En un encuentro con un funcionamiento ofensivo que rozó la perfección, pero con un nivel defensivo paupérrimo, los Celtics lograron quedarse con la victoria por 140-133 con tres jugadores por encima de los veinte puntos más un absurdo 51% de acierto en tiros de campo y 44% en tiros de tres puntos en otro regreso de Isaiah Thomas a Massachusetts.

Boston lideró el juego a lo largo de gran parte de la noche. Su ofensiva funcionó de maravillas, con Kemba Walker como máximo anotador con 25 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. La dupla Tatum/Brown se combinó para 45 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias. Mientras que para la visita, Bradley Beal fue letal y metió 44 puntos en una noche de defensiva de toreros en ambos equipos.


La clave del encuentro vino de las manos del rookie Carsen Edwards, que anotó 18 puntos viniendo desde la banca y en el inicio del último cuarto fue fundamental para sacar una ventaja de dos dígitos que los Celtics lograron administrar para quedarse con la victoria final de 140-133.


Al cierre, cuando los Wizards se acercaban a cuatro puntos -que pudieron haber sido tres- Kemba anotó un triple que fue la daga para las aspiraciones capitalinas en el Garden.


El próximo partido de los Celtics será el viernes, cuando inicie una gira en la carretera visitando a los débiles Golden State Warriors en el Chase Center de San Francisco.

 

Foto: Celtics.com