Terry Rozier fue, la temporada pasada, una de las mejores noticias de los Boston Celtics en un curso plagado de lesiones. Desde que por primera vez se erigiera como base titular de los Orgullosos Verdes en un encuentro en el TD Garden que cerró con un triple-doble, impresionó a propios y extraños con un buen sentido del ritmo y una extraordinaria gestión de la pelota (llegó a repartir hasta 24 asistencias de manera consecutiva sin sufrir ni una sola pérdida) que jamás se podrían intuir en el alocado suplente que llevaba dos irregulares años en Boston.

Tras la posterior y definitiva lesión de Kyrie Irving, el equipo quedaría completamente en sus manos durante el final de la temporada y todos los Playoffs. Los resultados hablan por sí solos: los Boston Celtics se quedarían a 4 minutos de las NBA Finals 2018  gracias en parte a la actuación de un base que firmó 16.5 puntos, 5.3 rebotes, 5.7 asistencias y 1.3 robos.

Fue tan convincente su actuación durante los meses de abril y mayo que hubo hasta personas (seguramente adictas a una o varias sustancias psicotrópicas) que sugerían prescindir este verano de 2019 de Kyrie Irving para quedarse con un Terry mucho más barato y de prestaciones parecidas… en fin. En el extremo contrario estaban aquellos que pedían el traspaso de un jugador que alcanzaba su pico en lo que a valor se refiere justo el estío antes de ser agente libre.

En el medio nos encontrábamos todos aquellos que apostábamos por perder a Terry Rozier en 2019 aunque fuese gratis si eso significaba ir con todo a por el anillo durante la presente temporada. Un quinteto sólido como el granito y un banquillo con calidad suficiente como para entrar en Playoffs por sí solo, liderado por un base titular, fueron los protagonistas de muchos sueños húmedos hace apenas unos meses.

 

El tren es titular o se descarrila

Finalmente, de alguna manera, los más equivocados fuimos todos estos que nos quedamos en el medio. Y es que, como ya he dicho hasta en dos ocasiones a estas alturas del texto: Terry Rozier es un base titular. Temporada 2018/19:

  • Titular: 3 partidos, 16.0 puntos, 5.3 rebotes, 4.7 asistencias, 2.3 robos, 56.7 FG%, 47.1 3P%.
  • Suplente: 34 partidos, 8.1 puntos, 3.8 rebotes, 2.5 asistencias, 0.8 robos. 36.8 FG%, 34.8 3P%.
  • Sus promedios caen un 20 % de campo y un 13 % desde el triple cuando es suplente.

Obviamente, esta muestra está contaminada al jugar muchos más minutos cuando sale de titular que cuando lo hace como suplente, pero sirvan para demostrar – por abultados, lo que es una realidad evidente: Terry Rozier es un jugador que necesita minutos y balón para ser efectivo. Algunos soñábamos con que acabase convirtiéndose en un microondas como ha habido tantos en esta liga (siendo Lou Williams el ejemplo reciente por antonomasia) pero la realidad es que el ex Louisville está lejos de ser ese tipo de jugador.

No solo está lejos de serlo sino que no tiene ningún tipo de interés en intentarlo. Las declaraciones que dejó el pasado domingo y que recogimos en nuestro podcast (“Hay muchos bases suplentes en esta liga que lo hacen bien porque son suplentes. Yo no lo soy«) dejan meridianamente claro dónde está puesta la cabeza del base suplente de los Boston Celtics a día de hoy.

No voy a decir que el jugador debe agachar la cabeza y aceptar el rol que le corresponde en un equipo que tiene a uno de los mejores jugadores de la NBA en su posición porque, al igual que él, creo que tiene calidad más que de sobra como para ser titular en varios equipos. Es más, no lo creo, lo sé, todos hemos visto como en Playoffs ya ha dejado mejores actuaciones que otros muchos jugadores con un cartel mucho mayor que Tito.

El problema, de nuevo, reside en que los Boston Celtics tienen a su jugador franquicia en esa misma posición. No solo eso sino que está firmando la mejor temporada individual de su carrera y, pese a ser agente libre en seis meses, desde el inicio de este curso solo ha hecho que repetir una y otra vez su intención de renovar en Massachusetts. La última vez no fue ni hace 48 horas («Estoy trabajando en mejorar mi química dentro de la pista con Gordon [Hayward] no solo para este año sino para los venideros»).

Todo esto nos deja un escenario imposible en el que o Terry Rozier asume y empieza a rendir en un rol en el que rara vez se ha sentido cómodo (plot twist: desde mi rajada el pasado domingo el jugador lo ha hecho francamente bien en sus últimos partidos) o los Boston Celtics le traspasan.

Hemos bromeado mucho en esta comunidad con que los Boston Celtics parecían responder demasiado bien a las lesiones de sus jugadores, y algo que fue una ventaja hace justo un año empieza a parecer el síntoma de algo mucho más preocupante: a los Orgullosos Verdes les faltan balones y minutos o les sobra un jugador.

Por posición (base), rol (23 minutos por partido) y situación contractual (agente libre restringido en apenas seis meses y al menos media docena de equipos interesados en darle un contrato que Danny Ainge no puede siquiera soñar con pagar a su hijo favorito), el «tren» Rozier parece ser la respuesta lógica al traspaso que el equipo lleva pidiendo desde hace al menos 9 semanas.

Las malas noticias para los Boston Celtics, más allá de perder a un jugador notable y uno de los mejores picks que ha realizado Danny Ainge en su carrera como General Manager, es que con solo este curso firmado y la pobre temporada realizada hasta el momento, su valor dista mucho de ser el mismo que el del pasado verano.

Por contra, hay dos cosas que quizás jueguen a favor del nigromante que maneja los hijos de los verdes. La primera es que la agencia libre de Rozier es restringida por lo que aquel equipo que consiga hacerse con sus servicios tendría derecho a igualar cualquier oferta que llegue por él, y ningún equipo debería estar dispuesto a pagar más dinero a un jugador que aquel que ya dio la oferta más alta por él meses antes.

 

Posibles equipos para Terry Rozier

La segunda, y quizás más importante, es el amplio número de equipos que al parecer se ha interesado en el tren. La cifra de franquicias con el nombre de Terry en su pizarra, que ha variado entre los siete y los nueve equipos durante las últimas semanas, nunca ha bajado de la media docena; con dos acaparando la mayoría de los titulares: Phoenix Suns y Orlando Magic.

  • Phoenix Suns: los de Arizona llevan necesitando un base de garantías casi desde Steve Nash. Tanto es así que la única vez desde la salida de Mike D´Antoni que la franquicia fue medianamente competitiva lo acabó tirando por la borda al intentar probar a TODOS los bases de la NBA la temporada siguiente; en la 2014/15 dieron un jersey a Isaiah Thomas (gracias por esto de nuevo, amigos), Tyler Ennis, Eric Bledsoe (who?), Goran Dragic, Zoran Dragic, Seth Curry A.J. Price, Jerel McNeal y Marcus Thornton, que no es exactamente base pero me apetece meterlo para recordar que se lo dieron los Celtics a cambio de un señor que un par de años después quedaría 5º en la votación al MVP.  Volviendo al basket, ahora que aún hay un equipo en Arizona, por cualidades (complementario con Booker en su juego) y edad, su futuro encaja perfectamente con el del resto de jugadores jóvenes y prometedores que hay ido acumulando los Suns a lo largo de estos años de infamia. Devin Booker y Terry Rozier es un backcourt que cuanto más piensas en él, mejor pinta.
  • Orlando Magic: lo mismo de antes pero sin bases (de ningún tipo) y un núcleo de jugadores ni tan jóvenes ni con tanto talento.

Aunque no hayan trascendido los nombres de los equipos interesados más allá de estos dos ya citados, vamos a especular un poco más con posibles destinos para el base: uno que se cae por su propio peso y un segundo para compensar las otras tres opciones que hemos mostrado hasta ahora.

  • New York Knicks: la franquicia entera se encuentra en esta situación lo que llevamos de Siglo XXI pero por acortarlo a la posición de base, está un poco en el aire. Un base joven pero aún así contrastado como Rozier, vendría de maravilla a un equipo necesitado de experiencia. Pese a alguna carencia más que evidente en su juego (pick and roll), el tren es capaz de anotar a los tres niveles, defender de manera bastante competente y es posiblemente el mejor reboteador de su tamaño en la NBA. Por alguna razón, sus características se ajustan francamente bien con las de la estrella local, Kristaps Porzingis.
  • San Antonio Spurs: sí, llevan sin hacer un traspaso durante la temporada regular desde 2014, pero Gregg Popovich jamás había tenido un problema con sus estrellas en todas su carrera y…. bueno. Tras la salida de Tony Parker y la lesión de Dejounte Murray, los de San Antonio tienen un hueco del tamaño de Baron Davis en su backcourt que el bueno Pops está, como de costumbre, salvando con unos rituales satánicos que han convertido a Derrick White y Bryn Forbes en jugadores más que solventes. Con una agencia libre bien cargadita (por favor, dios del baloncesto Bill Russell, lleva a Kemba a San Antonio de una vez), esta solución sería poco más que un parche de cara a que los Spurs sean un año más (y va…) en Playoffs.