Se lleva especulando con un traspaso entre Boston Celtics e Indiana Pacers que acabe con Paul George vestido de verde desde los primeros intentos de Danny Ainge por rejuvenecer la plantilla en 2013. Pero ha sido desde el pasado Febrero cuando se han vuelto más y más consistentes ante la iniciativa de los Pacers de tantear el mercado que hay por el alero.

Y no es que la citada iniciativa sea propia, que no lo es. Tanto Larry Bird primero como Kevin Pritchard después siempre han tenido la idea de mantener al jugador calforniano en la franquicia, y construir lo mejor posible en torno a él. El problema es que el jugador está haciendo todo que posible para que esto no suceda. Y de la peor manera, además. Mientras de cara al público solo tiene palabras de amor hacia el equipo y el estado de Indiana, entre bambalinas él y su agente se dedican a filtrar a la prensa que en 2018, cuando sea Agente Libre, quiere firmar con el equipo de su infancia, Los Angeles Lakers.

Estas filtraciones a la prensa han hecho perder un tesoro en forma de activos para los Pacers. Si el verano pasado o este mismo Febrero había franquicias dispuestas a empeñarse hasta el cuello para hacerse con los servicios de Paul George, las continuas filtraciones de su entorno hacen que ahora mismo el precio del que se está hablando sean dos picks de primera ronda, buenos o malos, y jugadores que puedan ayudar a la nueva cara de la franquicia: Myles Turner. En el caso de los Boston Celtics, se habló de que incuso uno de los famosísimos picks de los Brooklyn Nets, sin especificar si se trataba del de 2017 o 2018, estuvo sobre la mesa de negociaciones durante el pasado Febrero… hasta las inoportunas informaciones de que George quería vestir de amarillo el próximo verano. Danny AInge siempre dijo que no le gustaba alquilar jugadores por una temporada, pero que podría llegar a correr el riesgo si la oportunidad era la adecuada. Entonces

 

¿Por qué iban los Celtics a arriesgarse con un George expiring?

La respuesta más evidente parece ser aquella que dejó caer Zach Lowe el pasado marzo: Paul George y Gordon Hayward son íntimos amigos y, según las informaciones de ESPN, tendrían el objetivo de jugar juntos si se diesen las condiciones. A esto hay que sumar la noticia que soltó Adam Kaufman el pasado viernes en Twitter: Paul George estaría dispuesto a firmar una extensión por tres años con los Boston Celtics siempre y cuando estos se hagan con los servicios de Gordon Hayward. De ser cierto, esto explicaría por qué las conversaciones entre Boston e Indiana se cerraron de manera tan abrupta cuando todas las fuentes hablaban de unas negociaciones bastante avanzadas.

Por un lado, salarialmente es muy difícil hacer un traspaso por Paul George tras firmar a Gordon Hayward, pero sería prácticamente imposible hacer lo contrario, es decir, firmar primero a Paul George y luego traer al alero de los Utah Jazz. Esto haría que Boston tuviera que poner fin a las negociaciones y explicaría que, una vez más, Mike Zarren pidiera públicamente a la NBA que adoptase el modelo de la NFL e intercambiar el orden de las fechas de Agencia Libre y NBA Draft para que los equipos pudieran cerrar los traspasos antes y, de paso, afrontar el Draft con una idea clara de qué es lo que necesita tu equipo.

Por otro lado, si la extensión por tres años está encima de la mesa, los Indiana Pacers serían los primeros interesados en suspender temporalmente las negociaciones, puesto que el precio que estarían dispuestos a pagar los Boston Celtics, y a exigir ellos, sería mucho más alto. Para que se hagan una idea del montante que estaba dispuesto a aceptar el General Manager de Indiana, las otras dos ofertas sobre la mesa eran de Los Angeles Lakers y… Cleveland Cavaliers. Ahora, estos dos actores desaparecierían de la ecuación porque si hay una opción de que Paul George firme en contrato nuevo en cualquier destino que no sea Los Angeles, quizás solo los Phoenix Suns podrían presentar una oferta mejor que Boston; y ese no parece el caso.

 

El problema salarial

Este punto da una idea de lo difícil que puede llegar a ser General Manager de una franquicia de la NBA. Danny AInge lleva cuatro años tomando un centenar de decisiones cada mes, y podríamos argumentar que todas ellas acertadas. Pues aún así, el verano que viene se le viene un marrón más que interesante en cuanto a espacio salarial se refiere.

Con jugadores claves en el equipo como Marcus Smart, Avery Bradley e Isaiah Thomas siendo Agentes Libres la próxima temporada estival, los Boston Celtics se encuentran en una situación un tanto extraña durante la presente. Tienen en torno a 17 millones de dólares libres para gastar en lo que quieran, y podrían subir la cifra hasta unos 25/28 si no renuevan a nadie y sacrifican a algún jugador joven como Demetrius Jackson, Terry Rozier o Jordan Mickey a cambio de un expiring. Pero en Julio o Agosto de 2018 ese espacio será comido por las renovaciones de los jugadores anteriormente mencionados; es decir, aunque no gasten ese dinero este verano, no podrán usarlo el venidero.

De acuerdo con todos los gurús financieros, los Boston Celtics sí podrían firmar un contrato por el máximo a Gordon Hayward y luego hacer un traspaso con extensión a Paul George, el problema es que en el verano de 2018 tendrían que elegir entre dejar irse a Isaiah Thomas, que este firmase una renovación ridícula (en torno a los 10 millones de dólares por año), o traspasar a Al Horford. Todos estos escenarios son tan ridículos como improbables, salvo quizás el primero de ellos. Sobre todo si se tiene en cuenta lo poco que se sabe sobre su lesión en la cadera y que el verano que viene cumplirá 29 años; pero aún así te verías en la ridícula situación de mirar a tus cuatro mejores jugadores y decidir cuál de ellos se tiene que marchar. Las posibles soluciones a esto son bastante difíciles de imaginar.

 

  • La primera y más evidente es que Gordon Hayward no firme por un máximo (de unos 30 millones de dólares) y se conforme con una cifra en torno a los 25 millones a cambio de jugar en lo que parecería un equipo destinado a estar 3/4 años peleando cara a cara con los dos cocos de la liga; además, la extensión de Paul George y la renovación de Isaiah Thomas también tendrían que ser a la baja, algo que sería entendible en el caso del alero pero de muy difícil justificación para un base que ha cambiado la cara de la franquicia más exitosa de la historia. No es algo sin precedentes, pues ya en el ejemplo de Miamo 2010, tanto LeBron James como Dwayne Wade cobraron muy por debajo de su precio de mercado, mientras que solo Chris Bosh (Al Horford en este caso) tenía cifras cercanas al máximo salarial. Siendo ahora los contratos mucho más cuantiosos, y todos ellos jugadores que jamás ganarán un anillo en su situación actual mientras GSW siga en el mapa, es la opción más viable.

  • La segunda opción pasa por que Al Horford acepte una considerable reducción de su sueldoel proximo verano para permitir una renovación más cuantiosa a Isaiah Thomas. Es muy, muy difícil que algo así suceda pero ya hemos visto ejemplos como el de Dirk Nowitzki cuando los Dallas Mavericks fueron a por Chandler Parsons. Con 31 años a Junio de 2017, el pivot dominicano se encontraría ante la última oportunidad de su carrera de salir campeón, no olvidemos que este año ha derrotado por primera vez a los Cleveland Cavaliers en un partido de Playoffs (1-12) y el poder del anillo podría hacerle renunciar a buena parte del botín logrado el verano pasado. Aún así, sería muy sorprendente que esto ocurriera.

 

  • La última de las posibilidades pasa por que Paul George no firme la extensión este verano sino que juegue con los Boston Celtics durante toda la temporada 2017-18 sin ocasionar más trastornos salariales… y los Boston Celtics acaben pagando la que seguramente sería la plantilla más cara de la historia (unos 150 millones de dólares al año con impuestos) salvo que además pase todo lo anterior dicho en cuanto a reducciones salariales o de renovaciones.

De todos modos, aquí os dejo una explicación más detallada de alguien que sabe bastante más sobre todos los recovecos salariales de los Boston Celtics ante esta posible firma.

La principal pregunta es cuánto tiempo estarán dispuestos los propietarios a pagar una auténtica fortuna en salarios en un equipo que quizás no es lo suficientemente bueno como para vencer a los Golden State Warriors. Si tenemos en cuenta todas y cada una de sus declaraciones y acciones desde que son propietarios del equipo, esto no debería ser un problema.

 

La cuestión deportiva

Los Boston Celtics tienen el suficiente volumen de activos como para poder hacer una oferta que guste en Indiana sin comprometer su futuro, o lo que es lo mismo: sin ofrecer a Jayson Tatum, Jaylen Brown y el pick de Nets 2018. Una oferta por Avery Bradley y/o Jae Crowder, Terry Rozier, Semi Ojeleye y los picks de Lakers y Boston 2018 sería una auténtica fortuna para Indiana – aclaración, en caso de que suceda no va a ser tan grande, estoy poniendo un ejemplo exagerado para demostrar el volumen de assets que tiene acumulado Danny Ainge – y aún así permitiría a Boston conservar el pick 2018 de Nets, a sus tres mejores jugadores jóvenes, y hasta tres primeras rondas en los próximos tres años.

En este escenario, el famoso trade del pick-1 de este año acabaría siendo una jugada maestra por parte de Danny AInge. Gracias a ese movimiento, el frontoffice de los Boston Celtics habría liberado unos muy necesarios 1.6 millones de dólares en salarios y podría conservar a un jugador con gran potencial porque tienes otra ronda igual de buena que ofrecer a Indiana, el recibido junto al pick-3.

Sobre el ahora, la principal cuestión es si Paul George y Gordon Hayward son compatibles sobre una pista de baloncesto. Al tratarse de dos aleros, según al definición clásica de las posiciones en el baloncesto, la respuesta sería no. Pero según el lenguaje usado por Brad Stevens, en el que da igual lo que hagas en ataque, sin que tu posición viene por lo que hagas en defensa, sí; ambos jugadores serían compatibles. Sobre todo si el sacrificado es Jae Crowder, y tiene pinta que lo será por su mayor atractivo para Indiana dado su contrato, edad y características como jugador. Gordon sería el encargado de ocuparse delas posiciones de dos y de tres en defensa, mientras que a los aficionados de los Boston Celtics deberían estar rezando para que el californiano use el sentido común por primera vez en los últimos res años y acepte que en la actual NBA debe jugar de cuatro.

Brad Stevens comentaba el otro día lo feliz que era de empezar a tener un equipo con varios jugadores sin posición clara, que pueden hacer un poco de todo y que cambien bien en defensa. Imaginen ahora una defensa con Marcus Smart, Jaylen Brown, Gordon Hayward, Paul George y Al Horford en la que todos los jugadores podrían cambiar posiciones casi del 1 al 5. En ataque, el principal problema de os Boston Celtics ha sido la falta de jugadores que pueden fabricarse sus tiros más allá de Isaiah Thomas, así como la falta de manos de confianza sobre el balón y jugadores efectivos en los tiros abiertos. Con Paul George y Gordon Hayward obtienes a uno de los mejores anotadores de la liga en aclarados y a un point-forward que durante dos años armó el ataque de su equipo ante las continuas lesiones de sus bases.

Sobre el papel, repetimos: sobre el papel, el conjunto es perfecto en ambos lados de la cancha.

 

¿Deberían los Boston Celtics hacer el trade?

Esto ya depende de cada uno. Pero si Danny AInge y su equipo es capaz de poner bajo las órdenes de Brad Stevens a Isaiah Thomas, Gordon Hayward, Paul George y Al Horford, todo ello sin comprometer el futuro de la franquicia, habría que ser un poco necio para no jugarse ese tiro. Hasta las edades de ese quinteto y la duración de sus supuestos contratos coinciden perfectamente con las edades y contratos de los Jayson Tatum, Jaylen Brown y quien quiera que venga con el Netspick 2018. El único eslabón suelto sería un Marcus Smart que salvo un milagro acabaría poniendo rumbo a Indiana.

En mi opinión, si tienes la opción de hacer un movimiento que sobre el papel no te bajaría de las 55 victorias en la próxima década, tienes que apostar. Quizás los Boston Celtics no serán los favoritos a ganar el anillo mientras estén ahí esos Golden State Warriors, pero tampoco sería algo impensable que lo lograse, y los banners se quedan ahí colgados para siempre.

Foto: Alex Güell (CC)