Montaña rusa.

No hay otra manera de describir este pasaje de los Boston Celtics en una temporada de por sí bizarra y complicada. Los dirigidos por Brad Stevens se levantaron luego de la fea derrota contra los Atlanta Hawks el miércoles y en esta ocasión, salieron decididos con una primera mitad brillante para ganar por 121-109.

Kemba incendió a Atlanta

El movimiento de balón que han perdido por momentos los Celtics apareció de nuevo en el TD Garden. Kemba Walker estuvo fino como nunca antes en esta temporada y terminó con 28 puntos en apenas 16 lanzamientos. Además repartió 6 de las 26 asistencias que tuvieron los Celtics en el partido. Como es de esperarse, si su base All-Star está bien, Boston tiene muchas más chances de ganar el partido.


Jayson Tatum sumó otros 25 con 8 tableros y 6 asistencias con 6 pérdidas en sus 37 minutos en cancha. Además, con el regreso de Kemba a la alineación, Jeff Teague volvió a lo profundo de la banca y no tuvo minutos en la rotación.


Sin embargo, la nota gris de la jornada estuvo en el último cuarto, cuando se notó el cansancio en el equipo y los Hawks se acercaron en el marcador. La gran ventaja obtenida en los primeros 36 minutos permitió a los Celtics cerrar el negocio sin complicaciones pero de nuevo se pudo observar los corto del plantel y el desgaste que presentan en este punto de la temporada.


Boston descansa el sábado para regresar al ruedo el domingo, cuando visiten a los New Orleans Pelicans de Zion Williamson en la continuación de unos nada efectivos partidos dominicales.


Foto: Celtics.com