Ya tocaba volver al semanal, que con tanta crónica tenemos la sección vacía. Los Boston Celtics acaban de terminar su gira fuera de casa 2-1, parece que han dado con alguna tecla y ciertas esperanzas empiezan a surgir del fondo del pozo.


 

Marcus Smart, siempre en boca de todos

 

Creo sinceramente que no existe jugador tan polarizado por los seguidores de su propia franquicia como el «base» de los Celtics.

Unos lo quieren con locura, otros lo odian profundamente. Para unos es la razón de que ciertas cosas vayan mejor, y para otros es el culpable de casi todos los males. Cierta parte de la afición lo considera un líder, y otra prefiere que se quede callado hasta que empiece a meter los triples. Algunos lo quieren de base, y otros tantos fuera de la franquicia.

The Marcus Smart experience.

En la que creo décimosegunda repetición del mismo partido que jugamos siempre contra los Dallas Mavericks, Smart cometió uno de los errores más estúpidos que recuerdo a un jugador profesional. No hay justificación posible. No hay manera de esconder tal tremenda cagada.

Pero, ¿cargarle con la absoluta responsabilidad de la derrota?, parece demasiado. Como también es demasiado otorgarle el total mérito de que el equipo parezca que haya despertado. No hay término medio con el bueno de Marcus.

La primera parte fue horrenda. Esa es la razón de perder el partido. Un encuentro así no se pierde por una solo jugada, como tampoco se gana por ese triple del propio Smart que pone por delante a los Celtics por primera vez en toda la noche, o por esa falta que no se pita (reconocida por la NBA como falta tras la revisión postpartido).

Figuras polémicas como la del tejano siempre crean este tipo de disyuntivas entre la afición. Sin ciertas jugadas que realiza por puro instinto y actitud, puede que el equipo ni siquiera hubiese llegado al punto de remontar todo lo que perdieron en esa primera mitad. Y si hubiese tomado otras decisiones al final del partido, puede que los Celtics se hubiesen ido 3-0 de esa gira. No es tan simple, y pese a que en el momento a TODOS nos molesta sobremanera y vertimos insultos muy variados sobre su persona, calmados, y con la cabeza más fría, sabemos perfectamente que no es objetivo reducir todo a una sola jugada.

Se podría acabar esta columna de opinión en esta valoración puramente deportiva, pero con Smart nunca es tan sencillo. Tras sus comentarios sobre los Jays, se ha desatado una nueva ola de critícas hacia el jugador.

Creo que la mayoría coincidiremos en que el fondo del mensaje es cierto. Los Celtics están pasando por  problemas, y está en manos de sus dos mejores jugadores solucionarlos. ¿Las formas?, obviamente no son las correctas, y pese a que el mensaje total es mucho menos duro que dos frases sueltas fuera de contexto, son comentarios que es mejor no decirlos delante de la prensa.

También se ha criticado que sea él el que diga esas cosas, cuestionando su nivel y su papel en el equipo. Realmente no estoy de acuerdo con ese argumento. Marcus Smart es el jugador que lleva más tiempo en la franquicia, es un líder del vestuario (os guste más o menos), y todos los estamentos de los Boston Celtics lo han reforzado en esa posición de liderazgo.

Todos sabemos que los Jays no son tan vocales, pese a que pienso que manejan muy bien sus declaraciones ante la prensa, y tanto Horford como Smart han sido los jugadores que han tomado el papel de representantes frente a los medios esta temporada.

Obviamente Smart no está pasando por su mejor momento deportivo. Creo que las palabras de Ime Udoka en la pretemporada, reconociendo que lo quería como el base de los Celtics, no le han venido bien, ya que la realidad es que sigue teniendo el mismo papel de los últimos años.

Entiendo cierta frustración por parte de un jugador que, en sus propias palabras, lleva esperando por esa oportunidad toda su carrera en la NBA. El ego existe, es algo normal y el entrenador debe gestionarlo. Sinceramente, si Smart tiene un problema con su rol, creo que es más culpa de Udoka que de Marcus.

¿Estas declaraciones causarán problemas a la larga?, creo que no. Claramente a Tatum y Brown no les ha gustado que se hiciesen de esa manera, lo han dicho, pero la realidad es que esas malas formas de Smart llevaron al equipo a tratar el tema de manera de interna y a comenzar a hablar. No son suposiciones, está confirmado por los propios jugadores.

Si el resultado de todo esto es beneficioso para el equipo, me quedo tranquilo. A veces las familias tienen que pasar por malos tragos para solucionar problemas. Estos tres jugadores se conocen desde hace mucho tiempo, han pasado por muchas cosas y de su entendimiento depende el futuro de la franquicia. Vamos a darles un voto de confianza.

Marcus Smart seguirá causando discrepancias entre la afición, es inevitable con un jugador de su perfil. Incomprendido por muchos, alabado por otros tantos. La experiencia Marcus Smart en su más alto esplendor.

 

Poco a poco y con buena letra

 

El viaje a Florida ha sentado bien a unos Boston Celtics que necesitaban un partido como el de Miami. La defensa sigue dejando dudas, ya que el sistema mixto de cambios y seguidor no está del todo claro, pero la intensidad y actitud han aparecido esperemos para quedarse.

Que Horford y Williams sean de los mejores taponadores, pese a ser un mérito, decía más de la defensa exterior que de las cualidades de los interiores. Individualmente todos se han puesto las pilas y se nota. Sigue habiendo despistes y malos cambios de marca, y es algo que va a seguir pasando hasta que todo se afine y se vayan puliendo las directrices.

En ataque, seguimos pasando por malos momentos, sobre todo con la baja de Jaylen Brown, pero creo que cada día se ven mejoras. Jayson Tatum, pese a no sumar muchas asistencias, está moviendo mejor el balón, entendiendo su papel cuando le doblan y no dejándose caer en esa espiral de tirarse todo sin pensar.

 

 

Me gustaría ver en los siguientes partidos la evolución a eso. Y es que está muy bien que Tatum sea capaz de escapar de esa presión, pero el balón tiene que volver a llegar a sus manos de vez en cuando. Los Celtics no tienen tiradores consistentes, así que hay que encontrar la manera de que, en esas jugadas, la pelota vuelva a uno de los Jays para que finalice.

En principio, pese a que tengamos tiradores mediocres, las defensas van a tener que salir a puntear los tiros, así que Tatum debería tener una posición más cómoda para recibir con la defensa en plena rotación y sin ayudas tan duras.

Udoka sigue teniendo trabajo, a ver si vemos algo nuevo en lo que espero sea la primera victoria en el TD Garden.