No siempre se pueden solucionar las cosas con un simple movimiento, los Boston Celtics se encuentran en medio de la encrucijada y las soluciones son acotadas.

 

Los Celtics y el motion offense

 

Allá lejos en el tiempo los equipos de Brad Stevens destacaban por ofensivas de alta movilidad y circulación de pelota. En la actualidad estamos ante uno de los ataques más estáticos e individualistas de su era. ¿Esto es de ahora?

La respuesta es NO, los Celtics han modificado su estilo de juego según el personal con el que cuentan. En las primeros años la falta de jugadores que se pudieran generar su propio tiro llevó a que el movimiento de personal y pelota sea alto.

A medida que fue progresando la calidad de los jugadores, y cambiando las características de los mismos, vimos mayor utilización del pick and roll y el aclarado, con su consecuencia directa en la merma de bloqueos indirectos y búsqueda del lado débil .

Tener jugadores que desnivelan en el mano a mano, o que pueden sacar rédito de los miss match de velocidad o altura, decanta en que el juego se vuelva menos dinámico en el campo contrario.

Esta situación lleva a que la cantidad de canastas asistidas sea menor y el peso específico de los anotadores se nuclee en unos pocos.

¿Stevens quiere una ofensiva de este tipo? Sí y No. Está claro que por parte del cuerpo técnico siempre se mantuvo la idea de movilidad y de circulación de pelota, más allá de que el pick and roll y el ISO aumente en frecuencia.

El aclarado y su utilización ha aumentado los últimos años, sobre todo con la llegada de Jayson Tatum. Este año se están ejecutando 9 posesiones por juego (5tos) pero 21 en eficiencia.

Otra de las cuestiones planteadas es la proliferación del pick (9nos en frecuencia) pero esto va atado al bajísimo 28 en ratio de asistencias. Ya que Utah es el que más usa el pick and roll en la liga, pero es de los equipos que más se mueven y pasan el balón.

El pick and roll no es sinónimo de ataque estancado. Este debe usar para desequilibrar, colapsar defensas y sacar ventajas. El inconveniente es que los Celtics se quedan solo en la mera ejecución del mismo (muchas veces sin propósito).

Cuantas veces hemos observado situaciones en que el pivot de turno sube, realiza el pick and roll y los tres jugadores restantes solo se quedan observando.

Allí es dónde radica el punto que se debe trabajar. Stevens ha dicho una y mil veces que el ataque necesita moverse más y se tiene que jugar de «manera correcta».

Cuando Brad dice «right way» se refiere a que se ataque con propósito, que si hay un pick and roll directo, del otro lado haya movilidad, otro bloqueo indirecto, que se ataque una ventaja y demás.

La explicación para la falta de movilidad es principalmente falta de entrenamiento, cansancio y sobre todo confianza en el sistema. Se puede ver claramente esto porque ni bien se inician las jugadas tras tiempos muertos o inicios de cuartos y partidos hay movilidad de jugadores y pelota.

 

 

La falta de Marcus Smart en este sentido es clave, ya que es uno de los pocos facilitadores de juego que le quedan a los Celtics en su roster. Smart no solo genera ventajas desde el pick and roll, si no que también hace circular el mismo con un objetivo claro.

El equipo no va a dejar de apostar al bloqueo directo como arma ofensiva, pero debe aumentar la frecuencia de atacar línea de fondo cuando se colapsa el lado fuerte, usar mayor cantidad de bloqueos indirectos y apostar a las variantes que otorgan estas cuestiones.

 

La defensa, el gran problema de la temporada

 

A los Celtics los están masacrando en la pintura y el twittero promedio grita por un center. El gran problema defensivo no se encuentra en la zona pintada, si no en el back court.

Este año el equipo es menos versátil que el año pasado cuando se podía cambiar todo el tiempo, salvo en contadas situaciones en que quedaba expuesto Kemba Walker. El personal con el que se cuenta este 2021 deja expuesto a sus internos al superarse la primera línea defensiva de manera muy simple.

La ausencia de Gordon Hayward en este sentido es un vacío muy difícil de llenar, y es por este motivo, al ser consultado Danny Ainge por lo que necesita el plantel, el GM haya especificado: un alero con capacidad para defender varias posiciones.

La proliferación de jugadores de este tipo le daba los de Brad Stevens las posibilidad de cambiar por sistema, cuestión que este año se puede realizar en los momentos en que están en cancha Daniel Theis, los Jays y Grant Williams / Ojeleye.

 

 

Sumada a estas limitaciones el nivel de concentración en las ayudas aumenta, debido a que hay que estar atentos a salvar situaciones de miss match provocadas por el rival; jugadores como Pritchard, Kemba, Teague o Thompson, son expuestos a estas situaciones que sus compañeros deben cubrir con atención y comunicación, ausentes en esta parte del torneo.

El cansancio entra en esta variable también, debido a que se necesita de mayor movilidad para cubrir espacios o pasar bloqueos por delante. Esto no es una excusa y es una situación real, solo basta con ver los últimos partidos y la diferencia notoria cuando el equipo tiene un día de descanso.

Stevens ha declarado que necesita tiempo de práctica, pero lo ha relegado en post del descanso ya que nota que sus dirigidos están agotados. Los últimos cuartos dan cuenta de esta situación cuando la falta de oxígeno repercute en la ejecución en ambos costados de la cancha.

Sin su mariscal defensivo, con varios jugadores afectados por la carga de minutos, incluso con las secuelas del COVID siendo un  factor adicional, sumado al momento mas complicado del calendario, se acumulan motivos para comprender lo que está sucediendo.

El entrenador solo puede apostar a la utilización de mayor rotación con los inconvenientes que esto genera en el otro costado de la cancha, donde los mejores defensores no destacan por su poder anotador.

Con Marcus Smart fuera del equipo por tiempo indeterminado, la solución a este contexto es complicada y no tiene una salida a corto plazo, la resignación no es una opción, los jugadores deben redoblar esfuerzos en las ayudas secundarias y abocarse a tapar las goteras producidas, hasta que se pueda colocar las «membranas».