El primero de julio pregúntenme por mi futuro” fueron las palabras de Kyrie Irving en aquel momento y las sensaciones no fueron las mejores. Un día después de la fecha estipulada, estoy escribiendo sobre como encaja Kemba Walker en los Celtics.

Perder a Kyrie Irving es, deportivamente hablando, un problema. El daño más grande es estructural más que nada, ya que su partida le mostró el camino de salida a Al Horford.

Los Celtics ni lentos ni perezosos rápidamente encontraron reemplazo para el primero, pero lamentablemente veo difícil lo del segundo. Y el desafío más grande a nivel juego es recrear TODAS las cosas que daba el dominicano en CONJUNTO.

¿Pero por qué está hablando este tipo de Al Horford y no de Kemba Walker? Porque con el ex Hornets no hay misterios, el fit es prácticamente ideal como veremos a continuación.

 

Kemba Walker y el sistema defensivo

 

Si hay que poner un lunar en la incorporación de Kemba Walker es en la cuestión defensiva. No es que sea un mal defensor, no lo es para nada, lo que ocurre es que es un potencial problema de miss match.

Sus 1.85 mts, con zapatillas y mirándolo con cariño, va a ser un problema grande para el andamiaje defensivo de Brad Stevens.

No es algo que no haya sufrido en otras oportunidades. Con solo recordar la cantidad de cambios defensivos y ayudas secundarias que había que realizar para esconder a Isaiah Thomas se darán una idea.

 

 

Como verán, Kemba tiene buenos fundamentos defensivos, mueve bien los pies, es inteligente y sabe usar muy bien las manos para taponar muchas veces por sorpresa, ya que subestiman su capacidad.

El gran inconveniente radica en su altura y en cómo los demás equipos buscarán llevarlo al poste bajo en una situación de cambio de marca, ahí es cuando sus compañeros del lado débil tendrán que estar más atentos que nunca para palear dicho problema.

A esta situación se le agrega otra dificultad, y es que Enes Kanter presumiblemente será el pívot titular, y su defensa del pick and roll no es de las mejores (por ser educado). Esta combinación de factores puede llegar a ser un verdadero dolor de cabeza para Stevens.

El pívot turco viene de hacer su mejor año en cuanto a defensa, el contexto de Portland lo ha ayudado a esto y esperemos que replique lo hecho en los pasados playoffs donde, por lo menos, no fue un punto a atacar.

Seguramente veamos a Smart siendo el guarda espaldas número uno de Kemba, pero los problemas se ven claramente. Baja estatura y sin un ancla defensiva como Horford detrás para ordenar e instruir a sus compañeros.

Los Boston Celtics tendrán que apostar mucho a la anotación, cuestión que tiene un mejor sabor de boca si lo planteamos en frío.

 

¿Cómo se adapta Kemba a la ofensiva de Stevens?

 

Las dudas saltan a la vista desde el sector defensivo con el nacido en New York, pero en el otro costado de la cancha la cuestión cambia… a lot.

Kemba Walker no es un jugador más talentoso ofensivamente que Kyrie Irving, pero su estilo de juego se adapta a la perfección con el motion offense de Brad Stevens.

Sus números en ataque no paran de mejorar, y va adicionando año a año cuestiones a su juego que lo vuelven un jugador muy peligroso, sobre todo tras cortinas. Los Celtics lo sufrieron el año pasado.

 

 

Marcus Smart tuvo pesadillas el año pasado, no lo podía encontrar en ningún lugar de la cancha y esto tiene que ver con la velocidad con la que el jugador se mueve sin pelota y entre cortinas.

Todas las ofensivas diseñadas para Isaiah Thomas, sobre todo aquellas que implicaban hand off, van a ser ejecutadas para Kemba.

Con la posibilidad de poner a Marcus Smart como base y a Kemba como opción sin pelota o al revés, ya que puede encestar triples tras bote, o en catch and shoot.

Otra vez el gran inconveniente es la ausencia de Al Horford, y ahí es donde entra un punto muy importante en esta ecuación ofensiva: Gordon Hayward.

Si hacemos memoria, la mejor temporada de Thomas en los Celtics llega de la mano de todas las ventajas que le generaba Al Horford, creándole espacios al base tanto con sus cortinas como con sus asistencias, y el peligro latente abriendo la cancha con su tiro exterior.

Claramente Gordon Hayward no es el dominicano, pero se lo puede replicar en muchos sentidos, sobre todo implicándose en el pick and roll, desde ambos lados (como handler y como bloqueador). Además, también puede alimentar a Kemba como generador desde el poste alto y encontrando al base sin pelota.

Jaylen Brown y Jayson Tatum tienen que haber aprendido la lección del año pasado y entender que la química es muy importante en este sentido, por lo que van a tener que resignar protagonismo también este año. Lo importante es que se metan en el rol que les toque, así que el desafío está ahí latente.

Gordon Hayward se vuelve fundamental en este nuevo esquema y los demás así lo tienen que entender desde un inicio, porque si esto no ocurre tendremos los inconvenientes del pasado.

El otro factor a tener en cuenta es Enes Kanter. Si en defensa no destaca, si lo hace en ofensiva. Los pasados playoffs hemos visto como los Blazers corrían continuamente pick and roll con CJ y Lillard con gran nivel de efectividad, algo que se replicará este año con Kemba Walker.

El último punto a tocar en el apartado ofensivo es la eficiencia. Y es que más allá de que sus números no destaquen en este sentido 25 pts (43% de campo y 35.6% en triples) hay que hacer la salvedad de que era la única opción de su equipo, por lo que ha tomado infinidad de tiros forzados. Todo lo que no sea mejorar en este apartado, será raro.

La mayor duda es cómo se van a involucrar los Jays después de lo ocurrido el año pasado, cómo volverá Gordon Hayward, y si se podrá encontrar la dinámica entre los tres aleros.

 

Kemba y la mentalidad

 

Nadie en la liga jamás ha dicho algo malo de Kemba Walker”. Las palabras de Jeff Woodman son un fiel reflejo de la clase de líder que es el ex Hornets.

En lo individual, su mentalidad es de trabajo y esfuerzo, algo que en Boston es valorado por sobre muchas cosas. Lo importante de esto es que a su ética de trabajo le agrega una generosidad innata.

Según sus compañeros destacan su continuo esfuerzo por hacer mejores a ellos y mantener a todos involucrados. Es ganador y letal para tomar decisiones en momentos calientes de partido.

 

 

Su potencialidad como guía de grupo es muy grande, y en un ambiente positivo, puede llegar a ser el líder que se necesita. Un jugador que ama el trabajo, para el que el compañero está primero y que es ganador: ADN Celtics, sin duda.