En un partido en el que los Celtics hicieron todo lo posible por perder durante 36 minutos, Jayson Tatum y Jaylen Brown quisieron cambiar la historia en el último cuarto, se combinaron para 58 puntos en total y sacaron adelante el partido contra los combativos Knicks por 113-104 en el Madison Square Garden de Nueva York.


El nivel de los Celtics fue flojo a lo largo de toda la noche. Entrando con desventaja de cuatro puntos al último cuarto y Marcus Smart lesionado en el vestuario, las cosas pintaban feo para los de Brad Stevens. Pero entonces, los Jays salieron al rescate en una mala noche ofensiva de Kemba Walker (16 puntos en 6 de 18 lanzamientos), para darle vuelta al marcador y clavar la daga que sepultó a los Knicks al cierre del partido.


Tatum anotó 30 puntos con 7 asistencias y 6 rebotes, junto al triple que acabó con las esperanzas de los locales. Brown sumó otros 28 tantos con 5 rebotes, atacando el aro y llegando con fuerza al cierre del cuarto.

Incluso, el mismo Kemba Walker declaró que le hacían las cosas más fáciles cuando tenía una mala noche, algo de lo que no pudo disfrutar en su carrera en Charlotte y, según ha declarado en otras ocasiones, una de las razones que lo llevaron a firmar con los Celtics el verano pasado.


Ahora los Celtics tendrán un par de días de descanso, regresando a la acción el miércoles a las 7:30 pm del este, cuando reciba en el Garden a los Miami Heat.

 

 

Foto: Celtics.com