Los Celtics cerraron su gira por el salvaje oeste con su visita a un Pepsi Center abarrotado de aficionados de los Celtics que hicieron sentir su apoyo a lo largo de todo el juego. Luego de una primera mitad hermosa, se volvieron a complicar en la segunda parte pero salieron airosos luego de un triple de oro de Jaylen Brown para volver a casa con el sabor de una victoria.

La primera mitad fue una prueba de la eficiencia de los Celtics a nivel ofensivo, con Irving tomando las cosas donde las dejo el sábado con 15 puntos en apenas siete lanzamientos, acompañado de los 10 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias, 1 robo y 1 tapón de Jayson Tatum para tener ventaja de 56-45 al cierre de los primeros 24 minutos que dejaron un muy buen sabor de boca por la calidad de movimiento de balón que permitió crear buenos tiros para los estelares ofensivos de Brad Stevens.

Pero como en los viejos tiempos, el tercer cuarto fue fatídico y los Celtics permitieron que Denver se metiera en juego anotando 37 puntos en el parcial y remontando la ventaja para ir arriba por dos al último periodo. Los Nuggets de Jokic, acompañado de buenas actuaciones de los jugadores de rol como Mason Plumlee o Will Barton, se las arreglaron para tomar el control del partido ante la parte más importante del mismo.

Al cierre del encuentro, Kyrie Irving, Jayson Tatum y Al Horford anotaron canastas claves para mantener a Boston con la ventaja, hasta que faltando menos de un minuto y luego del tiempo muerto de Brad Stevens, Jaylen Brown anotó un triple más que valioso para que los Celtics se quedaran con la victoria finalmente por 111-110 en un partido mucho más apretado de lo esperado. Kyrie Irving terminó con 27 puntos y 6 asistencias en 17 tiros al aro, seguido por Jayson Tatum que tuvo 20 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias en una gran noche para el novato procedente de los Blue Devils.

El próximo partido de los Celtics será el miércoles 31 de enero, cuando vuelvan a casa para medirse con los New York Knicks en el TD Garden.

 

Foto: Twitter @Celtics