No vayan a pensar que, por este ser un medio partidario de la franquicia más ganadora de la historia de la NBA, se ha convertido en un portal de quejas y reclamos a la liga por cada derrota de los dirigidos por Brad Stevens. Sin embargo, con Tony Brothers a la cabeza, los árbitros otra vez fueron protagonistas del partido que tuvo como vencedor a los Miami Heat por 112-106 en el tercer partido clasificatorio de la burbuja de Orlando.
Al César lo que es del César, Miami jugó impecable
A pesar de la indiscutible repercusión de los encargados de impartir justicia en el maderamen, la primera mitad de Miami fue absolutamente perfecta. De hecho, que Boston fuera doce abajo en el entretiempo era casi que el negocio del año para un equipo que no rotaba adecuadamente en ninguno de los dos costados y además, contaban con las manos calientes de Tyler Herro y Duncan Robinson para suplir la ausencia de Jimmy Butler.
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A pesar de eso, Boston batalló de vuelta en el último cuarto y la ventaja que llegó a ser de 16 se redujo a la mínima. Pero entonces, y siempre entonces, Duncan Robinson fue un asesino desde afuera de la cancha en varias ocasiones para sepultar toda esperanza verde.
Por supuesto que Tony Brothers tuvo que tener incidencia en cancha, sacando temprano en el partido a Marcus Smart por faltas con varias de ellas bastante cuestionables. Tatum con cinco faltas en el tercer cuarto. Y Theis… Bueno, las faltas que siempre le pitan a Theis y al 98% restante de la liga no.
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Jayson Tatum anotó 23 puntos con 7 rebotes y Jaylen Brown lo acompañó con 18 tantos, 10 tableros y 2 robos en la derrota por 112-106 que pone en aprietos la tercer posición de los Celtics en la conferencia del este.
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Los Boston Celtics disputarán mañana su partido back-to-back cuando se enfrenten con los limitados Brooklyn Nets.