Los Boston Celtics visitaron a los Indiana Pacers en el inicio de la que será la gira más larga de la historia de la franquicia y contaban con el regreso de Jaylen Brown luego de que se perdiera el partido contra los Bucks por fascitia plantar, midiéndose contra un interesante equipo de Indianapolis que viene haciendo las cosas bien en la aún joven temporada.

El inicio del partido fue bizarro, con los Celtics empezando a fallar temprano en el partido pero con el control en el marcador, un Marcus Morris enfermizo liderando a los Celtics en el primer parcial (14 puntos en la primera mitad) y con buenos minutos de Hayward en ambos costados de la cancha. Sin embargo en el segundo parcial las cosas se compicaron cuando Kyrie se metió en problemas de faltas y el partido se empató en 45 luego de que llegaran a tener ventaja de 10 en el primer cuarto.

Luego de tres parciales, el marcador seguía empatado y no había un claro dominante del partido. Pero estaba claro que Boston no tenía el control y parecía que cualquiera se podía llevar el partido en el final.

Y entonces, pasó lo inexplicable

Con dos triples de Irving, Boston tomaba ventaja de 101-97 a falta de 37 segundos por jugar: Los libres de Victor Oladipo acercaban a Indiana con menos de 30 segundos en el reloj, el fallo de los Celtics y el mediocre retroceso defensivo de Irving, desencadenaron en un tremendo triple de Oladipo, para una posterior pérdida de Hayward reponiendo de costado y el partido se lo quedaron los Pacers por 102-101.

 

 

Foto: Celtics.com