Continuando con la segunda parte del análisis y futuro del equipo, toca centrarnos en el resto de los puntos que Brad Stevens debe tener en cuenta si quiere que los Boston Celtics se mantengan competitivos a largo plazo.
Los Celtics deben tener un ojo puesto en la temporada 25/26
Si, es mucho tiempo adelante y demasiado puede pasar. Apenas si tenemos un campeón y ya estoy escribiendo especulaciones para 5 años adelante. Pero lector, créame que es fundamental esto. La NBA tiene en la temporada 24/25 el último año de su actual contrato televisivo, por lo que en la siguiente campaña (la del título) entraría en vigencia un nuevo acuerdo comercial, que especialistas en el tema especulan que puede ser de entre 70 y 75 mil millones de dólares (no, no cometí un error en la escritura).
Esa irrisoria cantidad de dinero representaría una suba exorbitante del cap, lo que le permitiría a las franquicias tener mucho dinero para gastar. Esto tiene que estar prácticamente tatuado en cada miembro de la dirigencia de los Celtics. Si se maneja bien, podemos estar hablando de la capacidad de crear un equipo súper competitivo, agregando mucho talento.
¿Recuerdan cómo los Golden State Warriors pudieron añadir a Kevin Durant a su equipo? eso fue básicamente porque el cap se disparó esa temporada (sumado a la comodidad de el ex Oklahoma) permitiéndole a los de Okland sumar un salario máximo sin infringir ningún reglamento monetario de la liga. Obviamente esto está recontra estudiado y sabido por todos los equipos, por lo que para poder llevarlo a cabo se requieren de un par de maniobras:
Tener jugadores secundarios con contratos cortos
Esto es importante, ya que se debe llegar a esa agencia libre con la menor cantidad de contratos garantizados. De esta manera, se tendrá más cantidad de dinero para gastar, y se podrá elegir de manera correcta los jugadores de rol más acordes para las necesidades del equipo. Es por esto que los valores (y años) que se le den a Fournier pueden empezar a mostrar qué estrategia tomarán los Celtics de cara a futuro. Cuando hablaba más arriba del escenario ideal para Brad Stevens, era justamente por esto.
Salarios comprometidos con escala vieja a largo plazo
Esto es incluso más importante que lo anterior mencionado. Voy a ponerlo en palabras simples para que se entienda: cualquier jugador del núcleo central del equipo debe llegar a esta agencia libre con un contrato firmado previamente (y cuantos más años lo tenga, mejor). Independientemente de los nombres, si el cuerpo técnico y la dirigencia entienden que X jugador es fundamental para el futuro y se lo quiere retener a largo plazo, entonces debe llegar con una extensión firmada antes de esta agencia libre.
Voy a usar un ejemplo. Tanto Aaron Nesmith como Payton Pritchard serán elegibles para sus respetivas extensiones de rookie en la temporada 24/25. Si (esperemos) su evolución como jugadores, y sus rendimientos son los esperados en Boston, y se los quiere retener a largo plazo, es conveniente extenderles (incluso pagándoles de más) a largo plazo. De esta manera, cuando el cap se dispare en la temporada siguiente, se los tendrá bajo contrato por varios años, y el dinero que perciban será proporcionalmente menor al total del cap. Permitiéndole de esta manera ahorrarse mucho dinero que potencialmente se podrá utilizar en un contrato para otro agente libre.
Esto (insisto) aplica a cualquier jugador que los Celtics busquen tener a largo plazo y que entiendan que será parte fundamental a futuro. Jaylen Brown, Marcus Smart o (si la salud acompaña) Robert Williams, son candidatos a llegar a esta agencia libre con contratos ya extendidos.
Jayson Tatum, el comodín de los Celtics
El motivo por el que el ex Duke queda descartado del punto anterior es muy sencillo: su contrato tiene opción de jugador para esta agencia libre. Lo que representa tanto para el jugador como el equipo un escenario único. Habrá tres caminos posibles (que dependerán de cómo vayan estos años) que pueda tomar el alero.

Jayson Tatum, figura de la victoria de los Celtics sobre los Washington Wizards
El primero es declinar su opción de jugador, y llegar a esta temporada siendo agente libre. Esto le permitiría buscar un nuevo contrato (presumiblemente máximo) bajo la nueva escala salarial, obteniendo de esta manera mucho más dinero garantizado a largo plazo. Bajo este escenario. los Celtics serían los máximos candidatos a retenerlo, incluso pudiendo ofrecerle el súper máximo. La buena noticia es que al dispararse el cap, y (si lo logran) llegan con mucho márgen salarial, se puede reconstruir el equipo sin necesidad de sobrepagar a nadie.
Por otro lado, puede darle una mano a Brad Stevens, y optar por hacer efectivo ese último año (cobrando nada menos que 37 millones de dólares) Y esto podría ayudar mucho ya que su salario máximo sería con la escala anterior, aplicando el punto previo y dándole incluso más márgen a los Celtics para perseguir agentes libes.
El tercer camino es llegar habiendo pactado una nueva extensión previamente, pero es claramente el escenario menos probable y que seguramente no suceda.
Sea cual sea el modus operandi de Tatum, de lo que podemos estar seguros es que será la prioridad número uno de cara a esa dichosa temporada.
Completando el equipo de cara a la próxima temporada
Teniendo en cuenta todo lo que detallé más arriba, es momento de hacer un bosquejo de cómo puede terminar siendo el plantel de los Celtics para la 21/22. Es importante tener en cuenta que no se necesita una restructuración masiva, de hecho, hay 11 contratos garantizados para la próxima temporada, por lo que el esqueleto del equipo será el mismo que el último año.
Jayson Tatum – $28.103.500
Al Horford – $27.000.000
Jaylen Brown – $26.758.928
Marcus Smart – $14.339.285
Tristan Thompson – $9.720.900
Romeo Langford – $3.804.360
Robert Williams – $3.661.976
Aaron Nesmith – $3.631.200
Grant Williams – $2.617.800
Payton Pritchard – $2.137.440
Carsen Edwards – $1.782.621
En estos nombres estoy incluyendo el de Tristan Thompson, ya que si bien lo más beneficioso para el equipo sería desprenderse de él la noche del draft, analizándolo desde la vereda de enfrente, los potenciales equipos que puedan estar interesados en el pívot, no tienen ningún apuro en hacerse con sus servicios.
Siguiendo con lo antes mencionado, y suponiendo que se llega a buen puerto, los Celtics deberían tener a Evan Fournier renovado, por lo que sólo necesitan 3 jugadores para completar su plantilla.
Uno de esos lugares es para Moses Brown, interno que vino como parte del intercambio de Al Horford y es un jugador prometedor, joven y (sobre todo) con un contrato muy económico como para dejarlo ir.
El resto de los agentes libres de la plantillas son: Semi Ojeleye, Luke Kornet, Tremont Waters y Tacko Fall. Luego está el contrato de Jabari Parker (valuado en 2.2 millones) que no es garantizado, por lo que el equipo puede declinarlo sin consecuencias financieras.
La rotación de internos de los Celtics
Con la llegada de Horford (y Brown a la vez), está claro que uno de los dos internos que quedaron en los Celtics debe salir. Pero dependiendo de cuál sea, los caminos a elegir son muy diferentes.
Si Brad Stevens decide simplemente bajar del impuesto al lujo, y pensar en el juego a largo plazo, debería optar por desprenderse de Tristan Thompson. El ex Cavs fue una apuesta de Danny Ainge que no funcionó. Sus aportes fueron buenos pero no suficientes, y la veteranía en el vestuario no ha sido la deseada. Desprenderse de su contrato aliviaría las cuentas, y permitiría (o dejaría muy cerca) evitar el impuesto al lujo.
Tampoco es necesario un movimiento apresurado, ni dar una ronda de draft para descartar su contrato. Hay que recordar que durante la temporada entera, los equipos pueden subir y bajar del umbral del lujo, por lo que lo más conveniente es esperar a que avance el año, buscar una franquicia que esté necesitando un interno veterano para darlo. De esta manera se reduciría la cantidad de jugadores en la pintura, y se le daría más minutos a los jóvenes.
Por otro lado, si las negociaciones con Robert Williams no llegan a buen puerto, y se quiere aprovechar a sacar algo por el antes de arriesgarse a perderlo, se puede perseguir un trade por un nombre de mayor peso. Time Lord ha generado interés en el pasado en otros equipos, y sus cualidades lo hacen atractivo a la hora de pensar en un traspaso. El problema con esto es que, de ir por este camino, bajar del impuesto del lujo será mucho más complicado.
¿Cómo reforzar el puesto de base con los pocos recursos que se tienen?
Si bien es cierto que Marcus Smart tiene todas las condiciones para ser el base titular y correrse un poco de esa posición de 2 que viene teniendo últimamente, es evidente que se debe ocupar un hueco de la plantilla con un refuerzo en esa posición. No creo que se deba recargar de responsabilidades de comando de la segunda unidad a Payton Pritchard, y si aún proyectando a Fournier como un sexto hombre, es necesario incorporar a alguien.
Por supuesto que el jugador que se busque será de segunda línea, pero no por ello quiere decir que no pueda aportar al equipo. Los nombres más recurrentes son los de TJ McConnell, Ish Smith y Patty Mills. De los tres, creo que el australiano es el más difícil de lograr conseguir (salarialmente hablando). Cualquiera de estos podría aportar mucho al banquillo y le daría a la segunda unidad veteranía y temperamento (Mills además traería experiencia de campeón).
Creo que (en caso de no bajar del lujo al inicio de la agencia libre) se podría llegar a cuadrar a cualquiera de estos 3 bajo la TMLE (5,7 millones). Insisto, tengo mis dudas de si el base de los Spurs aceptaría, quizás reciba ofertas un poco más altas. Cualquiera de estos nombres (solo uno está claro) ayudaría mucho y le permitiría tener variantes al banquillo de Udoka.
Otros dos nombres que sumo a la lista pero que no estoy tan convencido son los de Kris Dunn (opción de jugador de 5.05 millones) y el de Elfrid Payton. El primero prácticamente no ha podido jugar esta temporada en Atlanta debido a lesiones (apenas 4 partidos) pero de todos los que he nombrado, es el que menos potencial de amenaza presenta en ataque. Cuenta con el plus del tamaño ya que tiene buena altura para su posición.
Por otro lado está el base de los Knicks. No se asuste, el chico ha cambiado con respecto al que era cuando llegó a la liga. Primero que nada, ya no tiene esos pelos espantosos (fundamental), pero más importante aún, ha jugado mucho mejor (con un rol reducido). Puede ser una apuesta arriesgada, pero teniendo en cuenta el poco margen con el dinero que hay, quizás no haya otra alternativa.
No debo dejar de nombra dos casos que se deben tener en cuenta. El primero es Tremont Waters. El chico no puede volver a tener contrato two way, y no creo que los Celtics le ofrezcan un contrato. Ha mostrado flashes en ciertos momentos, pero las muestras (al igual que su altura) son demasiado pequeñas para garantizarle un lugar en el equipo. Por otro lado está Yam Maddar. Quien fuera la última selección de draft de Danny Ainge como GM, va a ser parte del equipo de la Liga de Verano. Salvo que muestre unas condiciones descomunales, creo que va a volver a disputar otro año en Europa. Pero este último tiempo, hemos visto cosas muy interesantes que invitan a motivarse con el futuro del israelí.
Los 15 nombres de los Celtics de cara al inicio de la temporada
Como se ve, el esqueleto de lo que puede ser la plantilla de los Celtics luciría de esta manera. Tengo a Fournier renovando en 4×66 con 8% de aumento. A pesar de que sigo leyendo a varios insiders decir que su precio es algo menor, creo que un salario promedio de 16,5 millones es más que acorde a lo que el francés puede darle al equipo.
Por otro lado, me aventuré a hacer un trade en donde envío a Tristan Thompson junto con Carsen Edwards (y un pick de segunda ronda) a Denver a cambio de P.J. Dozier. Esto obviamente tiene motivos financieros, pero creo que el canadiense es un buen reserva, ya que los de Colorado tendrán pocos jugadores internos (Millsap y Javale McGee son agentes libres).
Está claro que lograr algún tipo de movimiento similar a este último, es lo que Brad necesita encontrar para tener algo de flexibilidad y posicionarse por debajo del impuesto al lujo (o cerca de ello).
Con el dinero de la TPMLE (casi todo, pero no completa) firmo a T.J. McConnell en un 2×8 para que brinde manejo de balón, veteranía y liderazgo a la segunda unidad. Los quince nombres los completo con dos conocidos de la casa en Semi Ojeleye (mínimo de veterano para sus años en la liga) y Jabari Parker (garantizando su contrato para la temporada completa).
De esta manera se puede comenzar la temporada esperando el momento justo para realizar algún movimiento extra. Ya sea para reforzar el equipo en la trade deadline o simplemente para bajar esos pocos millones que restan para no pagar lujo.
Una salvedad que aclaro para el final, y es el hecho de los constantes rumores de nombres y potenciales traspasos ligados a los Celtics. Está claro que si se presenta una oportunidad única (como por ejemplo traer a Bradley Beal sin dar a Jayeln Brown a cambio) es entendible que se quiera apretar el gatillo. Sumado a esto, se está percibiendo mucho ruido y movimientos en la previa de una noche de draft que promete.
Bueno a ver
Que esto no es fácil de hacer.
1- Boston no puede ofrecer el mejor paquete por Beal vs otros equipos (Warriors por ejemplo)
2- Para igualar salarios hay que dar a Smart+varios salarios más lo que implicaría estar muy cortos y completar con mínimo de veterano. https://t.co/ERkh4W991n— Jonatan Perez (@AJonatanPerez) July 24, 2021
Esto puede ser un (como me gusta decir) un río revuelto en el que los pescadores más hábiles pueden sacar provecho. Esperemos que Brad esté a la altura y, en caso que se presente una oportunidad, sepa sacar provecho y obtener un beneficio. Es necesario estar alerta porque quizás el futuro de los Celtics pueda empezar a cimentarse la noche del 29 de julio.
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