Los Boston Celtics se sobrepusieron a las múltiples ausencias que sufrieron al no contar con Kemba Walker, Marcus Smart y forzados así a iniciar con Javonte Green por primera vez en su carrera. Sin embargo, entre un Gordon Hayward vital y el animal de Jayson Tatum lograron sacar adelante un partido complejo en condición de visitante para ganar 123-115 a los Atlanta Hawks.


A pesar de sufrir de un Trae Young imparable para iniciar el partido, con 23 puntos en la primera mitad y cuatro triples mucho más allá de la línea que hace mucho es cómoda para el base de los Hawks. Para los Celtics, lo clave fue la anotación de su banca con 26 tantos sobre los 10 de los suplentes locales, que se iban al descanso con la sensación de ir perdiendo el control del partido de a pocos.


En la segunda parte los Celtics se aprovecharon de un leve bajón de Trae Young, que terminó el partido con 34 puntos luego de su inicio caliente. En el tercer cuarto, Boston logró tomar ventaja de dos digitos y a pesar de Atlanta intentó remontar en reiteradas ocasiones, jugadas fundamentales de Hayward, Tatum y el mismísimo Grant Williams, terminaron sellando el cuento para los de Brad Stevens con un resultado final de 123-115.


Jayson Tatum anotó 28 puntos con 7 rebotes y 3 asistencias mientras que Hayward sumó otros 24 con 7 tableros y 6 asistencias. La banca de Boston terminó con 41 puntos y el lunar de esta victoria estuvo en la lesión en un tobillo que sufrió Daniel Theis y que lo obligó a salir en hombros rumbo al camerino y está todo a la espera de su status oficial.


Foto: Celtics.com