que no atrapaban un rechace del aro ni en un contraataque de cuatro contra uno. El recuerdo de los balones pasando entre los brazos de Tyler Zeller aún está dolorosamente latente. Theis está siempre con una mano en la pelota cuando ésta no entra en la canasta, ya sea palmeando, forzando faltas personales, o sacando de nuevo la jugada hacia el perímetro para reiniciar la ofensiva. Visto lo visto en las últimas temporadas, esto sí que es una novedad.

En un promedio de unos 14 minutos en cancha, Theis está registrando más de 4 puntos y 4 rebotes por encuentro, además de casi un tapón. Los números acompañan, pero lo que realmente llama la atención es la sensación de que cada vez que el jugador germano pone pie en el parqué va a aportar algo. Con más o menos acierto, pero nunca pasa desapercibido. Quizás, su presencia en ataque sí que está quedando algo más olvidada debido a su poco atrevimiento en tiros en suspensión. Bajo el aro, Theis no ha mostrado ningún problema a la hora de jugarse el físico para anotar, pero no nos ha dejado ver su buena muñeca como sí hacía con Brose Bamberg o en el pasado Eurobasket con Alemania. Tan solo algún esporádico lanzamiento desde el triple —33% de acierto— ha alterado esta tendencia.

Sea como sea, los Boston Celtics se han sacado un inesperado as de la manga. De la nada, se echó ojo a este alemán de 25 años y se lo ha reclutado para el baloncesto de élite. Las expectativas no eran altas, pero eso no oculta la sorpresa que ha producido su rendimiento en este primer mes de campeonato. Por supuesto que hay cosas que pulir, ya que Theis a veces se pierde en el entramado defensivo de Brad Stevens con tanto cambio de marca y en muchas ocasiones peca de novato al caer en amagos rivales y comete demasiadas faltas personales. Danny Ainge completó su particular ‘plan renove’ este verano, y una vez visto todo lo que ofrecía el concesionario hizo lo que tantos otros y se dejó llevar por un buen motor alemán. Ese nunca falla.

 

Foto: Boston Globe