Los Boston Celtics han superado la primera ronda de playoffs y tendrán que verse las caras con un clásico rival: los Philadelphia 76ers.
Tras una dura batalla a siete partidos con los Milwaukee Bucks, los dirigidos por Brad Stevens tienen por delante un equipo que lo supera en talento y que posee un juego mucho más atildado que el de los de Wisconsin.
Si durante la previa de primera ronda habíamos dicho que los Boston Celtics eran los favoritos para llevarse el duelo, las semifinales de conferencia los encuentra en la posición contraria. Los de la ciudad del amor fraternal parten como favoritos, y hemos profundizado el análisis en nuestro podcast, pero acá, les traemos las claves para tratar de dar la sorpresa y sacudir los pronósticos.
Las claves del Celtics vs Sixers
El problema llamado Joel Embiid. El camerunés es la dificultad más grande con la que se van a enfrentar estos Celtics, no necesariamente por lo que genere de manera directa, sino por los desajustes que crea su juego y en lo que potencia a los jugadores secundarios.
Durante los partidos de temporada regular, tanto Aron Baynes como Al Horford se han turnado para verse las caras con “The process”, por lo que no creo que veamos muchas diferencias durante esta serie.
Tratar de presionar al pívot de los Sixers para que fuerce situaciones de ataque y evitar que genere para sus compañeros, tiene que ser el principal objetivo en defensa.
Si los Celtics logran, mediante presión continua, que Embiid tire desde posiciones alejadas al aro y que no saque la pelota al perímetro para alimentar a Redick, Covington o Bellinelli habrán ganado la primera batalla y una de las más importantes.
El otro gran generador de juego de los Sixers es Ben Simmons, que ha sido neutralizado bastante bien en temporada regular por Al Horford (es el jugador a que más a enfrentado en cantidad de posiciones durante el año). A lo largo de la serie seguramente su asignación cambie por la tendencia de los verdes a jugar small ball, y Semi Ojeleye tiene todos los boletos comprados para hacerse cargo de ello.
Frenar la transición del australiano y evitar que vaya hacia el aro es una misión tan complicada como la que han tenido que enfrentar con “The Greek Freak”, pero su falta de un jumper confiable puede darle una grieta por donde atacarlo defensivamente.
Contestar los tiros de tres puntos y tratar de reducir el volumen de intentos se vuelve algo vital. Los de Brett Brown han quebrado los partidos desde la línea de 7.25 mts con tiradores muy fiables y de alto rendimiento. Philadephia vive de jugadas para sus tiradores, sobre todo con pin downs para Bellinelli y Redick o hand off en la parte alta. El nivel de atención en los cambios y hacer un seguidor bien pegado al jugador, será imprescindible para evitar goleo de alto volumen.
Cuidar la pelota, el tablero propio y meter los tiros libres es casi una obviedad, pero no por ello deja de ser de vital importancia para no regalar puntos al contrario y asegurarse los que permiten sin oposición desde la “línea de los suspiros”.
Los Celtics tendrán muchos problemas para encontrar puntos fáciles en estacionado, los Sixers son de los mejores conjuntos cuidando su quinta. Redick es su talón de Aquiles, y conociendo a Brad Stevens, es el jugador al cual se va a atacar en reiteradas oportunidades.
Sacar a Embiid de la zona pintada es la única puerta a obtener puntos en cercanías al aro. Para ello, implicarlo en picks altos o arrastrarlo al perímetro posicionando a Horford de playmaker, puede abrir un resquicio y ser la punta de lanza para que Rozier y compañía hagan daño.
Terry Rozier es el único jugador de los Celtics que, en primera instancia, no tendrá una severa oposición. Hasta que Brett Brown no desate a T.J. McConnell, el ex de Louisville será la vía de gol más segura.
Atacar la transición defensiva o jugar al limite del reloj de posición. Si los Celtics recuperan la pelota y pueden correr con sus aleros lo deben hacer para evitar que la los Sixers se establezcan en defensa, donde se vuelven un bloque muy compacto. Si esto ocurre, el movimiento de balón y el atacar los miss match es la única solución.
La salud de Jaylen Brown no puede dejar de considerarse como un dato fundamental al momento de evaluar las posibilidades de los Celtics, ya que es su segundo mejor defensor perimetral y la vía de gol más consistente.
Conclusión:
Los Boston Celtics se encuentran ante un desafío mucho más duro que el que tuvieron en primera ronda, pero esta posición de underdog es algo que gusta mucho a Stevens y sus hombres. La responsabilidad está del otro lado y teniendo en cuenta que no hay mucha experiencia en este tipo e situaciones por Philadelphia, pueden ser el factor del cual agarrarse para dar la sorpresa.
Mantener el Garden invicto tiene que ser la misión número uno para que la presión se traslade un poco más a la espalda del inexperiente grupo de Pensilvania.
Los Boston Celtics no tienen nada que perder, todo lo que sea alargar la serie es agrandar sus posibilidades de lograr el golpe y ahí tienen que estar puestas las esperanzas.