Jaylen Brown ha ido acusando problemas físicos durante las últimas semanas de competición. Los Boston Celtics son uno de los equipos con un calendario más complicado durante el presente mes de Diciembre, acumulando hasta seis partidos más que sus principales rivales en la División Atlántica: los Toronto Raptors. Esto ha causado un efecto gota en una franquicia que ya ha visto cómo todos los jugadores de su rotación de ocho se ha perdido algún encuentro.

 

Los casos más recientes han sido los de un Marcus Morris que lleva arrastrando problemas en su rodilla desde el verano, Jayson Tatum que se dislocó un dedo hace apenas una semana y, por último, Jaylen Brown. El sophomore ha tenido molestias en su talón de Aquiles que le han hecho perderse un partido la semana pasada, pero que han parecieron agravarse durante el partido contra Washington. Tras jugar 32 minutos para ayudar a su equipo con ocho puntos y nueve rebotes, el alero tuvo que ser atendido por los masajistas del equipo durante el encuentro, y no participó en las entrevistas post-partido por estar siendo evaluado.

Finalmente, tras abandonar el TD Garden en muletas, el equipo emitió un comunicado en el que descartaba nuevos problemas en el talón de Aquiles. La lesión había sido causada por un golpe en la zona del menisco lateral de su rodilla derecha, justo el que podemos apreciar en el vídeo, que provocó inmediatos gestos de dolor y una ligera cojera en el jugador de 21 años.

Generalmente, este tipo de lesiones acaban provocando inflamación, dolor y un moratón, pero el equipo se ha mostrado prudente a la hora de hablar sobre la lesión; por ahora, es duda para el partido contra los Charlotte Hornets de este miércoles. El oriundo de Atlanta ha disputado 34 partidos esta temporada, todos como titular, aportando 14.5 puntos, 5.8 rebotes, 1.2 asistencias y 1.1 robos, lanzando al 40.1 % en triples, 52.7 % de campo y 57.8 % desde la línea de personal.