Durante las últimas semanas, los rumores sobre la intención de Gordon Hayward de salirse de su contrato con los Boston Celtics, así como los entrenamientos privados de cara al próximo NBA Draft 2020, están acaparando el foco de atención de los Orgullosos Verdes cuando en la oficina de Danny Ainge hay un tema pendiente que si bien no tiene la urgencia de estos, sí que debería contar con una ascendencia mayor: la renovación de Jayson Tatum.

¿Qué escenarios tienen ante sí Danny Ainge y Jayson Tatum a la hora de firmar esta renovación? Bien, de eso va este artículo, de exponer las distintas posibilidades de más a menos plausible,

 

La temporada en la que Jayson Tatum se asentó en la élite de la NBA

Durante la atípica temporada 2019/2020 de la NBA, Jayson Tatum se estableció como uno de los mejores jugadores de baloncesto del planeta, siendo el jugador más joven de la historia de los Boston Celtics tanto en nombrado tanto para formar parte del All-star como del tercer mejor quinteto de la liga.

Durante los 2265 minutos que el alero estuvo en cancha, consiguió un net rating de 11.6, no solo el mejor del equipo entrenado por Brad Stevens sino el doble de alto que el del segundo mejor del equipo – Gordon Hayward. Además, fue el único jugador de Boston con una calificación neta negativa durante los 1221 minutos que no estuvo vestido de corto, dato que demuestra la sensación que teníamos todos los aficionados al ver al equipo: era el único jugador sin el que Boston simplemente no podía sobrevivir.

Esto quedó especialmente patente durante un mes de febrero en el que Jayson Tatum tonteaba noche sí y noche también con anotaciones por encima de los 30 puntos, quedándose todo en el limbo tras la suspensión de la temporada regular. Las preocupaciones surgidas a raíz de que la maquinaria dejase de funcionar justo en el momento en el que el de Louisville se estaba asentando en la corte de la NBA apenas duraron un partido de burbuja. Si de algo sirvieron los pasados Playoffs fue para convencer a todo el mundo en Massachusetts y alrededores de que Jayson Tatum es mucho más que el futuro de franquicia, es su presente.

 

Renovación por el máximo, Rose Rule

Su buen hacer durante la temporada regular le aupó hasta las distinciones anteriormente mencionadas, lo que le otorgan la posibilidad de acogerse a la «Rose Rule«. Esta regla, nombrada en honor a Derrick Rose, el primer jugador en firmar este tipo de extensión con los Chicago Bulls en 2011, permite al jugador hacer un salto en su escala salarial durante sus seis primeros años en la NBA; accediendo a una porción del pastel salarial a la que de otra manera no tendría acceso hasta su 7/9 temporada de servicio en la misma.

La diferencia es significativa. Solo en su primer año pasaría de optar a un 30 % del límite salarial en lugar de al 25 % típico, lo que para la 2021/2022 se traduciría en 37.5  millones de dólares – en lugar de los 31.25 que tendría como techo de no acogerse a la «Rose Rule».

Aun así, tras las negociaciones de la pasada semana donde se fijó tanto el inicio de la próxima temporada para el 22 de diciembre como el número de partidos (70) que tendrá esta, también se espera un recorte cercano al 18 % en un cap que se cifraba en los 125 millones por plantilla.

A causa de estas medidas adoptadas para paliar las pérdidas que se esperan tras de la crisis económica y social que ha traído consigo la COVID-19, el máximo sueldo al que aspiraría la joven estrella de los Boston Celtics sería de unos 30.5 millones de dólares para el primer año de este contrato y le «costaría» unos 27.6 millones a lo largo de la vigencia del mismo.

Como referencia para el seguidor, los dos últimos jugadores en firmar este tipo de extensión fueron Ben Simmons y Paskal Siakam – el pasado verano.

 

Dejar al jugador salir a explorar sus opciones

Sí, en sus 17 años como General Manager de los Boston Celtics, Danny Ainge solo ha ampliado el contrato de dos rookies: Rajon Rondo y Jaylen Brown; pero podemos casi asegurar con total certeza que si el ex-escolta ha tenido en sus manos un jugador al que cuidar, proteger y mimar durante estas casi dos décadas es el #0 de los Boston Celtics.

Por si su rendimiento en pista y las ganas de no querer un agravio comparativo con Jaylen Brown no fueran suficientes, Ainge tiene en casa el ejemplo perfecto de lo que puede pasar si en lugar de ofrecerle una herencia completa a tu hijo le mandas a que explore sus opciones en el mercado: Gordon Hayward. El de Indiana ha contado en numerosas ocasiones cómo el que Utah Jazz le forzase a explorar su agencia libre restringida en busca de un contrato que ellos iban a igualar de todos modos – su segundo contrato como jugador de los Jazz fue el que Charlotte puso encima de la mesa para aunar al alero con el que entonces era su base estrella, Kemba Walker-, en lugar de ofrecerle lo que ellos creyeran que merecía, fue una de las causas que últimamente forzaron su salida del estado mormón.

En el caso de Jayson Tatum esta estrategia, que en el fondo solo tiene una razón económica detrás, es doblemente estúpida porque el dinero que va a poder ahorrar es apenas significativo. Cualquier equipo con espacio salarial dispuesto a ofrecer cada céntimo disponible en una súper estrella ya asentada con apenas 22 años.

¿Mosquear a tu jugador franquicia para ahorrarte unos pocos millones de dólares y ver cómo en su agencia libre no te da ni la mano para decirte adiós? De suceder esto, creo que los aficionados de los Boston Celtics haríamos cola para colgar bocabajo del techo de una gasolinera a Danny Ainge.

 

Firmar la Qualifying Offer

Si Francia decidió que la construcción de la línea Maginot era una estrategia cojonuda para frenar cualquier tentativa de invasión alemana, ofrecer a Jayson Tatum una Qualifying Offer puede ser una opción igual de válida.

Esto consistiría en ofrecer un contrato de un año al jugador a cambio de apenas trece millones de dólares… y más vale que durante esa temporada ganes el anillo, el chaval encuentre pareja sentimental dentro del propio vestuario y el gobierno de Estados Unidos prohíba buscar trabajo fuera del estado en el que residas a 9 de noviembre de 2020, porque una vez finalizado dicho acuerdo el empleado pasará a ser agente libre sin restricciones.

 

Suicidio colectivo el 31 de junio de 2021 a las puertas del TD Garden, pásalo

De nuevo, si los Sacramento Kings se pasaron casi dos décadas drafteando a europeos que no valían ni de hacer de extras en High School Musical para luego pasar de Luka Doncic en la única ocasión que tenían que haber elegido al blanquito ni demasiado rápido ni atlético pero que la sabe meter, Danny Ainge podría gritar YOLO y ni siquiera ofrecer esta Qualifying Offer a un Jayson Tatum que al final de su actual contrato se convertiría en agente libre sin restricciones.