El verano llega su fin y con él el este desierto deportivo de tres meses que sufrimos cada año – nadie me va a convencer jamás de que el Béisbol es un deporte. Aunque aún queden meses para el comienzo de la NBA, este 2019 viene con una buena dosis de metadona: la Copa Mundial de Baloncesto 2019 que arranca mañana 31 de agosto en la República Popular China.

 

En el Despacho, como comunidad multicultural que somos, teníamos dos opciones: pasar un ingente número de horas redactando una previa con más palabras que vídeos de Carmelo Anthony lanzando solo este verano u optar por la salida del vago y posicionarnos al lado de la selección estadounidense.

Así que, para que nadie nos tache ni de parciales ni de vagos, aquí está nuestra previa analizando al equipo que tiene hasta cuatro jugadores de los Boston Celtics.

 

Team USA 2019, cuando tu máxima estrella es tu entrenador

Gregg Popovich, seguramente el mejor entrenador de la historia del baloncesto, tiene ante sí la única cima que no ha conseguido escalar a lo largo de su absurdamente dilatada y exitosa carrera: hacer campeona a la selección estadounidense de baloncesto.

Hasta ahora, sus credenciales son un papelón en el Mundial de 2002 cuando acudió como asistente de George Karl y un bronce en los Juegos Olímpicos de 2004. Salir campeón de este torneo sería el broche de oro para un entrenador con un currículum envidiable en la NBA que, sin embargo, no tiene visos de aumentar en los próximos años.

No lo tendrá nada fácil el ex-soldado, quien entrenará a la selección más floja que ha enviado el combinado americano desde precisamente aquel Mundial FIBA de 2002.

 

La tarjeta de «la química»

Durante las últimas semanas hemos oído hablar y hablar a los jugadores de la selección estadounidense del buen rollo que hay en el vestuario y lo importante que será la química a la hora de conseguir algo importante en el torneo… algo completamente ridículo cuando miramos el roster que presentan.

Si estamos de acuerdo en que el talento es en el 99 % de las ocasiones – el 1 % restante se denomina el «Porcentaje Detroit Pistons 2004«, quien decide quién acaba ganando cualquier tipo de competición deportiva, hablar de química, más que una manera de presentar  una de tus fortalezas de cara a la Copa Mundial 2019, parece una manera de rebajar las expectativas de un equipo que es, y debe ser, el principal favorito a ganar el torneo con relativa facilidad.

Porque sí, posiblemente podríamos construir entre dos y tres equipos mejores con los jugadores que han declinado la llamada del combinado nacional, pero que nadie se deje engañar: siguen teniendo tanto talento como todas las demás selecciones combinadas.

 

El núcleo de los Boston Celtics

Como habrás oído ya unas tres mil veces a estas alturas, sobre todo tras la derrota contra Australia, el combinado estadounidense tiene un núcleo de hasta cuatro jugadores de los Boston Celtics. Lo que para unos es motivo de orgullo, a otros nos tiene con el corazón en un puño. No es solo el miedo a las lesiones sino a lo mucho que se pueda acercar a Jaylen Brown y Jayson Tatum, el futuro de la franquicia, el entrenador de los San Antonio Spurs cuando se encuentran a uno y dos años de terminar su contrato en Boston.

Kemba Walker: la estrella contratada por Danny Ainge el pasado mes de junio, viene de firmar la mejor temporada de su carrera: All-star y segundo mejor quinteto de la NBA. Medallas más que suficientes para ser considerado de manera unánime como el líder de la selección estadounidense tanto dentro como fuera de la cancha, donde ya parece entenderse a las mil maravillas con sus futuros compañeros.

Marcus Smart: únicamente Marcus Smart podría no solo ser confirmado para el equipo sino ser nombrado capitán del mismo cuando aún estaba lesionado. Más allá del merecido cariño que se le tiene en esta casa, el base lleva siendo una pieza clave de los Boston Celtics desde su llegada a la liga y durante la inolvidable, por decepcionante, temporada 2018/19 ha conseguido ser reconocido como uno de los mejores defensores de la NBAprimer quinteto defensivo – y además mejorar de manera sorprendente la mayor laguna en su juego: lanzó por encima del promedio en triples.

Jaylen Brown: uno de los últimos jugadores invitados a formar parte del equipo, lo cierto es que el alero ha sido uno de los mejores jugadores durante los partidos preparatorios.; esto, unido a su físico, ética de trabajo, su relación con los otros jugadores de los Boston Celtics y, sobre todo, ser un jugador muy del gusto de Gregg Popovich, podrían hacer que juegue muchos más minutos de los que se le presumían hace unas semanas.

Jayson Tatum: al contrario que su compañero Jaylen, Jayson Tatum fue uno de los primeros jugadores en ser convocados, pese a ser uno de los más jóvenes. Aún cuando muchos se decepcionaron con su pasada campaña, lo cierto es que mejoró todos su números salvo el lanzamiento de tres, dando un salto más que notable en defensa. Con sus recursos ofensivos, todos los del mundo, y un tamaño que le hacen un missmatch andante en el baloncesto FIBA, lo más normal es que sea el jugador de los Boston Celtics con más protagonismo tras Kemba Walker.

 

Roster de la selección norteamericana

  • Donovan MitchellUtah Jazz: pese a que la pasada temporada ha sido tan solo su segunda en la NBA; Mitchell es desde el primer día la primer arma ofensiva y cara de la franquicia mormona. Aún cuando todas sus carencias defensivas fueron expuestas en el segundo amistoso contra la selección australiana, sus prestaciones en ataque están al alcance de muy pocos jugadores.
  • Mason PlumleeDenver Nuggets: el que es quizás uno de los jugadores con menos nombre de cuantos forman este combinado, Plumblee tiene sobre el resto de sus compañeros la ventaja de ser uno de los que se alzaron como campeones hace cinco años.
  • Harrison BarnesSacramento Kings: Barnes es el otro jugador que también se alzó como ganador en 2014, además de hacer lo propio durante los Juegos Olímpicos 2016. El jugador parece que se ha asentado en un término medio entre el All-star que parecía prometer en Golden State Warriors y el Chandler Parsons afroamericano que atracó el rancho de Dallas.
  • Brook LopezMilwaukee Bucks: el futuro Primer Ministro de Australia se ha destapado como uno de los triplistas interiores más eficientes de la NBA. Aunque aún queda por ver si ha sido todo flor de una temporada, lo que puede hacer un jugador con su características en el baloncesto FIBA de mantener su nivel de este pasado curso, es potencialmente aterrador.
  • Khris MiddletonMilwaukee Bucks: junto a Kemba Walker, quizás el «jugador franquicia» de este equipo.
  • Myles TurnerIndiana Pacers: el de Indiana se ha establecido como un sólido defensor interior a pesar de sus tempranas dificultades para saber dónde situarse en pista. Al igual que Brook Lopez, su habilidad para abrir la pista puede ser más que interesante para su equipo.
  • Joe HarrisBrooklyn Nets: traspasado, cortado y operado de una lesión grave en menos de doce meses, el de Washington se ha hecho un hueco en Brooklyn gracias a un acierto de tres que le llevó a ganar dicho concurso durante el pasado All-star.
  • Derrick WhiteSan Antonio Spurs: quizás el jugador con menos nombre del roster, es el más conocido por un Gregg Popovich que ha confiado bastante más de lo esperado en él durante los partidos preparatorios.

 

Bromas y miedos a un lado, no es una locura decir que durante estas semanas previas de preparación, los mejores minutos de Estados Unidos se han dado cuando Kemba Walker, Jaylen Brown y Jayson Tatum se han juntado en pista.

Veremos si  los jugadores logran hacer un buen papel en esta Copa Mundial de Baloncesto 2019, comienzan a generar automatismos de cara a la próxima temporada y, sobre todo, vuelven todos sanos.