Brad Stevens y los Boston Celtics pusieron su racha en juego contra otro de los mejores entrenadores de la liga en el American Airlines Arena, visitando a los Miami Heat de Erik Spoelstra. Kyrie Irving, Jaylen Brown, Jayson Tatum, Al Horford, Aron Baynes iniciaron en Boston mientras que los locales con Goran Dragic, Dion Waiters, Josh Richardson, Justise Winslow y Hassan Whiteside.

Los Celtics parecían iniciar bien con un par de canastas rápidas en la pintura de los Heat, pero rápidamente los de South Beach tomaron el control del partido, con un infernal Goran Dragic controlando toda la ofensiva de su equipo y un extrañamente comprometido en defensa Whiteside, pendiente a cerrar el camino a Irving saliendo de la pantalla y complicando desde ahí toda la ejecución en ataque para Boston. El primer cuarto terminó 27-16 para Miami.


Tanto el segundo como el tercer cuarto fueron un martirio para los aficionados de los Celtics, con un equipo que no controlaba la batalla rebotera, perdía muchas pelotas y además, recibía canastas increíbles por parte de los locales, que estaban completamente en su noche, especialmente la dupla Dion Waiters y Tyler Johnson a lo largo de toda la noche. Para los de Stevens, Jayson Tatum daba la cara con puntos en momentos de quiebre y Marcus Morris ayudaba desde la banca.

El esfuerzo no alcanzó

Como toda la última semana, Boston intentó arreglar las cosas en el último cuarto. Apretó las tuercas en defensa y de hecho, ganó el periodo por diez puntos con triples de Tatum y Rozier, acercándose a dos, pero no fue suficiente porque Dion Waiters y Hassan Whiteside pegaron en los momentos justos y acabaron con la esperanza de seguir alargando la racha en la primera derrota desde el 18 de octubre que sufren los Celtics, esta vez por 104-98.

Kyrie Irving finalizó el partido con 23 puntos en 22 lanzamientos, Jayson Tatum fue el mejor de los Celtics con 18 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias como el mejor de la noche para Boston en la Florida.

 

Foto: Celtics.com