La utilización de ciertos calificativos pueden variar según el contexto. Situar de manera precisa y efectiva el adjetivo elegido, puede modificar (para bien o para mal) el resultado final sobre un tema puntual. Un ejemplo muy claro es la palabra regular. Si buscamos su significado, dentro de los varios ejemplos, encontramos una constante: «de condición media o inferior a ella»
Esto no implica que la regularidad (cualidad de regular) sea precisamente algo negativo. Como decía antes, dependiendo el contexto, esta condición puede tener un valor muy grande. Hasta aquí estimado lector/a ud puede pensar «voy casi 100 palabras y la clase de castellano se me está haciendo muy aburrida», y puede que tenga razón. Pero siento necesario realizar esta introducción para dejar algo muy en claro: Marcus Morris es el jugador más regular en este arranque de campaña para los Boston Celtics.
El menos pensado
Si uno repasaba en la previa de la temporada quién podría llegar a ser la manija inicial de estos Celtics, rápidamente los nombres que salían a luz eran los de Al Horford, Kyrie Irving (aún con la incertidumbre de su rodilla) o el más optimista podría haber mencionado a Jayson Tatum. Pero nadie, ni siquiera su hermano gemelo Markieff, hubiera acertado que sería el número 13 el que comandaría a los Orgullosos Verdes durante los primeros juegos.
Buena parte de los partidos ganados por los Celtics en este inicio han sido gracias los disparos de Morris. Sus inclusiones desde la banca han encendido una ofensiva que se ha visto bastante errática. Solamente cinco jugadores están tirando arriba del 35% en triples y es el mellizo el que lidera esta estadística por amplio margen.
Nuestro «Evil Twin», jugador con una calidad ya probada, tiene todas las condiciones para ser un titular de tiempo completo en esta liga. Por cuestiones de cantidad de talento en su posición, el tiempo que está en cancha es limitado, pero ha compensado eso con un nivel de acierto superlativo Si nos detenemos en los números que ha registrado en este inicio de temporada, podemos observar que Morris está marcando máximos de carrera en puntos, rebotes, conversiones (tanto dobles como triples y libres) y PER.
Como marcaba más arriba, la clave en es este comienzo, es claramente el nivel de acierto. El bueno de Marcus está tirando mucho mejor, lo que le permite anotar de la manera que lo está haciendo, aún cuando juega menos minutos que su promedio de carrera.
En efecto, y volviendo a lo que fue el inicio de este artículo, da la sensación que Morris tomó las cosas exactamente donde las dejó la temporada pasada, manteniendo de esta manera una regularidad inesperada. Esos 143 días entre el final de la temporada pasada y el inicio de ésta parecieran no notarse en su juego.
Su confianza está por las nubes, y si bien en un comienzo se le criticó cierto egoísmo, la realidad es que con el paso del tiempo se ha sabido adaptar más y más a los esquemas ofensivos de Brad Stevens. Va a obviar un pase para un compañero que esté abierto, pero esta actitud ha disminuido con respecto al principio de su periplo con la camiseta verde.
Morris como sexto hombre
Para mediados de Septiembre me aventuré a decir que Morris sería candidato a sexto hombre del año en otro equipo (por cuestiones contractuales de los Celtics) la proliferación de jugadores en su posición, y los salarios actuales de la plantilla, no ayudaban a su permanencia en Massachusetts . Hoy en día parece ilógico pensar en su partida inmediata.
Ayudado con las estadísticas avanzadas, intentaré comprobar cuán bueno es realmente este comienzo de campaña del ex de Kansas. Simplemente compararé a los últimos 3 sextos hombres de la NBA (Lou Williams, Eric Gordon y Jamal Crawford respectivamente).
Utilizar las estadísticas cada 36 minutos ayuda a nivelar la comparación. De otra manera, los números distan mucho entre cada jugador.
De esta última tabla, podemos sacar como conclusión, que en caso de mantener este nivel Morris podría tranquilamente postularse como candidato a sexto hombre. SI bien es cierto que la NBA no utiliza tanto las estadísticas cada 36 minutos, al menos hay argumentos sobre los cual respaldar su candidatura.
Difícil será para Marcus sostener este nivel de efectividad (sobre todo desde el área de tres puntos). Si jugamos un poco con las predicciones, observamos que a lo largo de su carrera todos sus porcentajes de acierto disminuyen después del All Star. No solo eso, sino que además su tasa de uso se incrementa, lo que deja a las claras que conforme avance la temporada seguramente su nivel de conversiones disminuirá
El futuro de Morris
Para cerrar tenemos que destacar su parte contractual. Morris está en el último año de su contrato y esto es un factor fundamental. Su próximo acuerdo será directamente proporcional al nivel que muestre durante toda esta campaña. Si mantiene estos números, aspirará a conseguir más que los apenas 5.3 millones que percibe este año. Utilizo la palabra «apenas» ya que su salario representa solamente el 4,24% del total del CAP.
El futuro probablemente lo verá con un uniforme diferente. Es difícil imaginar una manera en la que Danny Ainge encuentre espacio salarial para renovarle. De ser así, se estaría manteniendo a un jugador referente (destacado por todos los jóvenes) y que ha sabido dar un plus en las paradas más importantes.
Quizás esta campaña sea la última que lo vea vestido de verde. En ese caso, siempre recordaremos al regular Marcus Morris.
Foto: bostonceltics.com