La NBA ha sido cancelada y nuestra pequeña dosis de felicidad diaria se ha ido con ella. Por si esto fuera poco, estamos encerrados en nuestras putas casas porque lo que ha cerrado nuestro chiringo es un virus con complejo de Bruce Wayne que se propaga con mayor facilidad que la afición de los españoles a un deporte cuando un compatriota demuestra ser medio competente en el mismo.
El balance es devastador, estamos encerrados en casa junto a gente que nos caía bastante bien hasta el pasado viernes y encima no podemos evadirnos en la sonrisa de Marcus Smart un par de noches a la semana. Creo que todos estamos bastante de acuerdo en que es cuestión de tiempo que empecemos a matar peña, ya sean otras personas o nosotros mismos; así que, antes de que esto suceda, os traigo una lista de 5 cosas que me hacen casi tan feliz como ver sonreír al #36 de los Boston Celtics.
1. Pensar en que los Lakers van a seguir siendo la segunda franquicia con más títulos de la NBA
No nos vamos a engañar, llevamos entre dos semanas y cuatro meses con el culo que no nos entra un piñón porque los Lakers van como un cohete y cada partido que pasaba parecían estar un día más cerca de esa maldita fecha en la que al fin nos alcanzarían en anillos ganados.
Esto tiene una parte negativa y es la cantidad de veces que vamos a tener que leer en twitter «seamos serios, los Lakers/LeBron iban a ganar ese anillo, así que deberíamos contárselo«. Mira, cretino, no, también pensábamos todos que ese triple de Bird en el 87 iba dentro pero no lo hizo, así que nada de contar como campeonatos aquellos anillos que no se han ganado en la pista; que no somos ciclistas.
2. Ver Doctor Who
Doctor Who no es mi serie favorita, tampoco la que más veces he visto y ni siquiera de la que más referencias o lecciones he sacado; pero es con duda la serie que más feliz me hace. Para aquellos que no sepáis de qué va la vaina, el Doctor es un Señor del Tiempo que puede viajar en su TARDIS a cualquier punto del tiempo y el Universo; generalmente para solucionar algún problema con más sentido del clutch que Robert Horry.
3. Vivir la experiencia de no ver cómo los Knicks quedan fuera de Playoffs
Pensémoslo fríamente, ha sido necesario que un colgado en China se comiera una sopa aliñada con un murciélago infectado por uno de los únicos siete coronavirus conocidos en toda la historia que se pueden transmitir de animales a humanos, provocando una pandemia, para que la franquicia más grande del mundo no se quede fuera de Playoffs por primera vez desde el año 2013.
Murciélago con catarro 1 – 0 James Dolan.
4. Leer a Joe Abercrombie
Aquellos que me sigan en twitter se habrán dado cuenta que tras la NBA y las discusiones virtuales, leer libros con gente empuñando espadones es otra de mis formas favoritas de perder el tiempo. Y la que más recomiendo de las tres, porque por alguna razón está socialmente más aceptado que te pases un mes leyendo La Saga de Geralt de Rivia que jugando al The Witcher 3.
Tenéis que leer a Joe Abercrombie por tres razones muy sencillas: escribe insultantemente bien, tiene un sentido del humor tan fino como retorcido y sus personajes tienen más aristas que la personalidad de Kyrie Irving. Es la ocasión perfecta de que no sois unos posers que solo vieron Game of Thrones porque lo hacía todo el mundo.
5. Pensar en que Gregg Popovich va a poder celebrar el Easter con los suyos
Pensémoslo fríamente, el colgado que come sopas aliñadas con murciélagos infectados por uno de los únicos siete coronavirus conocidos en toda la historia que se pueden transmitir de animales a humanos es el primer matchup ante el que Gregg Popovich no ha encontrado un ajuste que funcione.
El colgado de las sopas 1 – 0 LeBron James.