Pocos se esperaban que la visita de los Philadelphia 76ers al TD Garden, con las ausencias de Enes Kanter y Kemba Walker, terminara con una paliza tremenda de Boston a los Sixers por 116-95, con un Jaylen Brown de ensueño, que respondió así a la no-invitación al juego de las estrellas, mientras otros tantos lloraban públicamente.

El inicio de Boston fue muy bueno en tiros de campo, atacando el aro y encontrando los tiros abiertos que le ofrecía la despreocupada ventaja de Philadelphia. Aprovechando el mal inicio de Joel Embiid y con un inicio vital de Brown y Tatum, que nos regaló una espectacular clavada sobre el dominicano Al Horford, empezaban a poner todo en marcha para los Celtics.


Un buen pasaje de Wanamaker y de la banca de los Celtics, completamente activa para no hacer extrañar a Kemba ni a Enes que permitían que los locales siguieran con ventaja de dos dígitos en el entretiempo, logrando contener la intimidante pintura de los visitantes.

La segunda mitad fue muy buena para Boston, manteniendo el juego en ritmo y sin perder nunca el control del partido, aprovechando de la mejor versión de Jaylen, letal atacando el aro y aprovechándose de Thybulle una y otra vez.


La pésima noche de Embiid, con apenas 1 de 11 en tiros de campo y cuatro pérdidas gracias al trabajo extraordinario de Daniel Theis y la continua doble marca de los de Brad Stevens, terminó siendo fundamental para la victoria abultada de Boston que terminó incluyendo a Tacko Fall para cerrar el partido en un TD Garden efervescente.


Jaylen Brown terminó con 32 puntos, 9 rebotes y 2 robos acompañado de Jayson Tatum, que acompañó su brutal dunkeo con 25 puntos, 4 asistencias y 3 rebotes. El lunes, los Celtics regresarán a la acción cuando se enfrenten a los Atlanta Hawks.

 

 

 

 

Foto: Celtics.com