Un Juego 7 es por excelencia duro, áspero y muy sufrido.

Pero el que enfrentó a los Celtics y a los Raptors reunió esos factores en dimensiones de alto riesgo para los corazones más sensibles.

De inicio a fin, ambos equipos estuvieron dando lo mejor de sí en ambos costados de la cancha, lo que llevaba a errores comprensibles de ejecución y solo los más dúctiles se mostraban totalmente bajo control -thank you, Marcus- en una noche que tiraba para la épica desde temprano.


En la primera mitad, los Raptors lucían mucho más fuertes y acertados mientras que los Celtics sufrían de una nueva mala noche de Kemba Walker. Pero una racha de 11-0 en el segundo cuarto les abrió la puerta que no volvieron a cerrar en todo el partido.


Los Raptors fueron, tal vez, de los rivales más duros a los que han derrotado los Celtics en los últimos años. Todos sufrimos el Juego 7 contra Washington años atrás, pero acá estaban enfrentando a los campeones de la NBA y un zorro viejo como Kyle Lowry que hizo hasta lo imposible para evitar que su equipo no pudiera retener la corona de la NBA.

Jayson Tatum ya está aquí

Todas las estrellas necesitan noches como ésta. Si no, pregúntenselo al bueno de Giannis Antetokounmpo o al barbado James Harden, bestias de temporada regular que no te traen un GRAN recuerdo en la postemporada.

Y Jayson Tatum lo tuvo anoche.


29 puntos (en 10 minutos menos que el juego 6), 12 rebotes y 7 asistencias. Se hizo cargo en la segunda mitad cuando nadie quería tomar un tiro. Con sus manos los Celtics pudieron tomar una ventaja que terminó decantando el juego a su favor y convirtiéndose en el jugador más joven en hacer +25 pts, +10 rebs y +5 assists en un juego desde Kobe Bean Bryant.

Con Kyle Lowry y Daniel Theis expulsados por faltas, los Celtics dominaron el marcador final 92-87 y se metieron en finales de conferencia por tercera vez en cuatro años -Who is Kyrie?- y se enfrentarán al Miami Heat desde el martes 15 de septiembre.


Generalmente, después de este párrafo seguía el crédito de la foto. Pero esta vez no. Hemos escrito tanto en esta página y aún más en las cuentas de Twitter de todos los integrantes del Despacho de él, que parece redundante y hostigante.

Pero cuando todos esperaban a Kemba, Jaylen y Jayson –que apareció- una vez más quedó demostrado que el alma del equipo es única y exclusivamente Marcus Smart. Tapones, faltas ofensivas, organización y puntos en momentos clave que le dieron vida a los Celtics una y otra vez.


Gracias por tanto, MS.

 

 

Foto: Celtics.com