Joseph Henry “Jo Jo” White, nacido un 16 de noviembre de 1946 en St. Louis, Missouri, hijo de un ministro y el menor de 6 hermanos, decidió dedicarse al baloncesto a los 6 años para convertirse en una pieza clave de su comunidad.
Tras ganar la medalla de oro con USA en los Juegos Olímpicos de México City en 1968, el guard de 1,91, formado en la Universidad de Kansas, fue seleccionado con el pick número 9 en el Draft de 1969 por los Boston Celtics (también fue drafteado por los Dallas Cowboys y los Cincinnati Reds). Hubo algo de incertidumbre con esta elección, ya que White debía cumplir 2 años de compromiso militar obligatorio, pero Red Auerbach intercedió, y consiguió que el jugador pudiese debutar en la temporada 1969-1970. El propio White declaró que su breve temporada como militar le ayudó a prepararse para el primer training camp con los Celtics.
“Yo era un infante de marina, por lo que había pasado todos los desafíos físicos y mentales que supone el entrenamiento militar. Además, estaba en excelentes condiciones físicas por mi entrenamiento militar, por lo que siento que me tenía una ventaja añadida”.
Jo Jo llegaba a unos Celtics que venían de ganar 11 anillos en las últimas 13 temporadas, pero las cosas estaban muy cerca de cambiar drásticamente, ya que el jugador-entrenador y leyenda Bill Russell anunciaba su retirada, y cortaba lazos con la franquicia. También el escolta durante una larga temporada del equipo, Sam Jones, daba por terminada su carrera, y White debía remplazar esos deberes.
Con la salida de Russell la primera temporada de White fue una etapa de reconstrucción, en la que el equipo tendría por primera vez , desde 1950, balance perdedor (38-48), y la primera desde que Red Auerbach fue contratado. Aun así, consiguió entrar en el All NBA rookie team de la temporada 1970.
Pero los orgullosos verdes consiguieron cambiar la situación la temporada siguiente, drafteando a Dave Cowens, consiguiendo a Paul Silas mediante traspaso, manteniendo a un veterano John Havlicek y contratando a Tommy Heinsohn como entrenador. Ese equipo, liderado en ataque por un White que jugaba de base, volvió a la senda de la victoria, y el propio White consiguió ser All Star esa temporada, cita a la que no faltaría hasta el 1977, siendo elegido siete años seguidos. También estuvo entre los 10 máximos asistentes de la liga desde el 1973 hasta el 1977.
En 1972 participó en el NBA One-on-One 16 man tournament, ahora extinto, un torneo de unos contra uno. En esa edición consiguió llegar a la final, en la que se enfrentó a Bob Lanier, de los Detroit Pistons, un jugador de 2,10 metros contra el que perdió, aunque le dio una buena batalla.
En 1971 White llevó a los Celtics a la final de la NBA, en la que se enfrentarían a los Milwaukee Bucks de Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson. White consiguió liderar a los Celtics para conseguir el primer campeonato de la franquicia en la era post Russell. En la siguiente, Jo Jo lideró al equipo en minutos jugados, ganando la división con un récord de 60-22 pero perdiendo en las finales de conferencia.
En 1976 White formó parte de uno de los equipos más dominantes recordados, en el que se juntaban 5 veteranos que promediaban dobles dígitos de anotación todas las noches. White estuvo espectacular en los playoffs de esa temporada, y dominó el que muchos consideran “the greatest game ever played”, el mejor partido jamás jugado. En la victoria contra los Phoenix Suns del game 5 de las finales de la NBA, tras tres prórrogas, White, fue el máximo anotador del partido, con 33 puntos, y repartió 9 asistencias, llevando a los Celtics a la victoria 128 a 126 jugando 60 minutos. Tras esta exhibición los Celtics también ganaron el sexto partido, consiguiendo su décimo tercer campeonato. White fue nombrado MVP de las finales.
White fue uno de los primeros “iron men“, jugando los 82 partidos durante 5 temporadas seguidas en los setenta, y estableciendo un récord de franquicia de 488 partidos seguidos jugados. Una lesión frenó su racha en la temporda 1978-1979, después de la cual, tras varios años sin poder llevar a los Celtics a lo más alto, Jo Jo no pudo volver a recuperar su nivel de All-star y fue traspasado a los Golden State Warriors a mediados de esta temporada. El reportero del Boston Globe, Bob Ryan, describió con estas palabras la tensión del momento:
“Ser un Celtic, y en concreto una parte de la mística Celtic, significa mucho para Jo Jo White. De hecho, ser parte de la familia de los Celtics y ser capaz de entrar en un intercambio de bromas con Red y ser capaz de identificarse como un “Celtic”, probablemente significaba más para Jo Jo White que para cualquier otro Celtic de la era moderna (post Russell). Las circunstancias dictaron su marcha, pero dejar Boston le provocó mucho dolor”.
White se retiró en 1981 jugando para los Kansas City Kings. Regresó a Kansas como entrenador asistente en la 1982-1983 e intentó una vuelta al baloncesto como entrenador-jugador en 1987, con 41 años, para los Topeka Sizzlers de la CBA.
El 9 de abril de 1982 su número 10 fue colgado de las vigas del Boston Garden. Jo Jo White terminó su carrera con unos promedios de 17,2 puntos, 1,3 robos, 4,9 asistencias y 4 rebotes, estando aún en el top 100 NBA de canastas conseguidas, canastas intentadas, asistencias, porcentaje de tiros libres (83%), minutos por partido (35,8) y defensive rating.
La NBA reconoció su valía como Hall of Fame en el año 2015, y el día 16 de enero de 2018 falleció a la edad de 71 años.
Está es la historia del jugador sobre el que se depositó la confianza y que asumió el peso de volver a llevar a los Celtics al anillo tras la marcha del inigualable Bill Russell. Un jugador que entendió y asumió la esencia de la franquicia como propia, que se fundió con la camiseta y que formaba parte de la mística que rodea al equipo de Boston.
Siempre verde, siempre Celtic, el eterno número 10, Jo Jo White.