Puntuales, rectos, directos, prácticos, eficientes, serenos… hay tantos estereotipos positivos alrededor de la nacionalidad alemana que me parece hasta pretencioso intentar enumerarlos. Sin tener la más remota idea sobre la personalidad de Daniel Theis, tengo que afirmar que su estilo de juego encaja perfectamente en ese molde, y en el reciente partido contra los Detroit Pistons, pudimos ver la mejor actuación del jugador desde que viste el verde de los Boston Celtics.
Allá por el verano de 2017, tan lejos y tan cerca en nuestras memorias, Daniel Theis llegaba por la puerta de atrás, y sin hacer mucho ruido, a un equipo totalmente renovado. Tras ganar tres campeonatos nacionales, y ser nombrado mejor jugador defensivo del país, el natural de Salzgitter conseguía convencer a los Ainge para debutar en la mejor liga del mundo, y nos pillaba a todos por sorpresa.
Si bien es cierto que el equipo necesitaba jugadores productivos, y con contratos asequibles, para recomponer una plantilla que se había desprendido de todos sus agentes libres, en ningún momento nadie vio venir la firma de este espigado europeo.
Tras celebrar el título, y con poco más de una semana de negociaciones, los Celtics conseguían a su enforcer, Ainge culminaba un scouting de más de 6 años y Daniel Theis, tras tener que esperar muchas semanas para estampar su firma, hacia las maletas hacia la NBA.
Las expectativas entorno a este especialista defensivo con buena muñeca no eran muy altas. Se esperaba que tuviese un rol marginal, pocos minutos y dependiendo excesivamente del rival que tuviese enfrente. Siempre existen dudas alrededor de jugadores del viejo continente que basan su estilo en el sacrificio físico.
Y, aunque tardó un poco en encontrar su sitio, Daniel Theis se ha afianzado como uno de los suplentes más importantes para Brad Stevens, sabiendo aprovechar estupendamente los minutos que está en pista, aportando energía y productividad a un banquillo muy necesitado.
Hemos podido ver muy buenas actuaciones a lo largo de la temporada, casi siempre marcadas por su esfuerzo bajo los tableros y sus interminables brazos, pero el pasado 23 de febrero, y ante rivales complicados como los son Blake Griffin y Andre Drummond, el #27 jugó su mejor baloncesto de la temporada, justo cuando los Celtics más lo necesitaban.
En un partido en el que Aron Baynes se lesionó al poco de comenzar, y en el que Al Horford (pese a su gran trabajo defensivo) y Jaylen Brown no tuvieron sus mejores noches, los Celtics confiaron en Daniel Theis para solucionar la papeleta, y cumpliendo todos los estereotipos mencionados, el interior realizó con creces la misión encomendada.
A nivel numérico se fue hasta los 19 puntos, con un 8 de 10 en tiros de campo, dos de dos en triples, 7 rebotes (4 de ellos ofensivos), 2 robos y 2 tapones, en tan solo 20 minutos de juego.
Parecía que los pesos pesados de la zona Piston podían con él en cada envite, apabullando y hundiendo contra la canasta al rookie, pero Theis pudo con todo eso, sobreponiéndose a un clara desventaja física con inteligencia y saber hacer. Consiguió que Blake Griffin, jugador al que más defendió, perdiese 3 balones, y que solo pudiese anotarle una canasta de las cinco que intentó cubierto por el alemán. Además, fue el jugador que más balones desvió, el que más tiros contestó y el que más box out hizo.
Pero fue en ataque donde más brilló, solo fallando dos canastas, siendo muy agresivo en el rebote y demostrando que las defensas no le pueden dejar tirar abierto. Siempre me pareció que Theis era un jugador muy práctico e inteligente en ataque, algo que achacaba a su pasado en Europa. Conocía su papel, lo cumplía, y además no molestaba e incluso facilitaba el de los demás. Este partido contra los Pistons me ha demostrado que, si le nutres de balones, también va a ser capaz de devolverte la confianza depositada con efectividad.
No creo que veamos a Theis tonteando con los 20 puntos muchas más veces, pero el hecho de contar con un jugador tan productivo en el banquillo es un lujo con el que pocos equipos pueden contar. Su capacidad defensiva, sobre todo a la hora de alterar tiros y entorpecer la circulación rival, siempre será un factor a tener en cuenta, si consigue seguir sumando puntos en partidos en los que otros no pueden, el fichaje de ese «desconocido» va a salir muy rentable.
Danny Ainge había perdido a casi toda su plantilla, y para reforzar un banquillo muy joven, buscó en Alemania a alguien efectivo, sereno, práctico y puntual, el tipo de reserva que sabes que va salir y rendir. No es muy políticamente correcto usar estereotipos, pero, Daniel, amigo mío, gracias por ser tan alemán.
Foto: Boston Herald
Datos: NBA Stats