Los Boston Celtics regresaron a Massachusetts luego de una extensa semana en el otro lado de los Estados Unidos visitando la costa oeste en una gira que resultó bastante accidentada, de manera que llegó al TD Garden con la ausencia de Marcus Smart, Kyrie Irving y Shane Larkin, de forma que el único base con el que contaron fue el frenético Terry Rozier, que se encargó de mantener al equipo en ruedo y llevarse una nueva victoria en condición de local.

Los primeros minutos de Rozier fueron alucinantes, con once puntos y cocinando desde el inicio del juego, para no dar terreno a los visitantes de tomar ventaja ante las importantes ausencias en los Celtics. A lo largo del encuentro, el porcentaje de acierto fue bajando tanto como la cantidad de tiros que tomó, pero aportó en todos los apartados para mantener el partido en control a lo largo de toda la primera mitad.

Como si fuera poco el gran nivel del Tren, Jayson Tatum y Jaylen Brown también se hicieron presentes en el encuentro, anotando en momentos claves y siendo fundamentales para no dejar que la ofensiva verde se fuera al abismo al no contar con su eje principal. Boston cerró la primera parte arriba 50-45 con 12 puntos de Brown y 11 de Rozier pero no lograba frenar la bestia de los rebotes que es Enes Kanter y lograba tener a sus Knicks en juego.

Al contrario de lo que venía sucediendo en los últimos partidos, los Celtics dominaron la segunda mitad de una forma abismal. Con un parcial de 53-28, los de Brad Stevens ganaron por 33 puntos con un marcador final de 103-73. Ante la imposibilidad de anotar de los Knicks desde cualquier parte de la cancha y con el clásico partido malo de Kristaps Porzingis contra Boston (16 puntos en 18 tiros), las cosas se hicieron muy fáciles para unos Orgullosos Verdes que se potenciaron desde la defensa y el desacierto de su rival desde los tiros de campo.

Desde la banca, Marcus Morris fue vital para Boston, sumando 20 puntos hasta que salió lesionado por una falta mal intencionada y a destiempo de Michael Beasley que lo terminó sacando del partido por golpearse inmediatamente contra el suelo luego de una clavada. Terry terminó con un triple-doble en su primer partido como inicialista en la NBA, con 17 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias, junto con el siempre funcional Al Horford que sumó 14 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias en la amplia victoria ante los Knicks en la vuelta al TD Garden.

 

Foto: Twitter @Celtics