Preocupante es muy poco para describir el momento que viven los Boston Celtics ahora mismo. Pasajes de juego donde la pelota moría en unas solas manos y los Jays daban poco menos que vergüenza para perder por tercera vez en la temporada contra los Philadelphia 76ers por 109-98 en una decepcionante noche del quinteto de Massachusetts.

A pesar de un arranque encendido con 5 de 5 de triples y un Kemba Walker dominante, los Celtics lograron tener una ventaja de hasta 15 puntos en el transcurso del juego, pero a pesar de lo frío que lucía Philly por momentos, el encuentro estaba totalmente dividido al entretiempo.

Una racha de 11-0 para los de Brett Brown en el inicio de la segunda mitad le dio el momento a su equipo y no lo soltaron nunca más.

¿Cómo ganaron el momento? Con una paupérrima presentación de todos los aleros. Jayson Tatum: 4 de 13 en tiros de campo y -11 en total. Jaylen Brown: 2 de 12 y -10. Gordon Hayward: 4 de 11 con un infame -19 en una de sus peores presentaciones en el pasado reciente.
Los intentos de Kemba Walker fueron infértiles, sus 26 puntos con 3 asistencias y los 24 de Marcus Smart se quedaron cortos cuando en el cierre, parecía que eran ellos dos (y el alemán Daniel Theis al que Stevens sacó sin una explicación clara al cierre del partido) contra todo el combo de los Sixers, que no sufrieron para derrotar a Boston aún sin contar con el dominante Joel Embiiid.

El resultado final fue de 109-98 con un absoluto dominio en los rebotes por 48-38, 7 asistencias de más y un nada reprochable 48.9% de acierto en tiros de campo. La figura del partido fue Josh Richardson, con 29 puntos y 7 asistencias.