El partido en Minnesota fue completamente controlado con unos Boston Celtics que manejaron muy bien todo el encuentro, Marcus Morris se tomó la ofensiva viniendo desde la banca y Marcus Smart se hizo dueño del partido en una exhibición ofensiva de otro planeta. Kyrie Irving se hizo cargo del cierre y los Celtics se quedaron con el partido por 117-109.

Sin embargo, en el tercer cuarto, Jaylen Brown tuvo una horrorosa caída sobre toda su humanidad y luego de un largo periodo de tiempo, se pudo reincorporar y salir caminando por su propia cuenta, pero fue remitido a un hospital cercano al estadio para que se le realizaran todos los estudios pertinentes y tiene en vilo a todos los aficionados verdes alrededor del mundo por lo estrepitoso del impacto.

En la primera mitad, por otra parte, Boston estuvo completamente a cargo del partido, encontrando los tiros abiertos con buen movimiento de balón y sin depender exclusivamente de Irving. Terry Rozier fue vital viniendo desde la banca y Marcus Morris aportó puntos que le caían de las manos, la ventaja era de dobles dígitos y los verdes tenían todo en sus manos.

A pesar del inconveniente de Brown en el tercer cuarto y que los Wolves estuvieron acechando en toda la segunda parte, el encuentro nunca estuvo realmente en peligro para Boston, que a pesar de perder el norte por momentos, siempre encontró la forma de mantener el liderato y en el cierre, Kyrie Irving y Al Horford se hicieron dueños del ritmo del partido para quedarse con la victoria por 117-109.

Irving terminó con 23 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes junto a los 17 con 5 tableros de Marcus Morris mientras que en Minnesota, Nemanja Bjelica alcanzó la máxima de su carrera con 30 pero no fue suficiente para incomodar el dominio de los de Stevens. Ahora, Boston espera los resultados de Brown y viajará de vuelta a Boston para medirse con Indiana el próximo domingo.

 

Foto: Celtics.com