Los Boston Celtics se acercan a su debut en Orlando en esta especie de mini pretemporada que inicia este viernes vs OKC, y las dudas con respecto a la salud de Kemba Walker preocupan a todos los seguidores verdes. ¿Qué sabemos de la salud del base?

 

La rodilla de Kemba Walker en la mira

 

Antes del arribo de los Celitcs a Florida, todo era felicidad, ya que teníamos la sensación, por las declaraciones del propio base, que su problema en la rodilla izquierda había quedado en el pasado.

«Realmente necesitaba este tiempo de parate. Esto definitivamente me ayudó a volver y sentirme mejor con mi rodilla» había dicho el ex de Charlotte.

La alegría duró poco, ya en los primeros movimientos de cinco contra cinco, en el complejo de ESPN en Walt Disney World, instaurarían las dudas nuevamente.

 

El dolor que siente el jugador es en el lateral de la rodilla izquierda. En su momento se le realizaron los estudios pertinentes, y se determinó que no había un daño estructural y, por lo tanto, solo debía realizar reposo para poder recuperarse.

Tras el Juego de las Estrellas, Kemba Walker tuvo que sentarse un tiempo prolongado causando un bajón de rendimiento en el equipo, que terminó dependiendo en demasía de Jayson Tatum en el apartado ofensivo.

La rodilla del base tiene su historial, debido a que durante su carrera tuvo que practicarse dos  operaciones. La primera ocurrió en el año 2016 cuando se rompió los meniscos, y al año siguiente debió realizarse una artroscopía complementaria de la primera operación por molestias.

Los informes desde Charlotte marcaban una cierta preocupación, ya que no parecía recuperarse del todo y dejaba una nube de incertidumbre para el futuro, teniendo en cuenta que podía decantar en algo más grave o crónico.

Si consideramos que el diagnóstico inicial fue descanso, que transcurrieron prácticamente cuatro meses desde el parate, y ante la primera exigencia volvió a recaer, las perspectivas no parecen halagueñas, pese al optimismo recurrente de Brad Stevens.

 

 

Si tomamos en cuenta los niveles de exigencia a los que se expone un jugador de la importancia del ex  deUNCONN, sumado a su peso en la ofensiva del conjunto de verde, las luces de alarma están encendidas.

Con un Kemba Walker que basa su juego en los cambios de velocidad, la explosividad, el drible, los step back y el juego de pick and roll, la preocupación se incrementa tanto como que se reducen las posibilidades del equipo en postemporada.

¿Cómo afecta la lesión del base al juego de los Celtics?

 

Un Kemba Walker que no está al 100% de sus posibilidades reduce sobremanera la efectividad de los verdes en la pintura y en el juego del pick and roll.

El acierto en posiciones cercanas al aro cayó del 55% pre juego de las Estrellas, y a un 33% en los cuatro partidos que disputó luego de resentirse de la lesión.

La muestra es pequeña, pero marca una tendencia de lo que puede implicar un jugador de su calibre jugando mermado desde lo físico.

 

 

El ataque de los Boston Celtics se basa en el motion offense, que requiere mucha movilidad y continuidad de bloqueos directos e indirectos, por este motivo, el despliegue físico es importante, más que nada del lado débil de la defensa donde se usufructúan los cortes por línea de fondo o salidas de bloqueos a línea de fondo (pin downs).

Walker no solo recibe bloqueos directos en el pick and roll central, si no que también se implica él mismo como bloqueador en puertas de atrás y en muchos casos en salidas de pin downs para tirar de media distancia en suspensión. Todas estas situaciones requieren de un máximo esfuerzo de piernas y cambios de dirección forzando en muchos casos las rodillas y tobillos.

La explosividad es algo clave a la hora de atacar el aro, y en el caso de un jugador que supera apenas el metro ochenta se vuelve imprescindible, ya que la velocidad, es la que le posibilita aventajar a jugadores más grandes y lentos.

Stevens tiene un problema muy grande. Reconfigurar la ofensiva a esta altura del torneo parece casi imposible, y Kemba Walker no tiene un reemplazo natural que posea sus características.

 

 

Kemba fue utilizado durante la primera parte de la temporada como generador de ventajas para sus compañeros, sacando mucha responsabilidad y peso a Tatum y Brown que actuaron más como definidores de ese motor que es el base.

Como se ve claramente en este video de Coach Daniel, el pick and roll es la fabrica de oportunidades, no solo para el propio jugador, si no para los aleros y los propios interiores.

Una vez más queda expuesto que se necesita de un Kemba al 100% desde lo físico para que la ofensiva no se vuelva letárgica y previsible para el contrario, porque ese factor de imprevisibilidad y lectura son aportados por el #8.

Desde el cuerpo médico y técnico confían en que pueden recuperarlo para el inicio de los Playoffs, pero teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, más vale tener preparado un plan B para que el impacto de una posible merma física no resienta la ofensiva que últimamente se muestra previsible y con falta de ritmo.

El día a día nos indicará cuales son las repercusiones de una situación que preocupa al corto y al largo plazo. Tendremos que cruzar los dedos y rogar que, por una vez, los Celtics tengan un poco de suerte.