Es muy difícil de argumentar que los Boston Celtics no han sido la franquicia más divertida de seguir en la NBA durante los últimos 12 meses. Su último año natural ha mezclado los mejores ingredientes de cualquier obra de Shakespeare (ambición, deseo, odio y traición) con 100 partidos de baloncesto al máximo nivel, en la mejor competición deportiva del mundo.
Lo ha hecho además en un continuo crescendo en cuanto a emociones e interés se refiere. Si la pasada temporada la afrontábamos expectantes ante cómo iba a jugar ese equipo que acababa de sumar su segundo jugador con nivel All-star, vivimos un inicio lleno de lesiones, la temporada de Isaiah Thomas a nivel MVP, los rumores sin fin habituales de Febrero, la locura de unos preciosos y emotivos Playoffs, el traspaso del pick-1 y, de guinda, el trade parricida entre Isaiah Thomas y Kyrie Irving.
No ha habido ni quince malditos días de descanso, creednos, lo sabemos bien.
Finalmente, tras dos semanas sin sobresaltos en los que al fin hemos podido ver a los jugadores vestidos de corto, y los directivos se volvieron a vestir de largo tras meses de jugar al golf pendientes del teléfono, tenemos un equipo que analizar sin que nadie venga a cambiarnos el 50 % de la plantilla y a destruir nuestro trabajo. Gracias, Danny Ainge, por enseñarme a no hacer previas de 2.000 pañabras en Julio.
El gran dilema, ¿qué quinteto usarán los Boston Celtics?
Desde que saliese Avery Bradley y llegase Gordon Hayward a los Boston Celtics, esa ha sido la gran pregunta que nos hacíamos en nuestra cabeza todos los Orgullosos Verdes. Ha sido también motivo de debate no una sino hasta en dos ocasiones en nuestro podcast.
Con solo tres jugadores con, a priori, el cartel de titular en el equipo, Kyrie Irving, Gordon Hayward, y Al Horford, los puestos que nos bailan a todos son el de escolta y center titular – asumimos que Al Horford cerrará y jugará los partidos importantes y Playoffs como el #5 del equipo, pero solo con oírle hablar (o a su hermana) queda meridianamente claro que no es un rol que quiera para los 82 partidos de temporada regular.
Si es por galones e incidencia en el juego, los Marcus deberían ser titulares. Marcus Smart es el jugador que más tiempo lleva en la franquicia, quien mejor conoce el sistema de Brad Stevens, y sobre el papel es un complemento perfecto para Kyrie Irving; uno aportaría la anotación y la creatividad, el otro la seguridad defensiva y el control de los tiempos. Por su parte, Marcus Morris jugó de titular los últimos 159 partidos que estuvo disponible y lleva sin ser suplente desde sus años en Phoenix.
Sin embargo, la inexperiencia del banquillo y los ya mencionados deseos de Al Horford de no quemarse toda la temporada como center titular del equipo, hace que a día de hoy ninguno de los dos sea visto como titular. Es más, Brad Stevens puso como tal a Marcus Smart en el primer partido de pretemporada y el base texano le pidió salir desde el banquillo, rol desde el que destacó el pasado curso.
Así, un jugador como Jaylen Brown, con un techo aún por descubrir pero con unas cualidades (y tamaño) que gustan mucho a Brad Stevens a día de hoy, es el ideal para ocupar la posición de escolta titular. Defensa, triples abiertos y penetraciones suicidas ya están sobre la mesa de Jaylen, lo divertido será ver qué más cosas trae este año. Por su parte, Aron Baynes ha sido el jugador que más ha sorprendido para bien durante estas cuatro pachangas otoñales a unos aficionados que lloran de alegría cada vez que un jugador de los Boston Celtics coge un rebote y/o se faja en la pintura.
Con todo esto, el quinteto debería ser:
Kyrie Irving
Jaylen Brown
Gordon Hayward
Al Horford
Aron Baynes
¿A qué van a jugar estos Boston Celtics?
Hay dos cosas que llaman la atención según se mira ese quinteto. La primera es el talento, con tres jugadores con calidad All.star y un cuarto con potencial más que suficiente para conseguirlo. La segunda, y no menos importante es el tamaño, hay 33 centímetros de diferencia entre este quinteto y el que presentaron los Boston Celtics en el primer partido de la temporada 2016/17.
Los verdes han pasado de tener el backcourt más bajo de la NBA (1.75 y 1.88 de Isaiah Thomas y Avery Bradley) a ser uno de los más altos (1.91 y 2.01 de Kyrie Irving y Jaylen Brown, respectivamente). Además, si el año pasado solo se contaba con dos grandes reboteadores con Marcus Smart y Terry Rozier (más las ocasionales ayudas de Avery Bradley y Jae Crowder), este año tanto los dos ya citados como Gordon Hayward, Aron Baynes, Jaylen Brown y Jayson Tatum han demostrado estar por encima de la media en su posición. El equipo no será uno de los mejores capturando rebotes, pero seguro que no estará entre los peores; como venía siendo costrumbre.
Andrés ya hablado en web y podcast más detenidamente sobre cómo jugará este equipo. Pero de manera breve, se esperan unos Boston Celtics con un movimiento de balón infernal para sus rivales en el costado ofensivo, con hasta cuatro jugadores en la plantilla capaces de pasar muy bien el balón y otros tantos capaces de fabricarse sus propios tiros. Kyrie Irving, Gordon Hayward, Al Horford, Marcus Smart, Shane Larkin y Jayson Tatum (este no a nivel NBA) son jugadores que en el pasado han cargado con el peso de armar el ataque de sus equipos; y lo han hecho con éxito. Además, Terry Rozier lo hizo durante sus años en Louisville y se empiezan a ver señales de mejoría en su juego a nivel NBA, tranquilizándose por fin. Es un equipo con una IQ elevadísima (Baynes también entendió con éxito el complicadísimo sistema de Gregg Popovich), gran capacidad de pase y anotación en aclarados (Kyrie Irving, Gordon Hayward, Al Horford y Jayson Tatum). Todo pinta bien en ataque, sobre todo cuando los jugadores lleven meses jugando juntos.
En defensa, si bien se tardará más en ajustar las piezas, tampoco debería haber demasiados problemas. Sin ser mejor ni más tenza defensor que Isaiah Thomas, Kyrie Irving al menos ya no tiene el handicap de la altura. Pero lo mejor es que Brad Stevens ya está viviendo su sueño húmedo en cuanto a tamaño y versatilidad. Marcus Smart, Jaylen Brown, Gordon Hayward, Marcus Morris, Jayson Tatum, Semi Ojeleye y Al Horford son siete jugadores que pueden cambiar en defensa del #1 al #4. Además de eso hay otros dos capaces de defender muy bien sus posiciones, Terry Rozier y Aron Bynes (quizás también el recién adquirido Daniel Ochefu); y solo tres malos defensores: Kyrie Irving, Shane Larkin y Gerschon Yabusele.
Un quinteto capaz de anotar ante cualquier defensa y una banquillo con potencial de frenar a todos los banquillos de la NBA… y varios quintetos titulares. Al menos sobre el papel las cosas no podían pintar mejor en Boston.
Récord
«La pasada temporada el récord logrado fue de 53-39, en una Conferencia Este más débil de lo ya habitual a causa de los pésimos arranques de temporada de los Washington Wizards y los Miami Heat, así como del bajón/descanso final de LeBron y sus amigos. Este año, con la evidente mejoría en el quinteto, mucho más equilibrado en aspectos fundamentales como el rebote, más opciones ofensivas, y jugadores más capaces de ejecutar el sistema defensivo de cambios que lleva intentando implemetnar su entrenador de 2014, es de esperar que la cifra de victorias salte hasta la barrera de las 60. Cualquier cosa en el rango de las 57-61 es una apuesta segura a día de hoy».
«La duda reside hasta dónde te permitirá escalar este número en la Conferencia. Equipos como Washington Wizards y Milwaukee Bucks deben ir para arriba tras un año más de experiencia y una temporada de la que sentirse más orgullosos y a la que mirarán en búsqueda de esa confianza que tan malas pasadas ha jugado a ambos. Los Toronto Raptos siguen en ese terreno de nadie hasta ahora reinado por unos Atlanta Hawks que lucharán por entrar en Playoffs, mientras que equipos como Detroit Pistons y Charlotte Hornets deberían ser considerados como franquicias-Schrödinger: pueden estar muertos o vivos, o las dos cosas a la vez, pero nadie lo sabrá hasta que no se abra la temporada. Miami es otro equipo que debería crecer tras un final de temporada realmente impresionante y una post-temporada que fue sus antípodas: mucho hype al principio y Kelly Olynyk al final. En el pantano del tanking, nadie sabe qué pueden hacer o estar buscando Indiana Pacers y Orlando Magic, los Nets han mejorado su plantilla en cuanto a talento, pero empeorado en equilibrio, y el mundo espera expectante el renacer de Philadelphia».
«Sí, no he hablado de los Cleveland Cavaliers, pero es que no me gusta hablar sin saber. Y cuando ni siquiera sabes si su segundo mejor jugador, y futuro de la franquicia, va a vestirse de granate en Octubre, o si el mejor jugador de su historia va a afrontar el año con el anillo en el horizonte o como uno de transición, pues nadie puede decir que sabe qué va a pasar con ellos. Mi suposición es que Kyrie Irving se irá, LeBron James irá recitando una serie de declaraciones que ya tiene listo su entorno para salir en verano y por el medio ganarán al menos 50 partidos. Porque es LeBron James y tú, no».
Mi brindis al Sol:
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Boston Celtics (60-22)
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Washington Wizards
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Cleveland Cavaliers
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Toronto Raptors
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Milwaukee Bucks
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Miami Heat
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Charlotte Hornets
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Philadelphia 76ers
Esto fue lo que escribí el pasado mes de Junio y la verdad es que no cambiaría nada salvo el último párrafo. Los Cleveland Cavaliers son un mejor equipo que el año pasado y, por el simple hecho de tener a LeBron James y no los Boston Celtics, son un mejor equipo que estos últimos. Isaiah Thomas es el base perfecto para jugar al lado de James y si el año pasado anotó casi 30 puntos por partido cuando los equipos le lanzaban hasta tres y cuatro defensores, tengo pesadillas por la noche con lo que podría llegar a hacer cuando los rivales no puedan hacer eso para no dejar solo al mejor jugador del mundo – y candidato al GOAT.
Además, Jae Crowder es ese ala 3+D con el que llevan soñando desde hace años en Ohio y alguien que permitirá a Kevin Love ocupar posiciones de cinco durante muchos minutos. ¿Los tres jugadores del frontcourt abriendo la pintura para LeBron James, Isaiah Thomas y Derrick Rose? Eso no va a ser nada divertido.
Aún así, creo que los Cavaliers no van a ganar la Conferencia Este. Por dos motivos: porque no les podría importar menos hacerlo y porque no sabremos hasta cuando va a estar lesionado Isaiah Thomas. Derrick Rose es un jugador que podría al fin solucionar las carencias creativas del banquillo de los Cleveland Cavalaiers sin romperse en mil pedazos, pero que difícilmente puede aguantar la carga de ser el base titular de un equipo que va a jugar más de cien partidos.
Mi (nuevo) brindis al Sol
- Boston Celtics (60-22)
- Cleveland Cavaliers
- Washington Wizards
- Toronto Raptors
- Milwaukee Bucks
- Miami Heat
- Charlotte Hornets
- Detroit Pistons / Brooklyn Nets
Playoffs temporada 2017/18
LeBron James tiene dos cruzadas por delante, a sumar a la ya habitual de ganar el anillo destrozando a los Golden State Warriors. Ahora también querrá demostrar a Kyrie Irving que en el Este solo hay un base capaz de anotar la canasta definitiva para ganar un anillo: el que juegue a su lado. Y, siendo esto una opinión muy personal: ganar un último campeonato antes de irse a California.
Los Boston Celtics deberían llegar a las Finales de Conferencia por segundo año consecutivo. Quitando a los Cleveland Cavaliers ningún otro equipo atesora tanto talento como ellos. Tampoco hay ninguno con el que tengan un mal emparejamiento, al revés, Washington no tiene respuesta a un alero como Gordon Hayward, sigue sin tener a nadie capaz de controlar a un jugador alto como Al Horford, y solo la salida de Avery Bradley les beneficia; aunque esto quizás no es tan cierto ante la pérdida de peso de Marcus Smart.
Perder unas igualadas Finales de Conferencia es al mismo tiempo techo y objetivo de los Boston Celtics esta temporada. Cualquier cosa distinta será una sorpresa, o muy negativa o muy positiva.