Los Celtics jugaron mal, muy mal, y cuando en el tercer cuarto estaban al toque de los Spurs, el Garden explotó en furia -tirando botella a la cancha como una escena del fútbol sudamericano- luego de que el árbitro Evan Scott expulsara a Kemba Walker luego de una doble técnica por «protestar» una falta sobre LaMarcus Aldridge.


La victoria terminó siendo tranquila para San Antonio por 129-114 con 30 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias de DeMar DeRozan junto a los inauditos 19 tantos de Lonnie Walker IV.


Boston, para no salir de la dinámica con la que llegó luego de la derrota ante Washington, inició el partido dormido, con una racha de 14-3 para los Spurs que le dio la ventaja que mantuvo a lo largo del cuarto, la ofensiva de Boston despertó con el ingreso de Marcus Smart que tenía 8 puntos en el inicio del juego.


Con Stevens desesperado por la apatía del equipo, Brad Stevens metió a Tacko Fall en el segundo cuarto y a pesar de una leve mejoría, San Antonio no soltó el acelerador hasta iniciando el tercer parcial. Entonces, pasó el infortunio del inexperto árbitro que le quitó el momento a los Celtics que a pesar de contar con un rugiente TD Garden, no pudo recuperarse de la pérdida.


Los Spurs controlaron los rebotes, lanzaron un ridículo 55% de campo y hasta Lonnie Walker fue figura en un partido desastroso de los Celtics que, enfrentarán mañana su segundo partido del back-to-back contra los Philadelphia 76ers en condición de visitante.

 

Foto: Celtics.com