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Con múltiples lesiones en ambos costados (Marcus Smart, Vincent Poirier, Robert Williams / Marc Gasol, Pascal Siakam y Dwight Powell) los Boston Celtics abrieron la jornada navideña en la NBA visitando a los Toronto Raptors en la casa de los vigentes campeonesy con un Jaylen Brown de ensueño se llevaron la victoria por 118-102.


Los Celtics iniciaron dormidos en el inusual horario del medio día, con los locales tomando ventaja de 10-0 que rápidamente obligó a Brad Stevens a pedir timeout. Sin embargo, luego del tiempo Boston volvió a jugar baloncesto. Velocidad en las ayudas defensivas para salir en transición rápida que les dio vida, terminando el primer cuarto por 28-19 en una racha determinante.


Las cosas se emparejaron en el segundo cuarto, con un Wanamaker desastroso que cometió múltiples errores consecutivos, en tanto que Grant Williams tuvo que volver al vestuario a que le acomodaran su dedo dislocado. Los 13 puntos de Kemba fueron la máxima en la primera mitad, mientras que Kanter era el factor determinante saliendo de la banca en la primera mitad.

La segunda mitad fue casi perfecta para los Celtics, que pisaron el acelerador tan solo saliendo del vestuario y alargaron la ventaja a los dos dígitos en el tercer cuarto. Contaron con un magnífico Jaylen Brown, que anotó 30 puntos en apenas 13 tiros de campo y fue la espada que clavaron los Celtics a unos Raptors que, con Lowry con problemas físicos, simplemente no encontraron respuesta para poner el juego en pelea y cayeron abultadamente por 118-102.


El próximo partido para los Celtics será el viernes a las 4:00 pm del este, cuando se enfrente con los Cleveland Cavaliers, buscando su quinta victoria consecutiva que de a poco, los sigue acercando a los Milwaukee Bucks en el tope del este.


Foto: Celtics.com