Tras las derrota en Philadelphia, los Boston Celtics deben repensar el final de la temporada regular poniendo el énfasis en la postemporada. Acá les traemos una serie de cuestiones a tener en cuenta en lo que resta de partidos.

El cuarto puesto y la ventaja de cancha vs Pacers

 

Si observamos la tabla de posiciones en vista a lo que resta de partidos, podemos llegar a la conclusión que luchar por la tercer plaza no tiene ningún sentido. Con tres partidos de diferencia respecto a los Sixers y teniendo en cuenta el desgaste que implicaría al equipo tanto física como psicológicamente es preferible descansar a los jugadores y apuntar hacia el objetivo más realista.

Los Indiana Pacers (1/2 partido) y con dos juegos pendientes antes del cierre (primero en Massachusetts y luego en Indianápolis) son factibles de alcanzar. Lograr la cuarta posición le implicaría los Boston Celtics tener ventaja de campo ante un equipo que siempre le trae problemas, pero que a la larga debería doblegar.

El calendario de los de Nate McMillan puede ayudar a los orgullosos verdes ya que tienen encuentros pendientes ante Warriors, Nuggets, Thunder y los dos anteriormente nombrados frente a los de Brad Stevens.

Hay que recordar que los Pacers vienen realizando un sobreesfuerzo gigante desde la baja de Victor Oladipo (rodilla) y han sorprendido a todo el mundo con una defensa de élite, pero sin perder potencial ofensivo tras la pérdida de su principal arma.

Los de Nueva Inglaterra se caracterizaron por una irregularidad constante y poner un objetivo a corto plazo de cara a playoffs, les puede servir como motivación para lo que viene en la parte más dura del año.

 

Descansar a Kyrie Irving y Al Horford

 

Celtics Lakers

 

En nuestro último podcast hablamos de cuáles eran las cuestiones que esperábamos para los últimos partidos de esta temporada y, entre algunas cuestiones de tipo tácticas, mencionamos que Al Horford parece notar el esfuerzo de haber tenido que cubrir el año plagado de lesiones de Aron Baynes (otra vez lesionado del tobillo).

Kyrie Irving también ha sufrido algunos inconvenientes físicos (antes del All Star) y si consideramos el peso específico que tendrá en los partidos de eliminación, tanto en carga de minutos como en responsabilidades, es coherente que se le vaya dosificando la carga.

Ambos jugadores tendrán que ir regulando su tiempo en cancha y parece ser que se los sentará en uno o dos partidos según las declaraciones del propio jugador:

 

 

Contar con los dos jugadores más importantes de la plantilla descansados pensando en  la parte importante del año es fundamental para las aspiraciones de los Boston Celtics. Hemos comentado hasta el hartazgo del nivel de influencia en el juego que tiene el dominicano tanto para el andamiaje defensivo como ofensivo, tenerlo al 100% físicamente es fundamental.

Las rodillas de Kyrie Irving siempre son un tema a tener en cuenta y por eso se le ha dosificado la carga de minutos durante el trascurso de estos 71 partidos. Si comparamos con el año anterior ha jugado la misma cantidad de partidos y un minuto más de promedio pese a que el ex CAVS repitió varias veces que quería jugar más.

Brad Stevens tiene una política muy rígida con la dosificación de tiempo de juego por la experiencia que tuvo al perder a Avery Bradley en la serie vs Atlanta, y por ese motivo es probable que veamos al base y al pívot sentados un par de partidos antes del final.

 

Los aleros y la alineación “tradicional”, las dudas de los Boston Celtics

Los Bucks serán los rivales de los Boston Celtics

 

Faltan diez partidos para el final de la fase inicial y las dudas en la rotación se presentan por parte del flojo desempeño que viene teniendo Marcus Morris en los últimos partidos. Sus porcentajes de anotación se cayeron como Embiid tras el empujón de Smart, y las decisiones, que nunca fueron su fuerte, están siendo peores que nunca.

Por otro lado, Jaylen Brown y Gordon Hayward están mejorando su desempeño (sobre todo el primero) dejando la duda flotando en la cabeza del entrenador.

Si nos agarramos de los antecedentes y en otra de las cuestiones que comentamos en el podcast pasado, Brad Stevens no es de cambiar mucho salvo que la situación se vuelva insostenible, por lo que no es probable que veamos modificaciones, salvo que el gemelo termine el año peor de lo que lo está llevando el último mes.

Tampoco es tan fácil insertar a Jaylen Brown sin sacar a Marcus Smart, porque Jayson Tatum está claro que no puede jugar de power forward. En un posible cruce ante Pacers Thaddeus Young y Domantas Sabonis se harían un picnic con el ex de Duke.

El caso Hayward es más complementario tácticamente porque ya ha jugado en ese tipo de situaciones ante aleros más grandes, y físicamente es más fuerte que Tatum y Brown. El inconveniente radica en su irregularidad, porque más allá de que ha mejorado su juego no llega a ser lo determinante como para sacar a Morris en su lugar.

El cambio lógico que se estaba gestando era el de volver a la alineación tradicional para emparejar a Horford con Baynes, aumentando los niveles de seguridad defensiva que vienen en picada desde el parate del All Star.

La lesión del australiano ha trastocado los planes del coach, que ya estaba poniendo más cantidad de minutos a esta pareja partido a partido y socavando los de Marcus Morris.

Teniendo en cuenta que Robert Williams no cuenta con la confianza del entrenador para tener tiempo prolongado en pista, todo indicaría que se comenzaría la primera serie con los titulares a los que estamos acostumbrados.

Esperemos que Brad Stevens haya aprendido la lección pasada y no tarde en realizar los cambios que se piden a gritos.

 

El camino hacia el objetivo

 

Si los Boston Celtics quedan en la cuarta o quinta posición estarán del lado del cuadro de los Bucks, mientras que si llegan a la tercera posición lo harán del lado de Raptors y Sixers.

Hemos discutido varias veces que es lo que le conviene al equipo de Massachusetts, pero a esta altura del campeonato lo más importante es que los “orgullosos verdes” encuentren un juego medianamente sostenible en el tiempo, porque la irregularidad es el peor enemigo a la hora de enfrentar una serie a siete partidos.