Dicen que dos no se pelean si uno no quiere. Y vaya si es cierto. Durante las últimas temporadas, en los enfrentamientos entre los Boston Celtics y los Cleveland Cavaliers se ha podido sentir una tensión irrespirable. La competitividad entre dos franquicias que se disputaban el trono de la Conferencia Este ya daba para escribir unas líneas, pero a menudo nos encontrábamos con un factor común lejano al hecho de que la pelota entrara en la canasta. En efecto, alguien busca batalla sin importar que el partido sea de Playoffs o de pretemporada. JR Smith embiste como un toro cuando el capote es verde.
El último y sonado capítulo de este serial se produjo en un escenario en el que las hostilidades no suelen llamar a la puerta. En un simple encuentro de preparación para la campaña que está cerca de empezar, el enfrentamiento entre Celtics y Cavs estuvo cerca de convertirse en un combate por el título de la UFC. Todo tras una acción algo sucia por parte del sospechoso habitual conocido como JR Smith y la posterior (sobre)reacción de Marcus Smart.
Además de poder comprobar que Jayson Tatum y Terry Rozier bien podrían jugar en la defensa de los New England Patriots con ese placaje —tampoco es tan complicado—, esta escena demuestra que hay mucho más detrás de ese forcejeo entre el escolta de Cleveland y Aron Baynes y la posterior melé resuelta con multas para los dos protagonistas. No es la primera vez que JR Smith se ve envuelto en una trifulca frente a Boston, y tampoco lo es que Smart salga como un poseso a pisar cabezas. Toca repasar el caso.
JR Smith odia el verde (mayormente)
No hace falta remontarse muchos meses atrás para otro particular episodio de esta polémica relación. En el segundo partido de las pasadas Finales de Conferencia, el jugador de los Cavaliers hizo gala de una poca deportividad pasmosa al realizar una de las jugadas más feas que se pueden hacer en baloncesto. JR Smith empujó a Al Horford en el aire cuando éste se disponía a completar una canasta fácil. Afortunadamente, la caída del dominicano no fue peligrosa y no sufrió ningún percance. No obstante, allí estaba de nuevo Smart para recriminarle tal jugada sucia. No es difícil adivinar que los empujones y las amenazas hicieron acto de presencia.
El amago de pelea no llegó a mayores, pero sin duda esta acción sentó precedente para lo acontecido esta pretemporada. Un jugador que defiende a sus compañeros y otro que, bueno, depende si sabe cuál es el marcador lo hará o no.
Parece que el antagonismo entre JR Smith y los Celtics se acrecenta aún más durante los Playoffs. La campaña anterior al empujón a Horford, el escolta de los Cavs fue expulsado en el cuarto partido de una serie dominada de cabo a rabo por Cleveland (4-0). En una lucha por el rebote, el codo del natural de New Jersey voló sospechosamente hacia el rostro de un Jae Crowder que incluso acabó lesionado tras la caída.
Boston no tenía bastante con ver cómo LeBron James acababa pisando el cadáver de los Celtics postemporada tras postemporada para que, además, JR Smith tuviera que pasear el brazo a pasear contra los jugadores verdes. El enemigo público número uno del TD Garden seguía siendo ‘El Rey’, pero uno de sus palmeros opositaba con ganas para levantar el cetro a más odiado por la parroquia de Massachusetts.
El codazo a Crowder podría haber sido el primer episodio de la enemistad entre jugador y franquicia, pero incluso vistiendo otros colores y también en Playoffs volvimos a ver a Smith luciendo sus malas artes. Cuando militaba en los New York Knicks volvió a lanzar el codo, nada más y nada menos que a una leyenda de los Celtics como Jason Terry.
Creo que la dinámica parece evidente. Lo peor de las entrañas de JR Smith sale cuando se enfrenta a Boston sin importar los jugadores que porten la elástica verde. Ya no es una enemistad personal hacia un integrante de la plantilla de los Celtics. Va más allá, y todavía se desconoce el origen de tal odio.
Tras casi llegar a las manos esta misma pretemporada, parece que Marcus Smart ha dado un paso adelante para convertirse en el rostro visible ante el agresor. Tras el partido, el #36 emplazó al de los Cavs a zanjar el problema fuera de la pista; una opción que JR Smith no ha declinado. La rivalidad deportiva entre Celtics y Cavaliers será menor después de la salida de LeBron, pero visto lo visto, hay muchas ganas para ver qué deparará el que podría ser el combate del año. O no. Yo no me pelearía con Smart.