En busca del banner nº 18, Brad Stevens cumple con los pronósticos y se hace con los servicios de Ime Udoka, hasta ahora asistente de Steve Nash en los Brooklyn Nets, para hacerse cargo del banquillo de los Boston Celtics.

Udoka, curiosamente el entrenador nº 18 de la franquicia de Massachusetts, cumple con todos los requisitos que se venían rumoreando, además de contar con el beneplácito de los jugadores más importantes de la plantilla, Tatum, Brown y Smart, que compartieron con él el Mundial de 2019.

Sin experiencia como head coach, tiene amplio bagaje en funciones de asistente, comenzando su carrera en 2012 con los San Antonio Spurs, para luego irse a los 76ers en 2019, salir corriendo tras un año, terminando junto a Nash como especialista defensivo.

Como jugador, tras no ser drafteado en 2004, consiguió llegar a la liga a base de esfuerzo en la G-League, logrando en 2007, tras varios contratos cortos, y un paso por Europa (España, Francia y Lituania), firmar con los Blazers, que se quedaron impresionados con su defensa y profesionalidad.

Sus 8 años de NBA, se irían intercalando con estancias en los Spurs y los Blazers, con un breve paso por los Kings y los Knicks, terminando su carrera baloncestística en Murcia.

Todos los que lo conocen lo definen como una gran personalidad, marcada por su fuerte presencia defensiva. Era un jugador calmado, de carácter amable pero con mucha energía y para nada se achantaba ante los retos, aunque fuesen muy físicos (que se lo pregunten a sus compañeros de la selección nigeriana).

 

 

Como asistente también le llueven los elogios. Miembro de ese árbol de técnicos llamdo Greg Popovich, jugadores que han compartido equipo con él en el banquillo, indican que es un gran trabajador, que se hacía respetar incluso bajo la sombra de alguien como Pop.

 

 

Rudy Gay, hablando de su experiencia con él en los Spurs, dice que tiene el balance perfecto. Sabe reírse y hacer bromas, pero también cuándo ponerse serio.

 

«Muchos asistentes te dicen lo que quieres oír. Ime es directo y sincero».

 

Incluso, el a veces tan seco Popovich, en 2015, decía esto de Udoka:

 

«Exuda confianza y comfort. Es esencialmente un profesor que se encuentra muy a gusto consigo mismo, se sabe el material y los jugadores lo compran. Muchas veces le pedía que hablase con Duncan, Patty o Kawhi, y lo hacía mucho mejor que yo. No es humo, es la realidad. La única cosa que no me gusta de él es que no bebe alcohol, así que no puedo disfrutar de una vaso de vino con él. Es muy aburrido en las cenas».

 

Un entrenador joven, con carisma, trabajador, buenas referencias y que sabe llegar a los jugadores. Las estrellas del equipo lo pidieron, y Stevens lo firmó antes de que nadie se le adelantase.

No podemos decir nada sobre su estilo de juego, salvo que es un entrenador con mentalidad defensiva. Su experiencia junto a Nash, le habrá servido para entender las necesidades de un entrenador novato, y buscarse buena compañía en el banquillo.

Los Celtics tienen nuevo entrenador. Udoka no es un gran nombre de cara al público, pero cuenta con una muy buena reputación dentro de la escena interna de la liga. Los jugadores lo querían, y es importante que sean dirigidos por alguien cuyo mensaje estén dispuestos a seguir.

Brad Stevens, por su parte, consigue por fin a una de las piezas de esos Spurs de 2014 que tanto le gustaron, cerrando ya dos de las decisiones más importantes que tenía que tomar este verano. Tras traspasar a Kemba Walker, y firmar a su sucesor, veremos qué movimientos tiene en mente el nuevo GM para los próximos meses.