Esta temporada los Boston Celtics se han visto afectados por lesiones graves, sustos de los que no querés volver a vivir y ausencias que mermaron el desempeño del equipo. En este último apartado Marcus Smart fue el que mayor impacto ha tenido en ausencia.

Con el ex Oklahoma State en cancha, los de Brad Stevens son otro equipo, defensiva y ofensivamente hablando. Su implicancia y compromiso no tienen parangón en el sector destructivo verde y cuando hay que crear del otro lado, lo hace aportando su granito de arena.

Todos sabemos que Marcus Smart no es un jugador que se pueda crear su propio tiro con alta efectividad, que su lanzamiento es de los peores de la liga (sobre todo en porcentajes) pero nadie que vea un partido de los de Massachusetts podrá negar que es tan fundamental como Kyrie Irving.

Desde su vuelta a las canchas se está viendo el mejor básquet de los Celtics en mucho tiempo y permítanme decirles que no es casualidad que todos lo apartados en los que se mejoró en estos siete partidos, sean en donde destaca el jugador texano.

 

Hemos matizado este tiempo que los rivales a los que se enfrentaron los Celtics tras el parón de las estrellas no son de calibre, pero la mejoría en el juego es algo evidente. Con solo observar el incremento del pase y el esfuerzo defensivo colectivo podremos entender que los avances no son relativos o menores.

Usted se preguntará ¿Qué tiene que ver Marcus Smart en la mejoría del resto? Mucho.

Los ajustes entre el perímetro y los hombres altos necesitan de un canal comunicacional para poder llegar a las ayudas, marcar los cambios o simplemente pasar las cortinas por arriba y evitar switch innecesarios. Si Al Horford es el ancla defensiva de la pintura, el #36 es la del perímetro.

Hay que observar a Marcus Smart en cancha, seguirlo con la mirada y verán como continuamente ordena a sus compañeros, marcándoles qué tienen que hacer o como atacar diferentes tipos de situaciones que se producen en el partido.

Cuando el base estuvo ausente, los Celtics fueron vulnerados una y otra vez desde el perímetro, pasando de ser de las mejores defensas marcando el triple, a una de las peores.

Los niveles de esfuerzo mermaron y muchas veces los jugadores del back court preferían tomar el camino más sencillo del cambio, cuando por sistema, Stevens exige mayor esfuerzo para pasar las cortinas por “arriba” y mantenerse con los tiradores.

Veamos las estadísticas del equipo durante su ausencia y en este lapso tras su vuelta. Su impacto no solo que es claro, si no que es innegable:

 

Marcus Smart winning plays:

Marcus Smart es un jugador de influencia como Al Horford: su presencia en cancha hace mejores a sus compañeros. Todo parte del ejemplo, desde el esfuerzo individual contagia a sus colegas para que nunca bajen la intensidad o la concentración.

Observemos como en momentos críticos como el clutch time vs Rockets genera una falta ofensiva de Clint Capela, en clara desventaja física, pero dando lecciones de box out como bien comenta el coach Carlos Morales (ver el video con audio).

 

No todo es defensa en el repertorio de Marcus Smart. Aunque muchos renieguen de sus problemas con el tiro, su capacidad para correr la ofensiva y mantener el balón en movimiento es una de las cualidades menos valoradas por el aficionado promedio.

El texano es un excelente pasador en el pick and roll y aunque no es un gran lector de situaciones de ventaja, suele encontrar a sus compañeros abiertos. Solo Al Horford y él tienen el pase siempre por encima del tiro en su repertorio de juego.

Al momento de evaluar el juego global, la presencia de Marcus Smart termina siendo un valor agregado difícil de suplantar. Sus características de juego son parte fundamental al momento de brindar ese plus necesario para arribar a la victoria. La prueba más reciente la hemos tenido en el último partido vs Wolves.

 

Con su agencia libre (restringida) a la vuelta de la esquina y teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, el momento de apostar o no a su continuidad, puede marcar el futuro de un proyecto que cuenta con el jugador como una pieza fundamental. Danny Ainge tiene esa responsabilidad y no es una decisión fácil.

 

Fuente estadística:

NBA.stats

Imagen:

Nil Alemany (SB)