Si hay una palabra que puede definir lo que ha sido el inicio de campaña (se ha jugado 1/4 de la misma) para los Boston Celtics es irregularidad. Alternando buenos pasajes con momentos (sobre todo defensivos) realmente espantosos, los dirigidos por Brad Stevens transitan a los tumbos por cada juego que se les presenta.
En medio de todo esto, el que ha vuelto es Kemba Walker. Pero lejos está del jugador que supo ser en sus años en Charlotte, o en los primeros 7 juegos de los pasados playoffs. Le está costando mucho encontrar ritmo y su nivel asertivo es muy bajo (peor porcentaje de triples en su carrera en estos partidos)
El contraste está a tan solo 634 kilómetros de distancia, y tiene nombre y apellido: Bradley Beal. El escolta viene jugando hace mucho a un nivel excelso, registrando esta temporada máximos de carrera. ¿Y por qué me detengo, al igual que buena parte de la comunidad tuitera, en este nombre? Varios son los motivos y los repasaremos brevemente:
Su presente individual es excelente pero a nivel colectivo, su equipo, los Washington Wizards, son el equipo que menos partidos ha ganado en la temporada. Sus compañeros no acompañan y francamente tener como ladero a Russell Westbrook no colabora a la causa. Además, el ex Florida es íntimo amigo de Jayson Tatum (ambos son oriundos de St. Louis) Los puntos en común motivan para soñar con una unión de los dos jugando bajo el techo del TD Garden.
La fantasía, estimado lector/a me temo que ha llegado a su fin. A continuación me encargaré de detallar el por qué esto no es más que un mero sueño, ya que no hay un solo motivo que solvente este cambio de piezas:
La diferencia de contratos
Empezando por lo más básico, tanto Kemba como Beal, tienen salarios elevados y son compatibles. Cualquiera podría ir a la trade machine y diseñar un traspaso que no le llevaría demasiados dolores de cabeza.
En este apartado, no nos detendremos demasiado, sino en lo que representa cada contrato para cada jugador.
Estadísticas de cada jugador
Los momentos de cada uno son muy diferentes. Beal es la principal arma ofensiva y el balón pasa todo el tiempo por sus manos, lo que hace que sus números sean superiores. También es cierto que ha dado la talla y que no se ha escondido a pesar de cargar con casi todas las responsabilidades ofensivas.
Mientras Kemba tiene un presente complejo. Está volviendo de una lesión fuerte que evidentemente le está pasando factura. La falta de ritmo es evidente y si bien ha mostrados pasajes interesantes, sus números (y rendimiento) están lejos de ser los que su equipo necesita.
El contraste en estos dos primeros puntos es muy fuerte. El base de los Celtics está lejos de su mejor forma y jugando muy por debajo de lo que su salario indica. Es por eso que buena parte de la afición verde reclama un cambio.
¿Por qué no es viable un intercambio entre Celtics y Wizards por Beal?
Hace mucho tiempo aprendí que a la hora de pensar traspasos entre equipos, uno siempre tiene que pararse en la vereda de enfrente del equipo por el cual simpatiza. También aprendí con las trades machines y el NBA2K no han hecho más que alimentar las fantasías sin sentido de muchos.
En un potencial intercambio por Beal, los Celtics deberían incluir un salario grande (solo 2 jugadores tienen ese tipo de masa salarial) Entendiendo que Jaylen Brown es intocable, solo queda el bueno de Kemba Walker. Ahora la sencilla pregunta que me hago (y que todos deberían realizar) es: ¿Qué valor tiene un base de 30 años, con un salario máximo durante otras dos temporadas, y que viene de una intervención de rodilla para Washington que intentaría reconstruir?
La respuesta es sencilla: NINGUN VALOR. Las acciones de Kemba Walker hoy por hoy están muy bajas. Es cierto que Boston cuenta con todos sus picks a futuro y eso podría endulzar el trato. De hecho, los Wizards necesitan muchos picks para usarlos en otro trade y de esa manera sacarse de encima el contrato de Westbrook, pero los picks esos a futuro tampoco tienen gran valor porque serían top 25-30.
Otros equipos pueden ofrecer paquetes mucho más tentadores para llevarse a Beal. Miami, Denver, incluso Philly podría presentar ofertas superiores a la que los Celtics puedan acercar. La competencia es mucha, y salvo una maniobra maestra que nadie vea llegar por parte de Danny Ainge, es prácticamente imposible ver a Bradley Beal vestido con la camiseta de los Celtics.
¿Qué hacer de cara al futuro cercano?
Como me aventuré en aquel Podcast del Despacho, el mejor camino es usar la TPE (recordemos que del total, solo se pueden usar alrededor de 18 millones) en algún jugador que tenga impacto y ayude de inmediato al equipo. Aaron Gordon, Harrison Barnes, Terrence Ross. Básicamente contratos con valor un poco superior al nivel medio de la liga y que tengan un par de años. De esa manera, se obtiene un buen jugador, que aporte y a la vez, una moneda de cambio a futuro para potenciales nuevos traspasos.
Lo que si es necesario, es un movimiento. Algo que zamarree el avispero y brinde una opción extra para darle variedad y versatilidad a un equipo que necesita claramente ayuda tanto adelante como atrás.