Segundo partido consecutivo de los Boston Celtics contra Detroit y nueva victoria, esta vez, por 108 a 105 en un encuentro que los locales controlaron de principio a fin, pero que solo pudieron liquidar tras una jugada de esfuerzo de Marcus Smart.

Parecer ser que Casey tomó apuntes del último encuentro y planteó el lineamiento ofensivo de su equipo de manera distinta.  Si el sábado habíamos visto a Blake Griffin como eje del ataque trabajando desde el poste alto, en esta ocasión la estrategia fue más simple, poniendo a sus dos hombres a trabajar en mano a mano en el poste bajo, donde sacaron diferencias en varias oportunidades.

Los Celtics con su quinteto titular habitual (Kyrie Irving, Jaylen Brown, Jayson Tatum, Al Horford) tuvieron un buen arranque ofensivo y en la línea de lo que venían mostrando en sus partidos más recientes: buena fluidez de movimiento, pases y cortes hacia el canasto.

 

Con un Kyrie Irving (gracias por cortarte el pelo) enchufado desde el inicio, los Boston Celtics controlaron el desarrollo del primer parcial. Una secuencia de tres malas jugadas al cierre de los primeros 12 minutos acercaron a los de Michigan.

Marcus Morris (15 pts. 9 reb. 2 ast) secundado Aron Baynes, lograron despegar a los locales por dos dígitos, pero los de Casey empezaron a recargar su juego interior en el poste bajo (como indicábamos más arriba) en el preciso momento en que los «orgullosos verdes» se olvidaban del motion offense y caían en los arrestos individuales.

 

Los Pistons se fueron en ventaja al descanso con un marcador de  58 a 56, aprovechando que Drummond y Griffin imponían condiciones en la zona pintada y los Boston Celtics no implementaban ningún tipo de doblaje en esas situaciones.

El tercer cuarto marcaría la tónica del encuentro cuando los de Massachusetts impusieron su juego en ambos costados de la cancha. Brad Stevens ajustó en el vestuario y trabajó con ayudas en las situaciones de poste bajo en que los internos visitantes trataron de imponer condiciones (excelente atención del lado débil).

 

Jaylen Brown y sobre todo Kyrie Irving aprovecharon la vuelta a la fluidez y el pase en ofensiva para despegar a su equipo en el marcador, tendencia que se iba a mantener hasta bien entrado el último cuarto.

 

Con la salida de Kyrie Irving, la falta de contundencia de Gordon Hayward y compañía, llevaron a que el encuentro se emparejase sobre el final  (seis minutos sin anotar de campo) tanto por falta de ejecución en ofensiva, como por malas decisiones y pérdidas tontas, que fueron aprovechados por Blake Griffin y cuando no… Ish Smith.

Con el tiempo fuera pedido por Stevens, los Boston Celtics, volvieron a correr su ataque y se despegaron por un margen de siete puntos a minuto y medio para el final (tras un triple de Jaylen Brown).

Los Pistons convirtieron un par de situaciones «de otro partido», incluyendo un triple de Ish Smith desde nueve metros y otro de Bullock en situación apremiante. Con el marcador cerrado (solo tres puntos de diferencia) Marcus Smart aprovechó un mal saque de línea de fondo de Blake Griffin para apurar a Ish Smith y forzar la pérdida que decantaría en manos de Kyrie Irving, que sentenciaría el partido desde la línea de tiros libres.

 

AL final fue victoria 108 a 105 para los Boston Celtics con una noche estelar de  Kyrie Irving (31 pts, 5 reb. 5 ast.) buenos pasajes de juego y con la lección que debe dejar el encuentro: si los «orgullosos verdes» se olvidan de ejecutar y caen en el juego de uno vs uno, solo le facilitan la tarea a sus rivales. Ayer quedó más expuesto que nunca.

Les dejamos un mini resumen de 2 minutos con las sensaciones en caliente ni bien finiquitado el encuentro:

 

El próximo jueves llega Giannis y los invictos Bucks al TD Garden en un partido que estará cargado de ambiente de playoffs.

 

Fuentes: Videos @celtics