Parece que el culebrón del verano en la Beantown está cerca a de llegar a su final y los Boston Celtics podrían acabar renovando a Marcus Smart tan pronto como esta misma semana. Según una información lanzada a primera hora del día de hoy por Ev Singleton y que posteriormente confirmarían Adam Himelsbach y Adrian Wojnarowski, los Orgullosos Verdes y el base texano llegarán a un acuerdo cercano en sus cifras a la extensión ofrecida el pasado otoño.

 

Las cifras manejadas entonces hablaban de un contrato por cuatro años y unos 46/50millones de dólares. En total serían entre 11.5 y 12.5 millones al año para Marcus Smart, tan lejanos de los 15 que pretendía conseguir en el mercado de este verano como de los 8/10 que parece ser la mejor oferta que obtuvo. Durante el último año ya hemos expresado en numerosas ocasiones tanto en la web como en su podcast hermano, la impresión de que los jugadores de un perfil similar al de Marcus Smart rara vez han cobrado más de dos cifras al año y que es difícil que haya un equipo que le valore tanto como lo hacen los Boston Celtics. Especialmente durante un verano en el que apenas había equipos con espacio salarial que gastar.

Dada esta situación de mercado y lo tensas que han sido las relaciones entre equipo y jugador durante las dos últimas semanas, Marcus Smart debería estar contento por sacar un contrato por encima del valor que le marcó el verano. La jugada tiene mucho sentido desde el punto de vista de los Boston Celtics, que no solo evitan el riesgo de que el jugador acepte su Qualifying Offer y salga al mercado de nuevo el próximo verano pero esta vez sin restricciones, sino que lo mantienen durante cuatro años más a un precio que llevaban un año dispuestos a pagar.

 

Cómo afecta este nuevo contrato a la flexibilidad salarial de los Boston Celtics

Por todos es sabido que si hay algo que le gusta más a Danny Ainge que un exterior con buena defensa y nada de tiro es mantener sus opciones abiertas ante los cambios de mercado, sobre todo desde un punto de vista salarial. Suponiendo que el contrato de Marcus Smart empiece en 11.5 millones de dólares el primer año y de ahí vaya subiendo, los Boston Celtics estarían unos 3 millones por encima del impuesto de lujo.

Idealmente, el equipo no debería empezar a pagar impuestos hasta el próximo verano, dado que las futuras renovaciones de Kyrie Irving, Jaylen Brown y Jayson Tatum van a hacer de los Boston Celtics un equipo muy caro durante muchos años. Aún así, hay que recordar que para pagar lujo hay que haber sobrepasado el límite durante tres de las cuatro últimas campañas y no se pone feo hasta que lo pagas más de dos años. Es decir, Danny Ainge y Mike Zarren tienen aún tiempo por delante para evitar que esto suceda.

Por último, el impuesto de lujo se calcula con los salarios pagados a final de temporada, por lo que el equipo tiene hasta el cierre del mercado del próximo mes de febrero para recortar en esos tres millones su masa salarial. Las opciones más factibles serían traspasar a Marcus Morris a un equipo que tenga a un jugador cobrando dos millones y capacidad para absorver su contrato (hay muy pocos) y armar un trade con Morris y Gerschon Yabusele, por ejemplo, a cambio de un jugador que cobre un poco más. Áún así, cabe recordar que este tipo de movimientos no son muy típicos en equipos que aspiran al anillo.