El libro «Magnetizados» de Carlos Busqued cuenta la historia -real- de una serie de asesinatos perpetrados en Buenos Aires por Ricardo Melogno, un hombre al que le gustaba caminar sin rumbo y que en algún momento sentía la pulsión de asesinar al taxista con que venía. Se subía al coche, indicaba una dirección, lo asesinaba desde el asiento de atrás, dejaba las luces prendidas y se iba a cenar; algo similar le ocurre a los Celtics.
Los Boston Celtics no han asesinado aún a ningún taxista, al menos eso reporta la sección de «policiales del despacho», pero la cuestión es peor, se matan a sí mismos. Cometen una cantidad de errores no forzados difíciles de entender para un equipo profesional de baloncesto.
Cuando tratamos de analizar la causa de estos errores, son tantos que, como tratamos en el último Café sin Rick, se nos aparecen viejos fantasmas de este equipo que creíamos iban a ser solucionados con el cambio de coach. Pero parece que el más desmagnetizado de todos es el propio Udoka, con falencias en ambos costados de la pista que parecen graves, pero vamos por partes:
La defensa de los Celtics
Los Celtics tiene personal entre bueno y de élite en el costado defensivo: Marcus Smart, Horford, Time Lord, los Jays, Richardson, Grant Williams, Nesmith hasta Romeo. Por eso llama la atención lo mal que se han manejado en ese aspecto esta temporada.
El nuevo coach apostó por la defensa de cambios, algo bastante lógico para el personal que reunió Stevens en postemporada. Sin embargo, vimos errores de todo tipo, individuales, colectivos, de rotaciones, de concentración y, fundamentalmente, vimos a un equipo siempre reaccionando y quedando expuestos a la falta de intensidad.
Los Wizards, por ejemplo, lograron que Ke̶v̶i̶n̶ ̶Mc̶h̶a̶l̶e̶ Montrezl Harrell termine con 25 puntos jugando un simple bloqueo indirecto entre el base y quien sea que estuviera defendiendo Tatum, para que se de el cambio, se juegue el pick and roll con Harrell y el ex Duke. Tatum debería ser capaz de contener a un center en el poste bajo hasta que lleguen las ayudas, pero esto no ocurre casi nunca: ni JT opone resistencia, ni las ayudas llegan a tiempo
¿Qué vino primero, el error individual o el fallo de la defensa secundaria? El debate más antiguo de la historia del baloncesto.
En los últimos juegos, Boston pasó de defender cambios casi exclusivamente a alternar con defensas de «seguidor» y point en el pick and roll (el defensor perimetral pasa por arriba y el center se queda entre su defensor y el ball handler hasta que se recupere su compañero).
Udoka apuesta a que los Celtics tengan variantes defensivas, eso lleva tiempo y requiere establecer hábitos, de a uno por vez, que en ocho juegos haya cambiado de defensa madre no es el mejor de los síntomas, pero era un mal necesario, nadie sabía de quién era el error con el modelo pasado, ahora los roles están claros y los mariscales Horford y Smart ya comenzaron a poner orden.
I WANT TO BELIEVE.
¿Quién guía la ofensiva de los Celtics?
Las últimas declaraciones de Marcus Smart: “No puedo hacer mucho estando en la esquina. Todo el mundo sabe que Jaylen (Brown) y Jayson (Tatum) van a tirar, necesitamos que pasen la bola, Ellos no quieren pasar la pelota y eso es algo que van a tener que aprender” Son clarísimas de lo que está sucediendo en Boston: Nadie sabe quien conduce la ofensiva.
En su presentación Udoka dijo que el propio Smart iba a ser su base, algo que no ocurrió. Los Celtics apostaron a una ofensiva coral que a veces organiza Marcus, pero muchas otras lo hacen Tatum, Brown, Richardson o Al Horford.
Cuando las cosas van bien, la ofensiva funciona, no fluye, pero funciona, el problema es cuando empiezan a escasear los puntos.
Sacando al Dominicano -Al es mi pastor, nada me faltará- la respuesta intuitiva de todos los demás es anotar, y caemos en un círculo vicioso en el que la ofensiva se paraliza, nadie sabe que hacer, se toman tiros apresurados, se desmagnetiza la brújula ofensiva, y todos sabemos lo que va a ocurrir: derrota en prórroga.
Marcus cree que puede ocupar ese rol, y si bien tiene muchos seguidores en el despacho, creo que ponerlo en ese rol-del que no estoy tan seguro que pueda cumplir- significaría relegarlo de otras tareas valiosas, principalmente off-ball, que puede cumplir con creces.
Horford puede hacerlo, de hecho lo hace, los mejores momentos de los Celtics son con Al como coordinador ofensivo, sin pelota, cayendo en los picks y distribuyendo desde el poste alto. Pero tal como lo indica el meme de las tortugas ninjas el dominicano vino a apoyar a los Jays, no a liderar -en el juego- al equipo, un proyecto de campeón no puede tener como pieza estructural a un jugador de 35 años, por más bueno que sea.
El dilema de las dos jotas:
Esto nos lleva al último punto: Los Jays. Ambos demostraron ser capaces de grandes cosas en ofensiva y en defensa. Ahora, el equipo necesita que hagan las pequeñas tareas, la asistencia, el pase para asistir o incluso el pase para asistir a quien asiste. Jugar bloqueos directos e indirectos y no finalizarlos siempre ellos, cortar al aro, ser anzuelos para liberar otros jugadores. Todas cuestiones que no aportan demasiado a la discusión de los ALL-NBA pero sí, a la madurez de un equipo contender.
Los Jays necesitan madurar, porque por más de tener 23 y 25 años, este ya es su equipo, están cobrando salarios máximos y han sido All-Stars. Pero lo dijo el tío Ben, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, generar juego es mucho más que convertir puntos.
Udoka debe encontrar la manera de complementar y potenciar a los dos Jays, para eso lo contrataron. Lo logró por algunos pasajes, pero la cantidad de errores no forzados, las lesiones y la falta de respuesta a los problemas , dejaron a unos Celtics desmagnetizados, sin rumbo claro y con dudas sobre la capacidad de construir un equipo alrededor de los aleros que creíamos ya estaban resueltas. El mal funcionamiento colectivo, y los dardos públicos rearmaron esa crisis.
Los Jays están ante la posibilidad de dar un paso al frente, evolucionar en su juego y así estabilizar una situación demasiada caótica para tratarse de los primeros juegos de la temporada, esperemos que esa cena de equipo haya puesto las bases para este proceso. Si eso no sucede, será necesario repensar el roster y buscar un generador y distribuidor de juego que hasta aquí no se ha mezclado con los jays -Sus bases han sido Irving-Rozier-Kemba- Smart, ninguno caracterizado por su playmaking.
El puesto de comandante en jefe de la ofensiva sigue vacante, y lo mejor para todos es que los Jays lo ocupen. Quizás Udoka pueda citar al ex seleccionador argentino Alejandro Sabella a la hora de asumir su cargo: El ejemplo a seguir: el de poner el bien común por encima del individuo. Buscar el anillo en lugar del All-NBA. Si sucede, estaremos muy cerca de la tierra prometida. En caso contrario, que Ojeleye se apiade de nosotros, Celtics desmagnetizados.