La noche del miércoles llegaba, con un profundo sin sabor luego de los tres partidos perdidos en la carretera contra equipos aparentemente inferiores. Pero como han demostrado en varias ocasiones, en escenarios grandes, los Celtics juegan mejor y con un bestial Kyrie Irving que tuvo, tal vez, la mejor noche de su carrera en Boston, pasaron por encima a los Raptors en los últimos dos minutos y ganaron 117-108.

El partido fue parejo a lo largo de todo su desarrollo, con rachas para Boston y un tercer cuarto nefasto -como es usual- que le dio vida a los Toronto Raptors en lo que resultó siendo un thriller en el último cuarto, con Danny Green anotando contra una defensa despampanante de Marcus Smart, Kawhi Leonard con muchos fallos, un par de secuencias arrebatadas pero por sobre todas las cosas: él. Kyrie Irving.

Kyrie Clutch

Como lo ha demostrado en toda su carrera, Kyrie Irving se hizo cargo de la pelota en los últimos minutos del encuentro. Un doble desde el drible como lo ha hecho un millón de veces contra la excelsa marca de Serge Ibaka, un triple lejano contra las manotas de Kawhi Leonard que encendió al Garden y como si fuera poco, dos asistencias para que Al Horford definiera a boca de jarro y sentenciara el partido para los «Orgullosos Verdes». A sus 27 puntos le sumó 18 asistencias, la más alta de su carrera y dio esas señales de liderazgo que tanto estábamos esperando.

Luego de la victoria, incluso, mencionó una llamada a LeBron James para hablar sobre como había liderado a los jóvenes Cavs años atrás para tomar ejemplo y empezar a enderezar la temporada de los Celtics que, seguirá el próximo viernes contra los Memphis Grizzlies.

 

Foto: Celtics.com