Los Boston Celtics y los Golden State Warriors pusieron sus rachas en juego en el terreno del TD Garden. Los Celtics iniciaron con Kyrie Irving, Jaylen Brown, Jayson Tatum, Marcus Morris y Al Horford mientras que los campeones defensores salieron con Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Draymond Green y Zaza Pachulia.

El primer cuarto de los Boston Celtics fue de los peores de lo que va de temporada. La pobre ofensiva, un Jayson Tatum desubicado por primera vez en la campaña y los Warriors liquidando sacando puntos de todos los errores de Boston, además de su mejor marca de pérdidas en un cuarto con apenas dos, les daban la ventaja de 28-18 a los visitantes, con Kyrie Irving y Marcus Morris sumando cinco puntos cada uno.

Cuando parecía que los Warriors tenían todo para capitalizar definitivamente desde temprano en el encuentro, los Boston Celtics revivieron en base a la defensa y al descomunal Jaylen Brown, para encajar una racha de 15-3 en los últimos minutos de la primera mitad y cerrar la brecha a 42-47 de cara al entretiempo. Kevin Durant tenía 12 puntos para liderar a los anotadores del partido, mientras Horford llevaba 8 puntos con 5 rebotes para los Celtics.

En el tercer cuarto, de nuevo, las cosas pintaban muy feo para los Boston Celtics. Kyrie Irving desaparecido y fastidioso con la máscara, se la quitó y salió al juego pero sin resultados positivos. Sin embargo, Jaylen Brown a pura intensidad metió a los Celtics en partido, triples consecutivos y su excelsa defensa, acompañado del caballo de batalla que es Marcus Smart permitieron que Boston levantara un deficit de 17 con una racha de 19-0 y empatar el juego de cara al último cuarto en 68.

Con el monumental esfuerzo que metió el #7 para devolverle la vida a los Celtics, el último cuarto iba a ser muy parejo, con ambos equipos jugando defensas certeras e intercambiando canastas a lo largo de todo el parcial. Pero como en toda la temporada, Kyrie Irving cuidó del negocio en las últimas posesiones, anotando lo que no pudo en el resto del partido y cerrando las cosas con su letalidad desde los tiros libres, mientras que los Celtics expusieron lo mejor de su maquinaria defensiva, limitando todas las armas de Golden State para quedarse con una victoria de oro por 92-88.

Además de dejar a Golden State en la mínima de toda su temporada, Jaylen Brown fue el autor de esta remontada con 22 puntos y 7 rebotes acompañado del siempre correcto Al Horford, que anotó 18 tantos y atrapó 10 tableros en el golpe de autoridad que dan los Celtics y Brad Stevens derrotando al monstruo de cuatro cabezas que tiene la NBA.

 

Foto: Twitter @Celtics