Otra vez. Tras unas pocas semanas en la que todos los jugadores de los Celtics parecían disfrutar de una vida sin dolor, en la que el mundo brilla, todos los niños pueden jugar juntos y sin problemas, y la enfermería se iba a tomar unas merecidas vacaciones, la desgracia asola de nuevo al vestuario de Brad Stevens, que se queda cojo, nunca mejor dicho, tras el esguince de tobillo que dejará fuera a Gordon Hayward durante, por lo menos, 4 semanas.
Al menos estamos acostumbrados, ¿no?. Y es que este equipo ya sabe lo que es perder a una pieza importante en el momento más inoportuno.
Gordon Hayward estaba jugando su mejor baloncesto desde esa terrible lesión que terminó con un proyecto, era el eje sobre el que giraba un ataque bastante perdido sin él. El alero había recuperado un punto de velocidad y explosividad que le estaba ayudando a ser más agresivo, consiguiendo más puntos y pudiendo crear más ventajas para sus compañeros.
Los Celtics dependían, en gran medida, de que el #20 pudiese generar, para poder empezar a hacer girar esa rueda de penetrar y doblar que mueve la ofensiva verde. Estaba siendo uno de los mejores jugadores del equipo en la burbuja, y con su baja, necesitamos que alguien dé un paso adelante. ¿Qué opciones podría barajar Brad Stevens?
La vieja confiable, Marcus Smart
Es la opción más cómoda. El #36 ha sido el recambio más habitual cuando un titular se lesionaba, y lo más probable es que vuelva a tener que asumir ese rol. Smart suple en cierta medida el manejo y capacidad de decisión que te daba Hayward, perdemos anotación, pero siempre se puede confiar en que tenga el día en que le sale todo. Es cierto que se nos quedaría un quinteto más corto de miras que un juego interior encabezada por el señor Javier R. Rodríguez, pero su versatilidad e intensidad defensiva siempre aportan.
El mayor problema de esta solución es que se te queda un banquillo excesivamente mermado. Obviamente algo tienes que perder.
Romeo Langford, el quiero y no puedo
El rookie iba a contar con minutos, se los había ganado, pero otra lesión en la mano le ha dejado más fuera que dentro.
Los Celtics lo catalogan como disponible, aunque en el primer partido no jugó ni un minuto (edición*, jugó 10 segundos así que no cambio nada), pero no me extrañaría que Stevens se plantee incluirlo en el quinteto inicial, por su defensa, y para no debilitar tanto a un banquillo que necesita un líder como Marcus Smart.
La opción defensiva, Grant Williams o Semi Ojeleye
Ambas piezas te aportan virtudes y defectos similares, siendo Ojeleye mucho mejor tirador. El rookie ya disputó unos cuantos minutos como small-five en el primer partido, y no hizo para nada un mal trabajo. Los 76ers no tienen exteriores excesivamente brillantes que puedan hacer pagar la falta de velocidad lateral en un sistema de cambios constantes. Son cumplidores, sinergian bien con el resto de titulares, y son una opción más defensiva que encaja bien con el quinteto tan alto que presentan los de Philly.
Si tuviese que apostar dinero, diría que Marcus Smart será el quinto titular en el segundo partido de la serie. Aunque algo en mis entrañas me dice, por intuición más que por lógica, que Grant Williams o Semi Ojeleye tienen más papeletas de salir de inicio, para no trastocar en exceso una rotación que estaba funcionado.
Si al final el elegido es Smart, algún suplente tendría que dar un paso delante para llenar un necesario hueco. Estamos mal acostumbrados, un saludo a Terry, así que, de momento, seguimos confiando.